Juan José Primo Jurado, José Cosano y Rafael Jordano, durante las conferencias
Juan José Primo Jurado, José Cosano y Rafael Jordano, durante las conferencias - VALERIO MERINO
ESTUDIO

La Real Academia de Córdoba evoca al mito y al ser humano detrás de Manolete

Dos conferencias abren el ciclo alrededor del diestro en el centenario de su nacimiento

CÓRDOBA Actualizado: Guardar
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¿Fue Manolete el califa del pueblo? Así lo afirmó este lunes Rafael Jordano Salinas, miembro correspondiente de la Real Academia de Córdoba, en una de las conferencias con que la institución abrió sus actos para celebrar el primer centenario del nacimiento del torero. Fueron dos sesiones conjuntas en las que se analizó tanto al torero como a su entorno, es decir, la ciudad de Córdoba en la que nació y creció.

A esto último se dedicó Juan José Primo Jurado, académico correspondiente, historiador y autor de un libro titulado como su conferencia, «La Córdoba de Manolete». En su intervención habló de la ciudad que estuvo a caballo entre los años 30 y 40, marcada por la reciente Guerra Civil y por las consecuencias en forma de escasez material y de una nueva situación política.

Trazó un panorama de aquella ciudad y de los lugares que compartían los cordobeses para así ver en qué panorama se fue gestando el que fue el torero más importante, no sólo de su época, sino de una buena parte del siglo XX.

Sus aportaciones

Mientras, Rafael Jordano se centró en la figura del torero, y de su entorno familiar y personal. Habló de los hitos de su carrera, recorrió las crónicas, elogios y críticas que recibió en su tiempo y también explicó «sus aportaciones a la tauromaquia».

Su exposición se basó en parte en lo que ya había realizado ante el Pleno del Ayuntamiento de Córdoba cuando se aprobó la celebración del centenario, pero también hizo una pequeña historia de hitos que podrían ser anecdóticos, pero que hablan de la trascendencia que tuvo en su tiempo. Así, el estoque simulado que los toreros utilizan hoy durante la faena, y que luego cambian por el real justo antes de matar, lo introdujo él, cuando pidió permiso por tener una pequeña lesión en una mano.

Las jornadas seguirán analizando al diestro desde varios puntos de vista

También habló de historias como la cabeza de un toro al que mató, y que tenía un lucero con forma de V en la frente. El ganadero se lo envió a Winston Churchill, quien hacía este gesto con los dedos, y el primer ministro británico se lo agradeció a Manolete y después, cuando el diestro murió en Linares, mandó un telegrama a su madre. Dos mitos del siglo XX, en dos planos distintos, unidos por el destino.

Las jornadas continuarán esta semana con la intervención de Mercedes Valverde, que hablará de Manolete visto a través de las Bellas Artes; Ramón Benítez, que hará un recorrido por su filomografía; el veterinario José Luis Prieto Garrido, que se centrará en la ganadería de Miura (a la que pertenecía «Islero», el toro que lo mató) y el cirujano taurino Rafael Ruiz González, que se centrará en cómo era este trabajo en la época del diestro.

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