Entrevista a Juan Calmaestra

«Tener 1.500 'likes' no te hace mejor persona»

El profesor de Psicología Evolutiva de la UCO es uno de los mayores expertos de España en «ciberacoso»

Juan Calmaestra Valerio Merino

Aristóteles Moreno

Uno de cada cuatro estudiantes ha sufrido acoso escolar en algún momento de su formación. Uno de cada dos ha presenciado un caso de «bullying» . La irrupción de las redes sociales ha multiplicado de forma exponencial los efectos dañinos del hostigamiento. Más difusión, más crueldad, más escarnio público. La Fundación Barça acaba de concluir con éxito un programa experimental para combatir esta lacra escolar. Un 23% menos de agresores. Un 60% menos de cibervíctimas . Durante dos años, un equipo de especialistas han implementado un proyecto piloto en 26 escuelas de Cataluña y 5.000 alumnos. A su frente, Juan Calmaestra , un experto en Psicología Evolutiva de la Universidad de Córdoba .

-¿Por qué agredimos?

-Es una pregunta muy compleja y tiene muchas respuestas. Hay chicos que son torpes y no saben relacionarse de otra forma. Otros viven violencia en su casa y la reproducen. Hay niños que sufren algún tipo de crisis y lo solucionan así. Y algunos son sociópatas o psicópatas y les gusta pegar a otros.

-¿Y por qué contemplamos impasibles la agresión?

-Nos hemos acostumbrado. El término chivato ha hecho mucho daño. Nosotros lo hemos desterrado del aula. El fenómeno del «bullying» no es un problema individual entre un agresor y una víctima. Es un problema colectivo. Y es responsabilidad de todos impedir que siga pasando.

Juan Calmaestra (Bujalance, 1981) quería ser fontanero. «Se ganaba una pasta entonces», asegura. Pero su padre, tendero de barrio, se negó a que su hijo se desconectara de los estudios. Solución: estudiar una carrera corta. Y se inscribió en Magisterio . Ahora, 19 años después, es un enamorado de su profesión. «Enseñar a leer a un niño es lo más grande que existe», dice sentado en su despacho de la Facultad de Ciencias de la Educación .

-Le gusta enseñar.

-Es una maravilla ver la evolución de los niños .

-Y tendrá una idea del porqué del brutal fracaso escolar.

-La legislación no ayuda nada. Hay un cachondeo de leyes. Una pérdida de autoridad del docente y de respeto. Y un cambio brutal tecnológico . La escuela no ha sabido adaptarse.

-¿A usted lo respetan?

-Yo creo que sí.

-¿Cómo que cree?

-Mis alumnos me escuchan y en los pasillos me saludan. Hay buena relación.

-¿Qué revolución exige la educación?

-Lo primero es hacer un pacto educativo que dure una generación. Ningún niño ha terminado en el sistema en que empezó. Una formación del profesorado que apueste por la calidad docente. Y un reconocimiento social de su labor.

Juan Calmaestra, durante la entrevista con ABC Córdoba Valerio Merino

-¿Hay que dinamitar las clases magistrales?

-Del todo no. No podemos prescindir de ellas, porque hay contenidos que solo se pueden trabajar así. Pero es verdad que hay que complementarlas con nuevas tecnologías y cosas que emocionen a los niños. Los avances de la neurociencia dicen que si los alumnos no se emocionan, no terminan de aprender.

-Pues los niños no se emocionan mucho cuando entran en un cole.

-Ese es uno de los problemas.

-¿El móvil es enemigo del aula?

-No. Hay que utilizarlo bien y a partir de determinadas edades.

-¿Por ejemplo?

-Si se usa para sacar « selfies » o para distraerse no sirve. Si estamos haciendo un proyecto sobre una planta y busco en mi móvil una foto estoy aprendiendo genial. La realidad aumentada es maravillosa si se utiliza bien.

-¿La crueldad es poder?

-En algunos contextos sí. Hay clases donde se acepta la violencia como forma natural de interacción. Y el más violento es el más popular de la clase .

-Uno de cada cuatro alumnos ha sufrido acoso escolar. ¿En qué clase de sociedad vivimos?

