CHICLANA
Preocupación y miedo en el diseminado tras el último derribo de un chalet ilegal
El municipio ha llegado a acumular más de 1.700 denuncias llevadas a Fiscalía por construcciones irregulares
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El pasado 5 de noviembre, el Ayuntamiento de Chiclana –cumpliendo con la sentencia establecida por el Juzgado de lo Penal número 2 de Cádiz– procedió a derribar una vivienda familiar situada en el Camino de la Gamuza , en la zona del Sotillo. El chalet en cuestión, construido en 2005, contaba desde entonces con un expediente urbanístico abierto tras edificarse sin licencia de obra en suelo No Urbanizable de Especial Protección, en una zona –además– inundable perteneciente a la cuenca del Arroyo Carrajolilla . Juan José, Ana y los dos hijos del matrimonio pidieron «justicia». La familia se encontraba desamparada tras haber recibido el aviso «con solo 10 días de antelación», tal y como ellos aseguraban. A su salida de la vivienda, momentos antes de ser derribada, recibieron el calor y los aplausos de sus vecinos y amigos. A nadie se le escapaba el hecho de que esa «zona inundable» se encuentra repleta de otras casas . «Cualquiera de nosotros podríamos ser ellos», reflexionaba una residente.
1.700 expedientes hasta 2008
«Desde el año 2008, cuando se presentó el último conjunto de denuncias, existían más de 1.700 comunicaciones a Fiscalía por construcciones indebidas . Muchas de ellas se librarán porque están en suelo urbano no consolidado, aunque tengan la sanción», cuenta José María Palomino, secretario general de la Federación de la Asociación de Vecinos de Chiclana Norte . «En Chiclana existen bastantes viviendas en zonas inundables, éstas son las que más preocupan a las autoridades porque puedes poner en riesgo la vida de las personas que residan en las mismas», declara Palomino.
Según explica el secretario general de la Federación, « los residentes del Sotillo podrían estar planteándose crear un frente común . Los derribos suceden a cuenta gotas, pero se producen». «En 2004 se produce el 'boom del ladrillo' y muchas personas deciden invertir en comprar una parcela del diseminado –barata– y construirse su casa. Se edificaba a diestro y siniestro. En cuestión de meses se levantaban los chalets », relata Palomino.
Las zonas inundables podrían modificarse
José María Palomino repasa los últimos precedentes de derribos en Chiclana debido a edificaciones en suelo protegido: «en Camino Isla Paraíso, de nuevo en el Sotillo, tiraron una vivienda en 2013. Las últimas viviendas derribadas fueron las del Callejón de los Frailes, también en zonas inundables». El 19 de septiembre, el Consistorio anunciaba la posibilidad de ejecutar un estudio de inundabilidad de la cuenca del río Iro y de los arroyos Carrajolilla y Ahogarratones.
En la actualidad, el municipio se rige por los límites establecidos según el Plan de Inundabilidad de La Janda Litoral. El Plan de Gestión del Riesgo de Inundación, de 2010, establece las zonas de Arroyo Zurraque, Arroyo Cercado, el tramo bajo del Río Iro, Arroyo Carrajolilla, la Costa de Sancti Petri y Cerro Molino como zonas de riesgo de inundación fluvial o costera, según cada caso.
«Una vez se pueda redactar este proyecto de inundabilidad concreto de la cuenca del río Iro y de la cuenca del Carrajolilla y Ahogarratones, las zonas inundables podrían ser modificadas, de forma que suelos que actualmente son inundables podrían pasar a no serlos», declaraba el alcalde de Chiclana, José María Román . «Si se hubiera tardado un par de años más en ejecutar el derribo de la vivienda del Camino de la Gamuza, probablemente se podría haber librado », opina Palomino quien defiende al regidor chiclanero: « José María Román ha hecho lo imposible por intentar evitar el derribo».
Más de 15.000 viviendas sin regularizar
El nuevo PGOU, tumbado por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) tras aceptar los recursos de una sociedad mercantil y los ecologistas, pretendía resolver muchos de los apartados que hoy preocupan e indignan a los vecinos. Más de 15.000 viviendas eran consideradas como «urbanizables sin regularizar» , según este plan urbanístico que también ataña a la Ordenanza de Regularización de Viviendas. Para Manuel Pérez, presidente de la Federación de la Asociación de Vecinos de Chiclana Norte, la base de este plan general era errónea al no contar con los vecinos afectados, que siguen acusando la falta de servicios básicos, así como padecer problemas de inundaciones debido a la inexistencia de un sistema de alcantarillado y desagüe.
El representante de los residentes diseminados tiene muy claro que « mientras sigan sin contar con los vecinos, que somos los que pagamos los impuestos, los que sufrimos y los que sabemos nuestras necesidades, ningún plan saldrá adelante . Las ciudades hay que hacerlas con los vecinos». Desde la Federación de Vecinos anuncian que ya se encuentran «colaborando en la formulación y estudio del próximo PGOU». En el nuevo Plan General se tendrían en cuenta los resultados del estudio de inundabilidad, previstos para ser concluidos en 2021.
