Crónicas de Pegoland

El Gobierno se divierte

Un curso para tener un perrete pero no para ser ministro

Grúas en Fuente de la Salud Valerio Merino
Rafael Ruiz

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La última vez que en España se desreguló el alquiler lo hizo el PSOE. Lo sabemos los mayores de la sala que recordamos, y perfectamente, qué fue el decreto Boyer , que acabó con la figura de la renta antigua. Miguel Boyer acabó de un plumazo con las subrogaciones automáticas de contratos que beneficiaban al inquilino sobre el propietario. Se decía entonces que una actualización de precios conforme a mercado llevaría a un incremento de la oferta. Porque ese es el problema para quienes hemos conocido el mercado del alquiler de ciudades medias como Córdoba. Hay poco y es caro . Induce a la compra por la falta de alternativas viables.

En pleno concurso por saber quién es más el más progre del Consejo de Ministros, el Gobierno se divierte . Lo primero, un bono para jóvenes que va a encarecer la vivienda de los jóvenes. El precio llevará, de partida, los 200 euros de ayuda oficial como suplemento al original reduciendo en cero euros el precio que se paga por la vivienda. El último bono de similares características ya sabemos cómo acabó en la etapa de Juan Espadas como consejero de Vivienda de la Junta. Con una riada de impagos a todos los que se le había prometido una subvención que nunca llegaba.

La segunda parte ha sido un régimen de control de precios para v iviendas propiedad de bancos y fondos . Los bancos no suelen alquilar sus casas, prefieren venderlas aportando incluso la hipoteca. Los fondos eran los únicos que habían apostado por el ‘build to rent’ . Construir edificios específicamente para alquilar que es una cosa muy normal en ese sitio llamado Europa. Adivinen qué va a ocurrir cuando les adviertan que tendrán un régimen de precios lesivos para sus cuentas de resultados. Correcto: intentarán vender las viviendas.

La política, decía Groucho, es el arte de encontrar problemas, hacer un diagnóstico falso y aplicar remedios equivocados . El principal problema de la vivienda es la absoluta falta de variedad, el monocultivo del piso con piscina para una clase media menguante, la ausencia de incentivos a la regeneración urbana, la supuesta imposibilidad de construir para familias pobres. Para tener un perro habrá que tener un cursillo. Para ser ministro, no .

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