LITERATURA

El testamento de Valle-Inclán: Martínez Torrón saca a la luz manuscristos inéditos de «El ruedo ibérico»

El profesor cordobés había publicado la edición crítica de la magna obra del autor gallego

Ramón María del Valle-Inclán, ante una librería de Santiago de Compostela ABC

Andrés González-Barba

La visión que tenemos de España no sería la misma sin la obra de Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936), uno de los escritores que mejor supieron plasmar la idiosincrasia nacional a través de textos lúcidos y críticos no exentos de ironía. Recientemente ha visto la luz la obra «Manuscritos inéditos de El ruedo ibérico» (Renacimiento/UCOPress Editorial Universidad de Córdoba) en una edición preparada por Diego Martínez Torrón.

Según indica el catedrático de la Universidad de Córdoba, «estos manuscritos desarrollan aspectos que había tratado inicialmente en “La corte de los milagros” -el tema de la defenestración del guardia por los pijos bohemios de la época- y en “Baza de Espadas”. Aquí reaparecen personajes grandiosos como el anarquista Fermín Salvochea , la prostituta Sofi y su chulo Indalecio Meruéndano, a quien quieren culpar injustamente de la muerte del guardia. También reaparece en memorable escena el marqués de Bradomín , enamorado de una aristócrata progresista».

Considera Martínez Torrón que «El ruedo ibérico» no es sólo la obra cumbre de Valle-Inclán, sino de la narrativa del siglo XX . «El novelista más importante de todos los tiempos y de todas las culturas es para mí Miguel de Cervantes en el “Quijote”, de quien estoy a punto de terminar una edición anotada de un modo diferente». «Para mí “El ruedo ibérico” -prosigue- es en muchos puntos casi comparable a la obra de Cervantes, siendo ambas muy diferentes. Pero las dos están llenas de vida y de autenticidad humana y artística, y resisten infinitas lecturas en las que en cada una encontramos algo valioso y diferente. Por no hablar del estilo incomparable que tienen y la profundidad de pensamiento en el análisis de su época».

Profundidad y belleza

Desde un punto de vista filológico, estos manuscritos inéditos presentan algunas variantes con respecto a la obra anterior de este autor. «Nos encontramos ante el Valle-Inclán más maduro, curtido por la vida y los desengaños , separado de su mujer, a la que adoraba, y creo que arruinado ante la quiebra de su editora la CIAP, además de enfermo…» Pese a todos estos percances, Martínez Torrón dice que Valle «es capaz de escribir una obra impresionante por su humanidad, profundidad y belleza. Azorín tiene unas descripciones admirables, pero las de Valle en esta obra las superan con mucho», asegura. «Como estudié en mi edición de “El ruedo ibérico” en la colección Letras Hispánicas de la Editorial Cátedra en 2017 y en mi libro “Valle-Inclán y su leyenda”, editado por Comares en 2015, “con dos adjetivos te describe un personaje y dibuja un mundo”. Autocito estos dos libros porque son complemento de la edición que nos ocupa y fruto de muchos años de duro trabajo».

El profesor cordobés Diego Martínez Torrón, que ha preparado esta edición Valerio Merino

Otra de las bazas de los manuscritos es la aparición de ciertos personajes que ya lo hacían en el resto de las piezas que componen «El ruedo ibérico». «El anarquista Fermín Salvochea se rebela contra el montaje legal de los aristócratas, que quieren culpar a otro de la muerte del guardia, al que arrojan por una ventana por simple broma de mal gusto. Hay diálogos admirables entre él y el forense tratando de que se haga justicia. Me pregunto si la escena no la pudo leer Valle en algún periódico de la época, aunque no he podido encontrarla, o si es anécdota que le relataron. En todo caso aquí desarrolla al personaje de Fermín, que vive una escena memorable en “Baza de espadas” con la Sofi, que se enamora de él, y que aquí, mientras el guardia agoniza en una escena terrible, se ofrece con su pobreza a cuidar de los hijos del guardia… Hay una gran humanidad en todos estos textos, que tienen además una calidad literaria indudable. Y la Macaria es otro gran personaje popular, fruto de la observación del escritor, quien, como he estudiado, aprende de la vida en la bohemia nocturna ».

Los manuscritos muestran a personajes que ya aparecían en las demás piezas de «El ruedo ibérico»

El personaje colectivo tiene también una importancia capital en estos textos inéditos. Sobre este asunto, el catedrático cordobés señala que «El ruedo ibérico» destaca por ser «una obra coral» que «el gran cineasta Luis García Berlanga desarrollará de otro modo. Pero es muy superior en profundidad y sentido ideológico al “Manhattan Transfer” (1925) de John Dos Passos y a otras obras de la época. Hay que rescatar el auténtico valor de esta obra de Valle. “El ruedo ibérico” es mil veces superior al “Ulises” de Joyce o a la obra de Proust, con las que injustamente se le han comparado».

Preguntado igualmente sobre si «El ruedo ibérico» es un fresco imprescindible para entender mejor la España de finales del siglo XIX y principios del XX, Diego Martínez Torrón es categórico: «He estudiado y demostrado en mis libros citados cómo a través de la recreación del ambiente previo a la Revolución Gloriosa de 1868 se plantea nada menos que el tema de la validez y posibilidad o no de la revolución, siendo en el fondo muy escéptico de todo. Ahí es nada…»

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