PATRIMONIO

Los retos pendientes de la Ciudad Califal

El yacimiento debe hacer frente al escaso presupuesto y a un incipiente turismo, entre otras cuestiones

Turistas en Medina Azahara VALERIO MERINO

R. V. M.

Tras la declaración de Medina Azahara como Patrimonio de la Humanidad comienza un futuro al que el Conjunto Arqueológico tendrá que hacer frente adoptando medidas para paliar algunas de las deficiencias señaladas por Icomos .

En primer lugar está el presupuesto para la gestión del recinto, que actualmente corre a cargo exclusivamente de la Junta de Andalucía. Bien es cierto que se han incrementado en los últimos años hasta alcanzar los dos millones de euros, pero los aumentos han sido escasos y seguramente hará falta dotar a Medina Azahara de más recursos . Lo mismo ocurre con el incremento de la plantilla y de los investigadores, a todas luces insuficientes para excavar la totalidad del conjunto, que supera las 1.000 hectáreas.

La Junta de Andalucía ya ha descartado la creación de la figura del patronato para Medina Azahara, lo que dotaría al conjunto de una independencia en la gestión de la que hoy en día sólo goza la Alhambra de Granada. En su lugar, la Administración autonómica planea la constitución de un consejo consultivo en el que estarían representados instituciones y agentes sociales y económicos.

Las parcelas ilegales que rodean al Conjunto Arqueológico son probablemente el mayor problema al que tienen que hacer frente las instituciones. Y no va a ser una tarea fácil . Icomos ya puso el dedo en la llaga avisando de una situación que podría haber dado al traste con la candidatura, aunque finalmente no ha sido así. Pero como mínimo, el organismo internacional recomienda que haya tolerancia cero a partir del ahora. Es decir, que no se consienta ni un ladrillo más en un entorno tan delicado.

Una de las medidas que ya se ha aprobado para paliar al menos el impacto visual de las parcelas es la colocación de pantallas de árboles y arbustos . No deja de ser un parche a a la espera de una solución mejor, pero de momento es lo que hay.

Finalmente está el aspecto turístico del monumento. Los expertos creen que tras el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad habrá un incremento de las visitas pero no se generarán demasiadas tensiones en el monumento. Así, por ejemplo, Antonio Vallejo , quien fuera director del conjunto entre 1985 y 2003, entiende que el probable incremento de visitas será «muy positivo para el sitio y para Córdoba», aunque reclama medidas para conservar los suelos originales de piedra calcarenita, muy delicada.

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