Junta de Andalucía
La apuesta de la Junta por el software libre se diluye ante sus limitaciones
La administración regional adjudica por 7,3 millones la compra de nuevas licencias de Microsoft
Hubo un tiempo en el que el denominado «software libre» fue considerado como la panacea . Frente al oligopolio de las grandes corporaciones multinacionales, ante quienes sólo cabe la dependencia genuflexa, la posibilidad de utilizar aplicaciones informáticas sin coste cuyo funcionamiento puede ser conocido y modificado por el mundo entero.
Administraciones como la Junta de Andalucía se pusieron al frente de este movimiento ético y abrieron sus ordenadores de forma masiva al sistema operativo Linux (desarrollado como Guadalinex en Andalucía), alternativa al archiusado MS-DOS de Microsoft.
Más de una década después, y pese a que esa apuesta fue masiva, el cambio en la política digital de la Junta que ya venía apuntándose con los anteriores gabinetes socialistas acaba de ser refrendado oficialmente por la nueva administración con un gran contrato de provisión de licencias de Microsoft para el funcionariado andaluz.
La Dirección General de Transformación Digital , dependiente de la Consejería de Hacienda, Industria y Energía , ha adjudicado a la consultora Seidor por 7,3 millones de euros la compra de un total de 62.000 licencias de distintos productos de la empresa fundada por Bill Gates que volverán a inundar los ordenadores de los empleados públicos y de los entes instrumentales.
Volverán, porque esta adquisición se realiza como consecuencia de la finalización del plazo de vigencia de los permisos ya contratados en 2016 por la anterior administración socialista , que fue la que empezó a sufrir en sus propias carnes las limitaciones que aquejan a los programas de distribución libre.
¿Por qué se produce este viraje, reconocido en fuentes de la Consejería consultadas por ABC, que afirman no obstante que el «software libre» sigue siendo relevante por el ahorro que supone para la administación?
Pese a la vigencia total que en todo el mundo sigue teniendo este tipo de soluciones abiertas (por poner un solo ejemplo, el sistema operativo Android que permite usar millones de teléfonos está basado en Linux), desde la Junta se justifica que hay determinados tipos de perfiles de profesionales «que requieren soluciones más sofisticadas para ejercer sus tareas con la eficacia debida».
Documentos incompatibles
Así, en la memoria justificativa del contrato se hace referencia explícita al caso de la hoja de cálculo , cuyo uso en fuentes abiertas «supone un esfuerzo y coste muy elevados». A ello se le añade que el formato Excel (de Microsoft) «viene impuesto por aplicaciones para el intercambio de datos con otras administraciones ».
Expertos informáticos preguntados por este periódico, pese a defender las posibilidades de los programas accesibles universalmente, reconocen las limitaciones que en este caso, y también en el de las bases de datos, tienen otros programas de carácter abierto. «Excel no tiene rival», aducen.
En realidad, el uso de las aplicaciones de Microsoft en las computadoras de los funcionarios públicos andaluces venía dándose de antiguo. Pero de una manera soterrada. Hasta el punto de que en 2012 el Consejo Consultivo condenó a la Junta a pagar 12 millones a la multinaciona l por «el uso irregular de licencias y la utilización ilegítima de derechos de propiedad.
Fue una sanción dictada tras la demanda interpuesta por la compañía ante el Ejecutivo autonómico cuando conoció la utilización ireregular de sus programas en distintas consejerías .
Por ello, se le reclamaba esta millonaria cifra en concepto de responsabilidad patrimonial por la utilización ilegítima de sus derechos de propiedad intelectual. Un informe interno de la propia Junta detectó la existencia de licencias de la empresa informática sin autorización de uso .
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