Televisión

El Planeta Calleja descubre el Geoparque de Granada: «No es justo que no se conozca»

El aventurero español Jesús Calleja queda «fascinado» tras la visita del programa Volando voy de Cuatro a este paraje granadino que opta a ser reconocido mundialmente por la Unesco

A la izquierda, el Cascamorras, protagonista de una de las tradiciones más importantes de Guadix y Baza. Lucía Herrero

Leo Rama

De noche, al fresco y en sillas de plástico, ante una gran pantalla, se sentó la gente de la tierra —arcillosa— del Geoparque de Granada . Abrigados, porque es el norte de la provincia y aquí el cielo no perdona, los participantes en el programa de televisión del aventurero Jesús Calleja pudieron disfrutar de una proyección en primicia del último episodio de Volando voy , emitido en horario de máxima audiencia este pasado domingo en Cuatro . La metaescena, como en un cine de verano interminable, es el hilo conductor del guión de este emocionante capítulo de una hora de duración en el que aparece una mínima parte de los tesoros que esconden los 47 municipios que componen uno de los parajes que más han «fascinado» a Calleja : «No es justo que no se conozca este lugar».

Como en un cine de verano, los participantes disfrutaron del programa en primicia. Cuatro
Jesús Calleja y Lucía Herrero. L.H.

El Geoparque de Granada, aventajado candidato a ser reconocido por la Unesco en su Red Mundial de Geoparques , ha sido el escenario de este último programa del montañero español, que alcanzó la fama con su otro programa, Planeta Calleja . El resultado del rodaje —realizado entre el 29 de abril y el 5 de mayo de este año— es un auténtico viaje en vuelo a ras de las huellas de la vida desde el periodo Cuaternario hasta la actualidad. En helicóptero, siempre acompañado de lugareños que protagonizan el episodio, Jesús Calleja descubre con asombro un lugar tan «especial», digno de ser retratado por la reputada fotógrafa Lucía Herrero , elegida para inmortalizar artísticamente a los participantes —algunos en «pirringues», es decir, en pelotas— en una sesión que será utilizada por la Diputación de Granada para dar a conocer este singular paisaje, de pronto desierto y de pronto bosque, repleto de patrimonio y personajes no menos peculiares.

Fotografía multitudinaria, con desnudos, en los «badlands» del Geoparque de Granada. L.H.
Pepe Ruiz, cuevero de Benalúa de Guadix, junto a su perro Neutrino. L.H.

Pepe Ruiz , de Benalúa de Guadix , cuevero de profesión, un oficio que muy pocos conocen en la actualidad, guía a Calleja por las grutas que él mismo ha esculpido en el interior de la tierra, por las afamadas casas cuevas que caracterizan estos contornos granadinos, a los pies de Sierra Nevada . Con el arte de un «pensador» humilde, el picador de cuevas ilustra al montañero en su peculiar teoría telúrica acerca del influjo que ejerce en los humanos el subsuelo , refugio de pobres desde la noche de los tiempos hasta hoy, cuando se han convertido en un importante reclamo turístico: «Aún todavía hay trogloditas» . «Las cuevas tienen unas cualidades que son una maravilla, una cueva te aísla no solo del frío y de la calor, sino del sonido, de los rayos que emite el sol…», dice para referirse a los «neutrinos» ; de ahí el nombre de su chiguagua, con el que posó ante la prestigiosa mirada de la fotógrafa Lucía Herrero.

Pepe Ruiz y otro cuevero, fotografíados mientras pican las entrañas de la tierra. L. H.

Una apuesta de futuro

Repasando el bestiario de un tiempo pasado del que ha quedado un testimonio en yacimientos como el del municipio de Fonelas , el programa rememora la existencia de extintas jirafas, mamuts sin pelo, félidos con dientes de sable, cebras o guepardos; de la mano del geólogo y paleontólogo Alfonso Arribas , madrileño de origen, granadino de adopción, director de esta excavación y uno de los principales artífices del proyecto del Geoparque de Granada, el cual ha definido como «una oportunidad» para «poner el norte de la provincia de Granada en el mapa del planeta» . Arribas lleva años apostando por la idea, que no deja de ser abstracta y requiere de una materialización. El futuro de este territorio, en el que la Diputación y los 47 municipios que lo integran han apostado como revulsivo frente al fenómeno de la despoblación , será el fruto de la concreción de un pretendido modelo de desarrollo sostenible.

Alfonso Arribas, durante la entrevista con Jesús Calleja. Cuatro

«Depende de los que vivimos en el mundo rural» , insiste Arribas en un discurso que ha pregonado por todos los rincones de las comarcas del norte Granada. Porque, en días de éxodo, los hay que quieren seguir viviendo en los pueblos. No es algo nuevo. Ese arrebato por lo propio lo representa Jesús María, un maestro jubilado de Galera , que narra al borde de la lágrima a Jesús Calleja su vinculación con el importante yacimiento que se encuentra en su pueblo, los vestigios de un tiempo remoto, pero próximo. que este profesor que decidió quedarse no quiere que termine mientras él pueda evitarlo: «Aquí nació todo y no me gustaría ser testigo de cerrar, de bajar la persiana» .

El maestro jubilado Jesús María, en el centro, junto a dos de sus antiguos alumnos, a los que enseñó el amor por su tierra, en el yacimiento de Castellón Alto de Galera. L.H.

Al contrario, la ilusión con la que el maestro enseñaba a sus alumnos ha despertado vocaciones que en la atualidad se mantienen la zona con actividad científica. Es el caso del arqueólogo José Manuel Guillén , director de la excavación de Castellón Alto de Galera , y también del geólogo Francisco García . «Hay toda una generación que ama su pueblo y su zona por la semilla que Jesús María plantó en nosotros», reconoce Guillén antes de explicar con rigor cómo de dura era la vida hace cuatro mil años, en la Edad de Bronce, en este paisaje semiárido y que ahora es posible reinterpretar gracias a los trabajos desarrollados en éste y otros yacimientos del entorno.

Calleja, con José Heras, el Cascamorras, vestido de arlequín. Cuatro

El programa de Jesús Calleja también da cuenta de una de las tradiciones más importantes de estas comarcas, como es el Cascamorras , de cuya historia habla uno de los afortunados que han tenido el privilegio de vestir el traje de arlequín de este personaje, símbolo de la sempiterna rivalidad amistosa que une a los municipios de Baza y Guadix . En este último, José Heras , profesor de educación física, el último que ha encarnado al Cascamorras, repasa el origen de esta fiesta de ida y vuelta en la que se conmemora la disputa de ambas localidades granadinas por hacerse con una talla de una virgen que apareció en una cueva en la que estaban trabajando un bastetano y un accitano, según cuenta la leyenda. Un enfrentamiento que hoy día se salda con pintura y aceite vegetal.

Calleja ahora lo sabe; «no se la lleva» , como manda la tradición del Cascamorras, denominada fiesta de Interés Turístico Internacional; pero siempre podrá volver, y le quedará el recuerdo de haber contribuido a dar a conocer una de las zonas más extraordinarias y olvidadas de la geografía española en un momento decisivo para las comarcas del norte de Granada, cuya candidatura a la Red Mundial de Geoparques será resuelta por la Unesco en la primavera de 2020. Y el sobresaliente ya lo tiene .

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