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La segunda versión del Bono Joven termina también en un fiasco

Beneficiarios de esta ayuda lamentan las dificultades para acceder a un contrato y aseguran hay falta de información

elena martos
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Algunos llevan ya dos años atesorando ese bono de 400 euros al mes que les ha concedido la Junta como un cheque que nadie quiere validar. Con él pretendían meter cabeza en el mercado laboral, pero tras enviar decenas de currículum y recibir una negativa tras otra están convencidos de que algo falla. Los beneficiarios de esta ayuda, que la Consejería de Empleo puso en marcha a mediados de 2013, han creado incluso una página en Facebook a través de la que comparten experiencias e información sobre nuevas líneas de apoyo. Los relatos son casi calcados y todos hablan de «fiasco». Esa es la definición más repetida entre los jóvenes que han contactado con este medio a través la conocida red social.

Es el caso de Eva María, de 25 años y natural de Rota. Cuenta que solicitó el bono desde que fue anunciado por la Junta y estaba convencida de que con esta ayuda, que ofrece 400 euros al mes durante un año al empleador, y su título de Administración y Dirección de Empresas conseguiría pronto su primer contrato, pero no hubo suerte. Se topó con una desinformación total sobre el sistema de ayudas y con el temor a que la administración pagara tarde.

La única salida laboral que ha encontrado hasta el momento es la hostelería y no descarta salir fuera de España en busca de mejores opciones. Lucía Martín, de 24 años y también residente en Rota, aún tiene fe en el programa. «Me parece interesante, a pesar de que muchas empresas no lo conozcan o no hagan uso de ello». Dice constarle que hay gente que se ha beneficiado, aunque aún no le ha llegado el momento a esta joven, que está graduada en Relaciones Laborales y Recursos Humanos.

Sí consiguió una oferta Adela Katy, de 31 años, natural de Cádiz y licenciada en Administración y Dirección de Empresas. Asegura que le ofrecieron un contrato a media jornada como auxiliar administrativo cuando las condiciones dejaban claro que debían ser por lo que marca el convenio para su titulación y a tiempo completo. Las condiciones se han rebajado, pero el resultado viene siendo casi el mismo.

No fue el Bono Joven, pero sí un programa de contratación temporal el que hizo perder la paciencia y la ilusión a Inma Pedreño, de 29 años y titulada en Psicopedagogía y Magisterio. Explica que entró a trabajar en la Fundación Municipal de la Mujer de Cádiz, la ciudad en la que reside, donde realizó labores de encuestadora y promotora para varios estudios. Admite que la experiencia fue terrible, por las malas condiciones y el trato de parte del personal de este servicio. Ahora lamenta la falta de control de estos planes.

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