El bote de los Euromillones va para el medioambiente
Parte del premio lo ha destinado a la creación de una fundación para luchar contra la deforestación
El pasado 11 de diciembre de 2020, el planeta se llevó una buena lluvia y, concretamente, de millones. Ese viernes, el juego de los Euromillones, donde participan varios países europeos, repartía uno de sus botes más altos: 200 millones.
Un premio especial que recayó en un ciudadano francés que apostó por el 6, el 9, el 13, el 24 y el 41 y, además, marcó las estrellas 3 y 12. Pasadas las 21 horas de la noche, la apuesta de Guy, apodo del ganador, coincidió número por número con el resultado del sorteo.
«Desde que escuché que había ganado el bote de Euromillón, supe que quería compartir mi suerte con los demás», señala Isabelle Cesari, responsable en Française des Jeux (la entidad que regula las Loterías en Francia) de las relaciones con los ganadores de premios importantes en una entrevista en TF1.
De millonario a filátropo
Nada se sabe de su nombre real, solo su apodo Guy y que registró ese boleto días antes del sorteo. Ahora, año y medio después se conoce su primera gran acción: Anyama .
Gracias a gran parte del bote, se desconoce la cantidad exacta, Guy fundó esta fundación «como resultado de un deseo imperioso de actuar por la naturaleza y los seres humanos que he tenido durante años», señala en su página web. «Solo jugué durante botes importantes, con un propósito: dedicar la mayor parte de esta suma a la creación de una fundación», añade en la carta fundacional.
La idea viene de lejos. «En mi vida he sido testigo en Costa de Marfil del paso constante de camiones cargados de árboles cortados en los bosques de Burkina Faso», cita el millonario francés en una entrevista en Le Parisien. De hecho, el nombre de la fundación es una comunidad de 150.000 al sur del país africano.
«Mi sueño nunca ha sido adquirir barcos, castillos u otros coches deportivos, prefiero ser útil y dar sentido a este dinero, con el máximo impacto positivo», recalca Guy. «Desde el primer momento lo tuve claro», añade en Anyama.
Según la responsable de las Loterías en Francia, estas actuaciones son habituales. Muchos ganadores de la lotería invierten parte de sus ganancias en objetivos benéficos y sociales.
Ahora, parte de estos 200 millones servirán para financiar tres ejes: bosques, biodiversidad y apoyo a los cuidadores. «Actuamos para proteger a los vivos y encontrar una convivencia equilibrada y respetuosa entre la naturaleza y la humanidad», señalan.
Más allá de su aventura filántropa, Guy también se ha dado algún capricho. «He hecho obras en mi casa y me he comprado otra como segunda residencia», explica a Le Parisien.
