Apuntes al margen
Ponga un canario en su vida
El Gobierno ha transigido en una regulación territorial de los ERTE del turismo a cambio de votos en el Congreso
El Gobierno de España -todos en pie- se ha buscado algunos nuevos amigos al alcanzar un acuerdo con Coalición Canaria que establece una regulación específica de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo del archipiélago. Mientras el Ministerio de Trabajo está planteando prolongar los efectos de los ERTE por fuerza mayor hasta el 30 de junio, el sector turístico canario se convertiría en una ínsula, y nunca mejor dicho, con el objetivo de sostener las ayudas estatales, según explicó la diputada Ana Oramas , hasta tanto se produzca la vuelta de los turistas internacionales a las islas, un hecho al que no se le puede poner fecha cierta por la sencilla razón de que depende del desarrollo de complejos mercados globales, de la reactivación de los touroperadores y de que las líneas aéreas salgan del pozo en el que se encuentran, con decisiones en marcha como la previsible nacionalización de Lufthansa por el Gobierno alemán.
Si todo sale como prevé el departamento de Yolanda Díaz (UP), a partir del 30 de junio los ERTE por fuerza mayor que persistirían pasarían a convertirse en regulaciones temporales de empleo por causas técnicas . Es decir, la empresa tendría que hacerse cargo de la totalidad de las cotizaciones sociales que devengaran los trabajadores en plantilla en el momento en el que se declaró el procedimiento específico de hibernación de la actividad empresarial . Las principales organizaciones del sector turístico habían pedido una extensión generalizada de esta figura laboral por seis meses, al menos, una fecha a la que el Gobierno parece no estar dispuesto por el impacto que genera en las cuentas públicas.
Las principales zonas turísticas en España y Andalucía han puesto el grito en el cielo sobre la territorialidad de la medida. Entre enero y junio de 2019, más de un ocho por ciento de los ocupados de la provincia de Córdoba, por ejemplo, están vinculados a la actividad turística . Ese porcentaje es mayor cuanto más cerca se encuentra la playa, ascendiendo, por ejemplo, al 29 por ciento que se da en Málaga . Según los datos de industrias turísticas que facilita el Gobierno andaluz, en toda la comunidad y en esas mismas fechas había unas 400.000 trabajadores . Una industria que ahora mismo está reducida a su mínima expresión. Ahora mismo, como dice el viejo chiste, ni frío, ni calor. Cero grados.
En zonas de alta intensidad turística como Baleares o la Costa del Sol han puesto el grito en el cielo ante el acuerdo propiciado con Coalición Canaria ante lo que parece una reivindicación justa. Entienden los empresarios de estas zonas que el cliente internacional es muy importante para la totalidad del sector y no para una zona concreta del país. Aseguran que una actividad empresarial en una democracia seria se regula por normas de general aplicación, dado que el turismo, en una zona concreta del país, no funciona de forma distinta a lo que pasa en el resto del territorio. Por ahí van las objeciones hechas públicas por la Junta cuyo departamento de Turismo se encuentra en manos de Ciudadanos , partido que ha avalado con sus votos el estado de alarma.
El asunto ha pasado de largo entre el sector turístico de Córdoba con una ligereza que no debería. Casi dando por hecho lo bien que se lo han montado sus pares canarios que han tenido la ventana de oportunidad de contar con un partido pequeño que ha ido al turrón dejando al resto de empresarios del sector con una cara de alucinados que retrata hasta dónde se llega en estos tiempos de sálvese quien pueda. Lo de salir juntos de la crisis debía ser esto.
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