El ignoto agujero donde está Dana

Cinco meses después de desaparecer, la Guardia Civil sigue desbrozando el monte en busca del cuerpo de la joven rumana

Dana Leonte ABC

J.J. Madueño

La incógnita sigue, pese a los esfuerzos, cinco meses después. ¿Dónde está enterrada Dana Leonte? La chica desapareció el pasado 12 de junio, aunque en realidad fue asesinada supuestamente por su pareja. La versión oficial sostenida por la Guardia Civil es que Sergio la mató y enterró en la sierra de Arenas , un pequeño municipio de la Axarquía malagueña. Allí han aparecido parte de sus restos óseos, cuyo desmembramiento es incompatible con la vida. Se hallaron el fémur, algunas vértebras, un peroné y una tibia, pero nada del resto del cuerpo de esta joven rumana de 31 años. Se sabe que el cadáver está enterrado en esta parte de la sierra malagueña , incluso se ha acotado un perímetro por la triangulación de los móviles y el lugar donde se encontraron los huesos, pero no aparece el resto del cadáver.

Los investigadores están llevando a cabo un exhaustivo trabajo de búsqueda, que hasta el momento no está dando los frutos deseados. Y es que se ha buscado hasta en el pasado más oscuro del novio de Dana, que se encuentra en prisión investigado por su desaparición y asesinato . Agarrados a las declaraciones en el puesto de la Guardia Civil de Vélez-Málaga del padre y la hermana del supuesto homicida, los equipos de búsqueda han llegado a reabrir una tumba que el propio novio de Dana cavó cuando tenía 21 años para una antigua novia. «Se ha mirado, pero estaba vacía» , afirman a ABC fuentes cercanas a la investigación.

Un agujero en el campo

Y es que estos familiares del supuesto asesino, que se negaron a declarar ante la jueza, reconocieron a la Guardia Civil que cuando Sergio sólo tenía 21 años lo vieron cavando un agujero en el campo . Según testificaron, el supuesto asesino de Dana tenía una novia por aquel entonces y la relación se acabó rompiendo. Sus familiares explican que Sergio reaccionó excavando un hoyo en una de las fincas del padre y que, según les reconoció cuando le preguntaron por lo que estaba haciendo, les dijo que era para «enterrar allí a su novia». Uno de los episodios de violencia de género que tiene como antecedentes Sergio. Según la información judicial, tiene hasta cuatro detenciones por violencia , tres de ellas contra sendas parejas.

Sin embargo, el cadáver no apareció en la citada fosa, ni en el resto de la finca, ni en el resto de terrenos donde se ha buscado. Sólo el perro de un vecino de Arenas ha conseguido encontrar algunos restos de la asesinada. «Hay zonas en las que se está desbrozando el monte y todo», explican fuentes cercanas a la investigación, que aseguran que «el cuerpo va a aparecer tarde o temprano» . Y es que es fundamental tener el cadáver para certificar cómo murió Dana Leonte, ya que hasta ahora se supone que fue Sergio quien la mató golpeándola con un palo grueso en el que se halló un pelo incrustado .

Pero esto está por determinar y sólo se verá si aparece el cuerpo. Hasta el momento, los forenses no pueden certificar el origen de la muerte e, incluso, en el auto de ingreso en prisión de Sergio, la juez titular explica que no sabe si Dana Leonte murió en la casa que compartía con su pareja y su bebé o en otro lugar tras ser malherida en el domicilio.

Pese a las pruebas que hay en su contra, hasta el momento, Sergio siempre se ha declarado inocente , hasta el punto de que su abogado, Juan José Moreno, ha vuelto a pedir que se le ponga en libertad.

Algo que la Justicia no ha concedido, entre otras cosas porque se teme que pueda destruir pruebas . En contra de la defensa está también que se ha caído la versión de uno de los testigos que ponía en duda que Sergio pudiera ser autor del homicidio. Se trata del empleado de una gasolinera cercana a la cafetería que regentaba Dana Leonte y que dijo que la noche de la desaparición vio como habrían secuestrado a una mujer con sus mismas características .

Este empleado se ha retractado en el juzgado cuando ha sido llamado a declarar y dice que la mujer que vio no era la chica asesinada en Arenas, que sigue enterrada en la montaña pero cuyo dramático paradero sigue sin dilucidarse, cinco meses después de que se le perdiera la pista.

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