Cuenta atrás para montar el tramo desmontable del puente

La obra del segundo puente de Cádiz aborda en los próximos días otra de sus operaciones más complejas. En esta ocasión se trata de la colocación del tablero desmontable que discurre entre las pilas 9 y 10. La operación durará, al menos tres días, y está previsto que se desarrolle a partir del próximo sábado. La climatología influirá en la decisión final que tome el equipo técnico.

La empresa adjudicataria del proyecto, Dragados, inició el pasado octubre el estudio previo para trasladar la estructura desde la nave de Dragados Offshore, donde se encuentra depositada, hasta el muelle del Bajo de la Cabezuela, donde será embarcada en una pontona de grandes dimensiones para ser posteriormente trasladada hasta sus dos puntos de apoyo.

Esta gran barcaza la desplazará hasta las dos pilas y allí, en mitad del agua, dos potentes grúas se encargarán de izarla y facilitar su anclaje en las dos pilas.

El tablero desmontable mide 150 metros y pesa 4.000 toneladas. La estructura que permitirá el paso de grandes buques por el nuevo puente de Cádiz se construyó hace cuatro años en la factoría de Dragados Offshore.

La mudanza resulta especialmente delicada debido a la envergadura de la estructura. Los ingenieros de Dragados han diseñado para ello un plan especial que implica la utilización de un trailer hidráulico sobre el que descansará el tablero durante su traslado hasta el muelle. Cabe recordar que, una vez concluida la obra del nuevo puente, el tramo desmontable solo se abrirá de forma excepcional para facilitar el tránsito de aquellos buques que superen los 65 metros de altura y sobrepasen el gálibo del puente.

La obra se encuentra al 85% de su ejecución y encara su recta final después de siete años de construcción. Los ingenieros trabajan en estos momentos para que esta infraestructura se abra al tráfico durante el último trimestre de 2015, aunque todo apunta a que tendrá lugar una preinauguración antes de las elecciones municipales. Más de 400 personas trabajan en estos momentos en todos los tajos. No obstante, resulta complicado que la obra concluya antes de los plazos establecidos.

El presidente de la Diputación de Cádiz, José Loaiza (PP), anunció el pasado martes durante la presentación de la etapa gaditana de la Vuelta Ciclista a España la posibilidad de que el pelotón cruce este verano por el nuevo puente de Cádiz, sin embargo, esta opción se antoja difícil ya que por esa fecha, el 25 de agosto, el viaducto estará sometido a las pruebas de carga y tensión.

De hecho, el Ministerio de Fomento, a través de la Dirección General de Carreteras, adjudicó el pasado diciembre la redacción del Plan de Inspección y Mantenimiento del nuevo acceso a Cádiz. La empresa que se hizo con este concurso público fue Apia XXI, SA y la inversión asciende a 1,3 millones de euros.

Esta auditora de construcción se encargará de verificar el control de calidad de la obra. Igualmente supervisará el cierre del tablero central, del que restan ahora 32 metros, y, al mismo tiempo, velará por la retirada y desmontaje de los medios auxiliares. El último paso será la supervisión de las pruebas de carga estática y dinámica. Para ello, se estudiará la respuesta del puente frente a la acción del viento y también frente a la acción.