Mazapanes «ibéricos»

La confitería Rufino de Aracena renueva sus recetas centenarias, que han probado reyes y famosos

Sevilla Actualizado: Guardar
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«Casa Fundada en 1875». Así figura el marchamo azul y blanco de Confitería Rufino. Su obrador lleva horneando dulces en Aracena desde hace 140 años. Tocino de cielo, yemas, bizcotelas y finos (pasteles ingleses de almendra y yema con cobertura de azúcar) son sus especialidades. En 2006, la familia que regenta la dulcería abrió el segundo obrador con tienda en Valverde del Camino.

La Sierra de Huelva es su cuna, la misma que la del jamón ibérico; por eso los reposteros han inventado el mazapán «pata negra», con sus pezuñas de chocolate y todo, para su surtido navideño, en el que no faltan turrones. Elabora tres clases de chocolate. «El blanco era el favorito de la Duquesa de Alba, doña Cayetana.Todos los años nos hacía su pedido», comenta Pilar Rodríguez, que lleva el negocio familiar junto a su madre y sus hermanas.

Su padre, ya fallecido, tomó el testigo al último eslabón de los fundadores, Rafael Rufino, que no tuvo descendientes, pero buscó a otro pastelero para traspasarle su confitería cuando se jubiló. «Se pasaba diariamente por el obrador para confirmar que todo se hacía como se tenía que hacer», señala Pilar. Los cánones están escritos en viejos recetarios. La dulcería de Aracena conserva facturas emitidas en reales de vellón y con la libra como unidad de peso.

Pilar Rodríguez relata sabrosas historias de clientes distinguidos. Don Juan de Borbón, el padre del Rey Juan Carlos, era aficionado al tocinillo de cielo. El marqués de Aracena le enviaba los dulces en cubiletes de lata hasta Estoril, en los años del exilio. El embalaje venía de vuelta a Aracena.

Los Reyes de Bélgica ya desaparecidos, Balduino y Fabiola, también eran devotos de sus dulces, que se venden frescos del día, según relata la confitera. Clientes entusiastas son también José Manuel Soto, El Mani, Los Morancos o la cantante onubense Argentina, cuyos orígenes están en la vecina Galaroza. «Los diseñadores Vitorio y Lucchino vienen cada 5 de enero a por su roscón de Reyes», señala Pilar, que también surte a periodistas como Barbeito, Rafael Cremades y a medio Canal Sur.

«Nuestro secreto es la calidad de la materia prima. No nos conformamos con cualquier almendra. Ahora tenemos un proveedor de Córdoba. Fue una pena que se perdiera la almendra de Cartaya», señala la maestra confitera.

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