-En una en la que desgraciadamente nos hemos insensibilizado hacia eso.

-¿Los agresores del colegio serán los canallas del futuro?

-Los estudios nos dicen que sí. Y muchos de esos canallas tendrán éxito. El jefe que hace « mobbing », que explota a los empleados, que los destroza consigue rendimiento en la empresa. En contextos hiper competitivos, quien más aprieta termina teniendo éxito. Tenemos que cambiar el modelo de hiper competencia a hiper cooperación. Así nadie tendrá la tentación de machacar a alguien para destacar.

-Pues vivimos en un mundo que sacraliza la competitividad.

-Desgraciadamente, sí. Tenemos que ver al de al lado como un compañero , no como un competidor. Si no cooperamos, el mundo se nos va al garete.

-Y debemos cambiar el modelo de jefe.

-Creo que sí. Un jefe dictador cada vez se lleva menos. Y jefes democráticos, que reconozcan el talento de los empleados, tendrán éxito en el futuro.

-Los tres requisitos del acoso son repetición, desequilibrio de poder e intencionalidad. O sea, la vida misma.

-La sociedad no entiende que estas tres son las características del « bullying ». Y tienen que darse a la vez.

-¿Vivimos en la jungla?

-En algunos colegios parece que sí. La educación es la mayor herramienta de cambio social. Cada vez vamos a conseguir aulas más operativas, más cohesionadas y más formadas.

-¿Qué es más humano: la crueldad o la empatía?

-Yo soy un enamorado de la visión positiva de la vida . No quiero creer en el concepto de maldad intrínseca. No digo que no exista. Es más humano ser empático y ayudar al otro.

-¿El ego es la enfermedad de hoy?

-Sí. Y lo estamos viendo mucho en adolescentes . Sacarse diez mil fotos de uno mismo. En nuestra época no se hacía. Mientras más « likes » tengo en las redes sociales , mejor soy. Pero es una felicidad vacía. Tener 1.500 «likes» no te hace mejor persona.

-¿Confía en los jóvenes?

-Confío en ellos. Tengo dos niñas. Estamos en la primera generación en la que los adolescentes saben más que sus padres. Le das un teléfono a un joven y te hace de todo. Los hemos dejado huérfanos digitales. Los padres tenemos que aprender de estas cosas. Que ellos nos enseñen. Nosotros tenemos la cabeza formada y ellos van a 200 por la autovía digital . Si no nos ponemos a su velocidad, se nos escapan.

-La tecnología, ¿amenaza u oportunidad?

-Una oportunidad. Yo no sé trabajar hoy sin tecnología .

-¿Las redes las carga el diablo?

-En algunas ocasiones sí. Cuando mi finalidad es criticar a los otros es una herramienta del diablo. Sin duda. Si me permite mantener el contacto con gente que no veo es una cosa maravillosa. Twitter se ha convertido en una herramienta de información genial. También de difusión de odio tremenda. Ese es un mal que tenemos que extirpar.

-¿La tercera guerra mundial será a base de tuits?

-A veces, da pena ese nivel de insultos y descalificaciones que tenemos.

-¿El ciberacoso es el acoso perfecto?

-No. Deja más pruebas.

-Es el más angustioso para la víctima.

-Cuando es público es brutal. Que tengas la sensación de que todo el mundo se esté burlando de ti es demoledor. No puedes huir. Hay chicos que se cambian de cole por « ciberbullying ».

-El ciberacoso es la pena de escarnio.

-Sí, pero sin filtro ninguno. A las empresas de redes les importa mucho que no se suba un pezón , pero poco que se humille a una persona.

-Con vuestro programa se ha reducido un 60% de cibervíctimas. ¿Con qué varita mágica?

-Ha sido importante empezar a trabajar en quinto de primaria . Hemos formado a maestros y a los alumnos los hemos puesto en el lugar del otro.

-Este programa está financiado por la Fundación Barça. ¿Lo de Messi con los defensas es acoso?

-El pobre Messi recibe lo que no está escrito. Y Piqué ha sido la imagen del programa. Que a los niños les hable su figura es muy importante.

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