Ana Mula
Ana Mula - ABC
175 ANIVERSARIO

«Hace 175 años Fuengirola era un pequeño pueblito y ahora es una gran ciudad»

Ana Mula, alcaldesa de Fuengirola, repasa el pasado, presente y futuro de la gestión de esta localidad

FUENGIROLA Actualizado: Guardar
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Ana Mula se considera parte del legado de Esperanza Oña. Dice que llegó a la política «de forma casual». Estudió Derecho y se presentó a una oposición del Ayuntamiento de Fuengirola en 1989. «Comencé a trabajar en junio», señala. Dos años después de aquello Esperanza Oña le propuso entrar en las listas del Partido Popular para las elecciones municipales. Comenzó una carrera política que no ha parado desde entonces. «Salí en el número siete, era el último concejal del PP en aquellas elecciones», recuerda. Desde entonces y tras renunciar a su propio despacho de abogados, que estaba montando cuando entró en política, ha formado parte del equipo de gobierno. Ha sido la eterna «mano derecha» de Oña y es secretaria general del PP de Fuengirola.

«En octubre de 2014 Esperanza Oña me plantea que se va y que si me gustaría asumir la Alcaldía de Fuengirola», relata. Desde entonces ostenta el cargo al que dedica la mayoría de su tiempo. Es una histórica del pleno de la ciudad y lleva con orgullo ser del barrio de «El boquetillo».

Tras las últimas elecciones obtuvo las confianza de los ciudadanos y ahora le toca desarrollar su proyecto de ciudad. «Los vecinos decidieron votarme en mi candidatura», señala Ana Mula, quien quiere continuar con la labor de desarrollo de Fuengirola que se ha llevado a cabo en los últimos 25 años y en la que ha participado de forma activa.

– ¿Cómo es el cambio de ser parte del gobierno a ser alcaldesa?

– Nunca pensé que el cambio pudiera ser tan sustancial. A pesar de haber tenido delegaciones muy fuertes y con mucha responsabilidad dentro del equipo de gobierno, es cierto que estaba en un segundo plano, una labor más de gestión. Ahora al asumir la responsabilidad cambia drásticamente tu vida. Hay que salir y dar la cara por todos, porque eres la responsable de todo, a pesar de ser cosas en las que apenas intervienes y que pueden ser de mero funcionamiento de la administración. Pero, por el contrario, también es algo muy gratificante porque te permite desarrollar un proyecto que previamente has concebido, trabajarlo y ponerlo en marcha. Por tanto, también puedes disfrutar de las consecuencias de esos proyectos que has puesto en marcha.

¿Cómo ha cambiado aquella Fuengirola en la que aterrizó hace décadas?

– Era muy diferente. El desarrollo fuerte de esta ciudad se produce en los años 80 aproximadamente y vine a vivir a Fuengirola en 1971. Hay una Fuengirola de aquella época y otra de ahora, que no tienen nada que ver. Aunque parezca pretencioso, la ciudad en los últimos 25 años es cuando ha experimentado una mejora sustancial en todas las infraestructuras. Edificios públicos, instalaciones deportivas, calles, dotaciones de equipamientos... Se ha transformado de una forma sustancial en ese período. He vivido la transformación de un pueblo importante a ser una gran ciudad. Es paso se ha producido creo que gracias a la valentía de la alcaldesa en aquel momento, Esperanza Oña, y al equipo que la rodeábamos. Supimos ver, que Fuengirola era una ciudad que necesitaba progresar en muchas cosas. Debíamos ser valientes y tomar decisiones que ayudaran a la conversión en gran ciudad.

¿Por qué es tan importante este 175 aniversario?

– Fuengirola empieza a autogobernarse hace 175 años. Cualquier momento histórico que marca un inicio hay que tenerlo en cuenta. Celebramos que hace 175 años Fuengirola comenzó a existir como municipio, a gobernarse, a tomar sus propias decisiones y a ser una ciudad, que es lo que hoy somos. Entonces era un pequeño pueblito y ahora es una gran ciudad. Eso hay que celebrarlo.

¿Por dónde pasa el futuro de la ciudad?

– Está en potenciar Fuengirola como municipio turístico. Eso es obvio. No sólo como un lugar de destino veraniego, sino todo el año. No hay un invierno duro que lo convierta en un lugar al que no se pueda venir. Debemos ser todo el año un destino turístico por excelencia. Hay un clima magnífico y hay que seguir insistiendo en ser ese destino. Para eso hay que conseguir que Fuengirola tenga las mejores infraestructuras, ser novedosos en la toma de decisiones y ser valientes para tener miras de futuro y poner en marcha proyectos que, a lo mejor en otros momentos, nadie se haya planteado de cara al futuro y que hay desarrollar.

Por ejemplo, ¿qué proyectos?

– Tenemos que conseguir que la Junta de Andalucía nos autorice la ampliación y remodelación del puerto deportivo de nuestra ciudad. Es la instalación que nos puede convertir también en un revulsivo dentro de la costa. Al mismo tiempo hay que seguir invirtiendo en mejorar las infraestructuras de la ciudad con nuevos equipamientos deportivos y culturales. Tenemos que mejorar los equipamientos culturales para que sean centros de uso durante todo el año y no de sólo una visita. Pero es verdad que el Puerto Deportivo es la gran asignatura pendiente. Y lo es porque no hemos tenido los permisos necesarios para afrontarlo. He iniciado hace algunos meses ronda de contactos y hay, por primera vez, un espíritu colaborador en la Junta de Andalucía. Espero que siga siendo así, para poder llegar a un acuerdo que nos permita una remodelación y ampliación. Necesitamos que sea algo sostenible y real. No podemos aspirar a un proyecto sin visos de realidad. Tiene que ser factible desde el punto de vista económico y debe revertir en la ciudad en un plazo razonable. No tiene ningún sentido plantear una macro inversión que nadie esté dispuesto a hacer. Tiene que ser realista, de futuro y que sea una solución a los problemas que tiene actualmente.

