La Policía Autonómica controla en Córdoba 895 máquinas tragaperras en lo que va de año

Con independencia de que la Gerencia de Urbanismo, a través de la Policía Local, realice controles en materia de declaración responsable y licencias de apertura o por incumplimiento de ruidos o de aforo de un local de apuestas, la competencia en esta materia es por completo de la Policía Adscrita a la Junta.

En este sentido, fuentes de la Administración andaluza informaron de que en 2017 se controlaron 643 máquinas de juego, ocho de las cuales acabaron denunciadas y dos de ellas precintadas , mientra que sobre boletos ilegales se llegaron a intervenir 9.961. Por otro lado, en lo que va de año se han controlado ya 895 máquinas de juego, con 38 denuncias y otros dos precintos .

Y, a pesar de que las competencias para este cuerpo policial se realiza a través de una Resolución que en la actualidad está activa hasta el año 2020 , fuentes de la Junta incidieron en que, por los resultados obtenidos en los últimos tres años, sería «necesario, conveniente y eficaz» establecer, de una forma permanente y sistemática , actuaciones de control administrativo, que garanticen el cumplimiento de la legalidad vigente.

En este sentido, los funcionarios ejercen un control de accesos a locales de juego y apuestas consistente fundamentalmente, en revisiones periódicas en la provincia para verificar que se controla e impide la entrada de menores y de personas incluidas e inscritas en el Registro de Interdicción y acceso a locales de juego. Eso implica la comprobación de que en esos establecimientos de juego se dispone de personal encargado del control de admisión y que éstas forman parte de la plantilla de la empresa titular de la autorización.

Según ha advertido la asociación Acojer, que cuenta con 150 asociados, pero actúa sobre unas 200 familias cordobesas, los jugadores son cada vez más jóvenes, por lo que hay que tener mucho cuidado con la entrada de menores en estos locales. Así si hace 30 años la edad media de un ludópata era de entre 45 y 50 años , ahora está entre los 25 y los 30 , «y en eso está teniendo mucha incidencia la libertad absoluta de muchos niños para moverse en móviles y por Internet ».