El proyecto de la Obra Social La Caixa está implantado en más de 100 hospitales / ABC
El proyecto de la Obra Social La Caixa está implantado en más de 100 hospitales / ABC
Servicios sociales

La Obra Social La Caixa atendió a más de 2.000 pacientes con enfermedades terminales

A través de un plan integral que aborda el ámbito psicológico y espiritual desarrollado por la Fundación Cudeca

Málaga Actualizado: Guardar
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El Programa para la Atención Integral de Personas con Enfermedades Avanzadas de la Obra Social La Caixa ha posibilitado la atención en Málaga, y a través de la Fundación Cudeca, de 2.031 pacientes y 4.086 familiares.

La entidad explicó en un comunicado que este proyecto está implementado en 109 hospitales de toda España y a 126 unidades de soporte domiciliario, a través de 42 equipos de atención psicosocial (EAPS).

Desde su puesta en marcha en 2009, el Programa ha atendido a 83.561 pacientes y 121.526 familiares suyos de toda España, «recibiendo muy buena acogida y valoración por parte de pacientes, familiares y comunidad médica».

Con esta iniciativa, enmarcada en la Estrategia en Cuidados Paliativos del Sistema Nacional de Salud, La Caixa pretende complementar el modelo actual de atención a personas con enfermedades avanzadas con el fin de alcanzar una atención integral que tenga en cuenta los aspectos psicosociales: tanto el apoyo psicológico y emocional, social y espiritual al paciente y a sus familiares, como la atención al duelo, el apoyo a profesionales de cuidados paliativos y el acompañamiento de voluntarios.

Las dimensiones que mejoran en el paciente son la psicológica, la social  y la espiritual. La primera evaluación científica realizada en 2014, concluye que la atención psicosocial que ofrece el programa, y que contempla las tres dimensiones, responde a las necesidades y mejora en el 90 por ciento de los síntomas provocados por la enfermedad y que perjudican el estado anímico y psicológico de los enfermos atendidos.

La dimensión espiritual se considera un eje central de atención a las necesidades de los pacientes en situación de final de vida. Por ello, el programa ha impulsado una evaluación del dolor espiritual, basada en las entrevistas que los profesionales realizan a los pacientes. En estas conversaciones surgen cuestiones de carácter trascendente, como la necesidad de ser reconocido como persona; la necesidad de hacer una revisión de su vida y del pasado y encontrar sentido a la existencia; liberarse de la culpabilidad, de reconciliarse y sentirse en paz y perdonado; la búsqueda de un más allá y de una auténtica esperanza; el deseo de expresar emociones y vivencias religiosas, y amar y ser amado.

Los análisis realizados muestran que estas necesidades esenciales mejoran o se mantienen estables a pesar de la proximidad de la muerte en el 94 por ciento de las personas atendidas, tras la intervención de los EAPS.

Además, los resultados muestran que cuanto más alto es el nivel de sufrimiento de los pacientes, mayor es la efectividad de la intervención de la atención psicosocial. A pesar de partir de una situación más severa, tras la intervención del equipo se alivia el sufrimiento hasta llegar a unos, niveles tolerables, similares al de los pacientes que partían de una situación mejor.

Al abordar las necesidades esenciales, se reduce el malestar emocional de estos pacientes, a la vez que mejoran otros componentes psicosociales y espirituales ligados a la situación, como la ansiedad, estado de ánimo, el sentido de la vida y la sensación de sentirse en paz con uno mismo y con los demás.    

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