¿Y qué no puede perder de vista del pasado?

– Debe tener presente su origen, la generosidad que nos ha caracterizado siempre como municipio y la solidaridad de esta ciudad. Esos rasgos característicos debemos potenciarlos y no perderlos nunca de vista porque el futuro de la ciudad pasa por ahí. Para que la gente siga eligiendo Fuengirola como destino debemos conservar eso y potenciarlo.

– Fuengirola tiene 133 nacionalidades y un apátrida. ¿Cómo se gestiona esa mezcla de culturas?

–No es tan difícil. Estamos acostumbrados a recibir a tantas personas de tantas nacionalidades y culturas diferentes. Es verdad que aunar los intereses de todos es complicado. Pero cuando se toma una decisión que es justa todo el mundo la recibe de forma grata. Al final hay que satisfacer las necesidades de todos los ciudadanos, que suelen ser las mismas, al margen de cuáles sean las nacionalidades. Todos los ciudadanos necesitan unos servicios básicos, calles adecuadas, instalaciones... Luego vendrán las barreras del idioma y culturales que ya se salvarán. Intentamos darles cabida y ser generosos con todas esasculturas y crear lugares de encuentro como la Feria Internacional de los Pueblos, donde nos encontramos todos y compartimos todos esos momentos.

– Como municipio turístico hay meses del año en los que la población se multiplica y luego se encoge. ¿Cómo se gestiona todo eso?

– Cada vez son más los momentos en los que se estira la población porque el clima lo permite. Supone un gran esfuerzo en la prestación de servicios. Es una importante dotación presupuestaria y de los trabajadores municipales, porque la ciudad debe estar siempre preparada para recibir grandes masas de población. Debemos diseñar con una cierta racionalidad nuestros servicios, para poder responder a esa gran masa de población que nos acompaña cada vez con más frecuencia y que ojalá que no se vaya. Será una señal de que nuestra ciudad funciona. Por eso es raro el mes que no tenemos dos o tres actividades de gran calado que nos convierten en centro de atracción.

Aparte, el desarrollo urbanístico está muy limitado por la falta de espacio...

– No se puede hablar ni siquiera de desarrollo urbanístico, porque que Fuengirola está consolidada en torno al 90 por ciento. Lo que queda de desarrollo urbanístico es quizá menos del 10 por ciento. Ya no podemos hablar de desrrollo, sino de consolidación urbanística de la ciudad. El término municipal son sólo 10 kilómetros cuadrados y lo que queda por desarrollarse es muy poquito. Tenemos que ser muy ingeniosos a la hora de desarrollar las figuras de planeamiento, teniendo en cuenta las características de ese desarrollo que se produjo en los años 70 y 80. Ahora hay que rentabilizar los espacios para crear las infraestructuras que los ciudadanos nos demandan.

¿En qué se traduce eso?

– Mientras que en Fuengirola hace unos años no había un solo aparcamiento subterráneo, ahora somos la ciudad de la Costa del Sol que más tiene en relación al espacio que hay para construir. Hemos sido capaces de hacer aparcamientos para los residentes y en rotación. Eso ha mejorado mucho las condiciones de vida de los vecinos. Hay que ser imaginativo y buscar cosas donde nunca nadie vio nada. El Rio Fuengirola con la creación del parque fluvial, por ejemplo. Quien conociera el río hace seis años y lo conozca hoy puede ver que ha habido mucha imaginación, trabajo y un proyecto serio para responder a lo que los ciudadanos piden. Tenemos que ser creativos para jugar con los pocos recursos que tenemos y crear lo que nos demandan los ciudadanos.

– Entre los proyectos está también la recuperación de patrimonio...

– Tenemos que mantener y proteger el patrimonio histórico. El Castillo es el principal referente y por eso se han acometido diferentes actuaciones encaminadas a engrandecerlo y a darle más importancia a ese elemento que nos caracteriza. Vamos a seguir acometiendo actuaciones para ponerlo aún más de relieve y mejorando el entorno, que con el parque fluvial se ha convertido en el pulmón de la ciudad. También está «La finca del secretario», que es un reducto importante desde el punto de vista cultural. Y aspiro que en esta legislatura se pueda resolver la situación de las termas romanas, que forma parte de ese patrimonio cultural, y que está en manos privadas. Estamos trabajando para darle una solución y que pase a ser público en esta legislatura para acometer una actuación mejora.

Se ve una apuesta clara por lugares de ocio. ¿Por qué?

– La ciudadanía demanda, cada vez más, espacios de ocio y lúdicos, a parte del desarrollo de la vida laboral. Nuestra misión es poner en manos de la gente enclaves destinados al esparcimiento y de diversión. Al final, somos un municipio turístico y debemos ofrecer ese tipo de productos para los residentes y para los que nos visitan.

Pese a las limitaciones de espacio, demográficamente Fuengirola sigue creciendo. ¿Cuál es la explicación?

– En Fuengirola se vive muy bien. Es un municipio que tiene de todo y donde se está cerca de cualquier punto. Si vives en el punto más alejado de Fuengirola tienes la playa a una distancia corta. Si necesitar ir a un espacio cultural igual y si quieres ir a un lugar comercial también hay poca distancia. Puedes vivir en el bullicio del centro o apartado del mundanal ruido sin que las distancias sean largas. La ciudad reúne todos los requisitos para todos los públicos. Se puede ir andando a todos los sitios en pocos minutos.

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