Tribunales

El dueño de Villa Padierna, a juicio por coacciones contra el empresario que le gestionaba el «spa»

Está citado el miércoles 8 en una vista oral en la Audiencia de Málaga por un caso que se demora ya seis años

Ricardo Arranz Francis Silva

ABC

El empresario Ricardo Arranz , propietario del Hotel Villa Padierna , ha sido citado este miércoles 8 de julio a la vista oral por que celebrará la Audiencia Provincial de Málaga por un presunto delito de coacciones, cometido cuando impidió la entrada a sus hoteles al personal al que había cedido los servicios de «medical wellness» (belleza, bienestar y salud).

Arranz se enfrenta a la petición fiscal de dos años de prisión . Aunque la acusación particular , que ejerce la titularidad de la empresa «desalojada» de esos servicios, pide que el empresario sea condenado también por apropiación indebida .

Los hechos que se enjuiciarán el miércoles tuvieron lugar en abril de 2014. Entonces, según el relato de la acusación particular, Arranz impidió la entrada a los hoteles Villa Padierna en Marbella y Villa Padierna Thermas en Carratraca al personal de BDB Wellness . Era la empresa que desarrollaba, en régimen de exclusividad, sus servicios de «medical wellness» bajo un contrato de cesión de uso de espacios comerciales.

Siempre según este relato, Arranz cambió las cerraduras de las puertas de acceso de los locales que tenía arrendados y retuvo «por la fuerza» los bienes, ordenadores, mercaderías, maquinaria e instalaciones que se encontraban en su interior. De ahí que también se le solicite sea condenado por apropiación indebida, delito por el que se solicitan otros cuatro años de cárcel .

El Juzgado de Instrucción número 5 de Marbella dictó un auto el 28 de abril de 2015 ordenando la apertura de las instalaciones para que BDB Wellness, con el auxilio de la Guardia Civil, pudiera retirar los bienes de su propiedad. Previamente, las diligencias de la policía científica informática de la Guardia Civil acreditaron además que se produjo «violación de ordenadores y demás equipos informáticos», asevera la parte afectada.

Ese mismo Juzgado de Instrucción falló que se continuara la tramitación de las diligencias previas por procedimiento abreviado, por si los hechos investigados fueren constitutivos de un delito de coacciones y de apropiación indebida.

Ricardo Arranz ha mantenido desde el inicio del litigio que se vio forzado a rescindir el contrato con BDB por las quejas que recibía de clientes a los que supuestamente se exigía pagar en efectivo «para burlar la fiscalización del hotel».

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