De nuevo, runrun en el PSOE andaluz

Había un mensaje claro que trasladar: Susana Díaz ha logrado la estabilidad política y económica en Andalucía. Y bajo ese argumento, la presidenta construyó todo su discurso de 50 minutos que el pasado miércoles pronunció ante el Parlamento en su comparecencia para dar cuentas de su gestión al frente de la Junta. Está en fase de reconducir su imagen pública fuera de Andalucía... por lo que pueda pasar.

El PSOE andaluz ya da por hecho que habrá nuevas elecciones generales el próximo 26 de junio pero sus responsables no tienen nada claro que el candidato a las mismas sea Pedro Sánchez. Dirigentes socialistas comentaban ayer en los pasillos del Parlamento que no hay tiempo para fabricar un nuevo candidato pero sí para presentar uno que ya sea conocido y valorado.

Como ocurrió en la Comunidad de Madrid con Gabilondo, quien logró unos resultados «aceptables».

Después del doble fiasco que Susana Díaz ha protagonizado sobre su posible marcha a Madrid, la cautela y la prudencia son ahora las principales premisas de trabajo. Aunque, dentro de su equipo más cercano, hay discrepancias sobre la estrategia a seguir y qué sería lo más adecuado para los intereses políticos de la lideresa. El discurso oficial ha variado ligeramente. Si durante la negociación de Pedro Sánchez, Susana Díaz decía «no estoy en eso ahora»; la frase del momento es «estamos viendo el partido». Claro que no aclaran si como público, en el banquillo o calentando por la banda.

Pero hay ruido de sables. Como los hubo en su momento. Y el ocho de mayo, fecha de las primarias del PSOE, está ahí mismo. Y todavía está todo abierto, si bien desde Andalucía descartan que Patxi López sea una opción de futuro. Susana Díaz ya ha visto en sus carnes cómo le ha salido la jugada de poner a un interino a los mandos del partido. Pedro Sánchez se le ha subido a las barbas. Ahora podría optar por otra fórmula que podría pasar incluso por apoyar un breve Gobierno del PP en la Moncloa y reforzarse como alternativa. Voces respetadas en el PSOE andaluz consideran que ésta era la mejor fórmula para Pedro Sánchez pero él no ha querido, ¿o no ha podido? aprovecharla.