REDES SOCIALES

El zasca de Arturo Pérez-Reverte a un periodista que criticó uno de los significados de la palabra «república»

«Estimado imbécil», comienza el tuit del conocido escritor y reportero contra el internauta que había llamado carcamales a los académicos

Arturo Pérez-Reverte, escritor y reportero JOSÉ RAMÓN LADRA

A. R. VEGA

Sucede cada cierto tiempo. Un internauta utiliza las redes sociales para cargar con virulencia contra la Real Academia de la Lengua por la connotación peyorativa de una de las acepciones de una palabra, y el escritor y académico Arturo Pérez-Reverte le replica que el Diccionario se limita a registrar el uso, presente y pretérito, que los hispanohablantes dan a las palabras.

En esta ocasión, la tormenta semántica se ha desatado en torno a uno de los significados de la palabra «república» y la protagonizan dos periodistas en el ruidoso «territorio comanche» de Twitter , siempre propicio al gatillo fácil y al exabrupto espontáneo. De un lado, Agustín Martínez, que se presenta en esta red social como «periodista. Solo estáis leyendo mi opinión» y es de Córdoba. De otro, el autor de «Los perros duros no bailan» (Alfaguara) y padre literario del espía Lorenzo Falcó y el capitán Alatriste.

Agustín Martínez deja este mensaje en la conocida red social: «Que la Real Academia de la Lengua vive en el siglo pasado lo demuestra que la acepción sexta de "república" signifique para semejantes carcamales, " lugar donde reina el desorden " ¿Qué os parece?». Acompaña el texto de un pantallazo que revela los distintos significados que el hispanohablante da al republicano vocablo, como figuran en el Diccionario.

No conforme con descargar su indignación, este internauta insulta a los académicos . Pérez-Reverte ocupa el sillón T en la Real Academia de la Lengua. Digamos que el periodista cordobés busca un ataque directo con su florete verbal y encuentra el bloqueo del escritor y reportero, que por algo es autor de «El maestro de esgrima».

El escritor no se contuvo y le dedicó un zasca a través de su cuenta de Twitter a la altura de las descalificaciones del periodista: « Estimado imbécil, eso sólo significa que la Academia recoge el uso que a la palabra "república" dieron algunos escritores, y por eso la RAE menciona su uso. El diccionario no juzga ni opina. Está para aclarar a los analfabetos como usted el uso que se hace o hizo de las palabras».

No es nada nuevo. Sucedió hace poco con una de las acepciones del adjetivo «fácil» referido a una mujer, al hilo de las críticas de otro ofendido usuario de Twitter. Pérez-Reverte no se ha cansado de repetir que los usos negativos de una palabra no son una falta imputable a la RAE. En todo caso, los responsables serán quienes los utilizan o los han utilizado durante siglos . Y será el tiempo y su uso cambiante quienes harán decaer un significado histórico o incorporar otro nuevo.

El mensaje del reportero y escritor provocó reacciones a favor y en contra. Esto tampoco es una novedad. Maribel Córdoba reaccionó con este otro mensaje: «Sr. @perezreverte usted ha sido un impertinente al hablarle con esos términos al Sr. @Agus_Martinez58, bajo mi humilde opinión, usted es el imbécil... Baje un poco esos humos, resultan nocivos para su imagen ».

Hubo quien incluso quiso bajar al barro. «No, creo que se refiere al "bocachancla" y pedante de @perezreverte . Ni en mi barrio sueltan un tuit tan macarra. Y cuando contesta así, será por algo.......Ya que estamos de bajeza, le contestaría airosamente : "comemetoalapo"...», escribió Bigsawy.

Alguien, por fin, reparó en que el autor del primer tuit que dio pie a la controversia también había descalificado a los académicos . «Es curioso, los que cuestionan a @perezreverte nada dicen del insulto gratuito e innecesario del aludido a los académicos», hizo notar José Carrero-Blanco.

Alex Ramírez aplaudió el zasca del escritor: «Da gusto ver como en España aún queda gente inteligente que solo con el uso de la palabra,desmonte a una manada de gilipollas como este señor .Ademas,deja el tuit "fijado" para que nadie olvide a diario lo tonto que puede llegar a ser. Grande Arturo. Una vez más». Marchando otra ronda en el bar de Lola, esa barra imaginaria del novelista donde los apóstoles de lo políticamente correcto no tienen asiento. Ni falta que hace.

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