Buscan en una iglesia de Porcuna la inscripción que relaciona a Julio César con Obulco

El dictador romano acampó en la villa durante meses para preparar la decisiva batalla de Munda

JAVIER LÓPEZ

La Iglesia de San Benito es una joya medieval que se alza en el municipio jiennense de Porcuna sobre la acrópolis romana de Obulco. En el templo se busca la inscripción en piedra que relaciona a la villa con Julio César, quien acampó en ella en el año 45 antes de Cristo para preparar la batalla de Munda, en la que derrotó definitivamente a su rival Pompeyo. El dictador compensó el apoyo con la concesión de un estatus especial para la ciudad, que en agradecimiento grabó hace más de veinte siglos una inscripción en su honor a partir de un poema hagiográfico de Virgilio.

La inscripción que prueba la relación entre Julio César y Obulco estuvo guardada en la iglesia de San Benito hasta el siglo XIX, cuando se le pierde la pista. Para el arqueólogo Pablo Casado, director del museo de Porcuna, la importancia de la misma se deriva de que constata que el genio militar romano apadrina el desarrollo de Obulco al declararlo municipium pontificensis. Y lo hace porque fue una de las escasas ciudades de la Bética que le brindó su apoyo durante la guerra entablada contra su antiguo aliado.

La inscripción se realizó tras retornar a Roma Julio César, donde menos de un año después fue asesinado. La muerte del dictador no frenó la pujanza de la ciudad, que al apostar por el ejército que ganó la Guerra Civil se garantizó el quid pro quo de Roma. Casado explica al respecto que César compensó debidamente el trato que recibió cuando se acantonó en ella junto a 6 legiones formadas por 36.000 soldados, a los que se les proporcionó comida. Y a cuya caballería, agotada por el largo trayecto, no les faltó grano y paja para alimentarse.

Julio César viajó desde Roma a Obulco en tan sólo 27 días, un tiempo récord para la época. Aprovechó la red viaria del imperio para recorrer a veces casi 90 kilómetros durante una jornada. Una vez en la ciudad, según reflejan textos del historiador Estrabón, instaló en esta villa un campamento fortificado desde el que partió hacia Córdoba, en cuyo asedió fracasó, si bien derrotó después a Pompeyo en la actual Montilla.

Pablo Casado admite que en la ciudad, por la gran extensión de su término, no se han encontrado restos del campamento romano, pero puntualiza que Obulco es en cierto modo una consecuencia de la visita de Julio César, ya que tras obtener el estatuto municipal de derecho latino y el rango de ciudad vencedora y noble se expandió y enriqueció. Llegó incluso a acuñar moneda propia.

Además, se construyó un anfiteatro con capacidad para 20.000 espectadores, cuyos restos han emergido ahora. El director del museo confía en que también aparezca la inscripción, dado su convencimiento de que está en algún lugar de la iglesia de San Benito.

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