CHICLANA

El Pinar de los Franceses se une para denunciar «continuos cortes de luz»

Los vecinos afirman tramitar una veintena de avisos diarios, una situación que se ha agravado desde febrero y que se extiende hasta otras poblaciones del diseminado de Chiclana

Casi 300 vecinos afectados por continuos cortes de luz JPB

José Pedro Botella

«¡Es una vergüenza!, tenemos un servicio digno de países en vía de desarrollo, no podemos más». Así de contundentes se muestran los residentes de la Urbanización Pinar de Los Franceses, quienes se han organizado para denunciar los continuos cortes de luz que se producen en su barriada. Los vecinos afirman que se trata de «un problema que lleva sucediendo desde hace años» , incluso «desde siempre». Sin embargo, los cortes y las subidas de tensión repentinas habrían aumentado su frecuencia desde febrero, colmando la paciencia del diseminado que pide una «solución urgente» a la Administración. Los fallos del servicio han sido notificados tanto a la empresa responsable, Endesa, como a la comercializadora en la zona, Energía XXI. No obstante, cada vez que desde el Pinar de Los Franceses se disponían a reclamar a la compañía, ésta les advertía de la inexistencia de problemas en la zona, «aparecía una locución que nos decía que no tenían constancia de que existiese ninguna incidencia». El mensaje pregrabado continuaba con una «amenaza» –tal y como dicen los propios afectados–, «nos ofrecían despejar nuestras dudas enviando a un técnico a nuestra casa, lo que nos costaría entre 70 y 80 euros sin incluir IVA». Según los residentes, este «comportamiento irregular» por parte de la comercializadora eléctrica tendría una función más disuasoria que conciliadora, «si te advierten sobre la falta de averías en las zonas y te cuentan el precio que tienes que pagar para que venga un señor y te diga lo mismo, finalmente optas por no seguir con las reclamaciones», detallan.

300 vecinos sufren los cortes de luz

Los problemas se sucedían en la urbanización sin que se tuviera constancia. Mediante el diálogo con otros vecinos, los residentes se dieron cuenta de que no se trataba de un problema individual . Anteriormente, cada hogar temía que los continuos cortes se debiesen a una mala instalación eléctrica o al incorrecto uso de los diferentes aparatos conectados a la red, «tomamos conciencia de que nos pasaba a todos y a la misma hora, entonces decidimos comenzar a coordinarnos ». Luisa Izquierdo fue la primera vecina que inició los contactos con el resto del Pinar de Los Franceses. Esta puesta en conocimiento reveló que los casi 300 vecinos de la urbanización sufrían sendos cortes de luz a la misma hora . Estos microcortes, inexistentes e inexplicables según la compañía, se producen en una franja horaria sin determinar en la mañana, «hay veces que son a las 8, otras a las 10 y normalmente es cuestión de un minuto que se restablezca todo». Puede parecer poco, pero como denuncian los vecinos «ese solitario minuto hace que el contador salte de un kilovatio a otro, consumiendo energía que tú no has aprovechado y aumentando el recibo de la luz ». Manuel –también residente– admite estar pagando una media de 20 euros más cada mes respecto al año pasado, un sobrecoste cercano a los 300 euros anuales . Por supuesto, los cortes y microcortes de luz originan otros problemas, «existe el riesgo de que los electrodomésticos y aparatos se estropeen debido al apagado repentino, sin mencionar que muchos pueden no reestablecerse solos como sistemas de riego, congeladores y alarmas». A sabiendas de que los cortes de luz son diarios, los residentes reconocen no encontrarse tranquilos si tienen que salir de sus hogares varias jornadas, «nos fuimos una semana y tuvimos que tirar toda la comida», cuenta Luisa. El consumo de agua suele depender de los pozos instalados en las parcelas, los cuales solo funcionan con corriente , por lo que varios vecinos han invertido en la compra de generadores por temor a una incidencia mayor.

Los problemas se agravaron durante el confinamiento

En la actualidad, el uso de aparatos eléctricos se considera imprescindible en la vida profesional y en el hogar. Ambos usos se han mezclado, más que nunca, desde el confinamiento. En febrero, afirman desde el Pinar de los Franceses, los ya existentes y frecuentes cortes de luz se transformaron a cortes diarios . Por este motivo, la urbanización mantuvo una verdadera «lucha contra los elementos» durante el Estado de Alarma. « Mi hijo casi suspende un examen por culpa de uno de los microcortes, él no podía desconectarse durante la prueba, pero explicamos que vivíamos una situación totalmente impredecible», recuerda Manuel. El propio vecino, armado de paciencia, comprueba que el estado de las baterías de los dispositivos portátiles se encuentre cerca de la máxima capacidad «para poder trabajar en caso de urgencia». «Estos microcortes han dejado de ser tan micro», declaran los residentes. Como ejemplo, citan un apagón generalizado en la zona que se prolongó desde las 7 hasta las 12 del mediodía. Los vecinos, ya organizados, denunciaron este corte. Lo «curioso» en esta ocasión fue que, pese a la gran cantidad de incidencias recibidas, la compañía aseguraba «no tener constancia de averías en la zona, ni de otras reclamaciones en la urbanización» .

Las reclamaciones, interpuestas por vía telefónica, ya forman parte de la rutina de los residentes. «Cada vez que se produce un corte, ya sabes que te vas a llevar 30 o 40 minutos para poder poner tramitar el aviso , te van cambiando de teleoperador hasta que te cansan», explica Luisa. Los vecinos ya han aprendido trucos para acelerar los trámites, «contamos que tenemos el contador quemado o que se trata de una urgencia. Si a la grabación le contestamos diciendo que sufrimos un corte, no nos hacen ni caso». Del mismo modo, aseguran no tener grandes esperanzas realizando estos partes telefónicos, «nos dan un número de expediente de la incidencia realizada, nos dicen que no hay ningún problema y luego las reclamaciones no se almacenan ». En otros casos, aseguran, «lo más paradigmático es que nos dicen que no hay averías y luego nos envían un correo diciendo que ésta ya ha sido solucionada, se ríen de nosotros». En una ocasión, Manuel accedió a que un técnico acudiese a su hogar, aunque esto se sufragase con su bolsillo. No obstante, para su sorpresa, «nadie vino nunca a mi casa, ni me llamaron ni he vuelto a saber nada, es otra mentira más». Los vecinos tienen la teoría de que, debido al aumento de la población en el Pinar de los Franceses, « la instalación no puede soportar el consumo y la cantidad de aparatos que empleamos cotidianamente, por eso hay apagones».

2.000 reclamaciones y más zonas afectadas

Del mismo modo que supieron de la existencia de cortes en toda la urbanización del Pinar de los Franceses, a través de una puesta en común, otros residentes de los diseminados también han manifestado sufrir problemas con el servicio eléctrico . «Vecinos de Batería Colorada y del Marquesado nos han contado lo mismo, así que debemos ser miles de afectados», relata Luisa. Aunque es difícil de estimar, los vecinos afirman tramitar una veintena de avisos diarios, que alcanzarían un total de 2.000 reclamaciones. En estos momentos, los afectados se encuentran recabando y recopilando todas estas incidencias para presentarlas conjuntamente al Ayuntamiento de Chiclana y, si fuera necesario, al organismo de Industria de la Junta de Andalucía.

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