Crónicas de Pegoland
Pidan un PNV para Navidad
El nacionalismo vasco ha conseguido en días lo que la ciudad de Córdoba lleva intentando décadas
A pesar de que mi única patria son sus caderas y mi bandera su ropa recién tendida al sol, reconozco que le tengo una envidia horrorosa a los vascos. En concreto, a los del PNV . Serán todo lo nacionalistas étnicos que ustedes quieran, todo lo veletas que el campo político pueda tolerar, pero siempre me ha fascinado esa mezcla de pragmatismo y de sacarle lustre a los recursos que en cada momento tienen. Ejemplares sacados de colegios, institutos y universidades donde las enseñanzas de San Ignacio, fundador de los jesuita s, se convierten en activo político. Donde la palabra de Dios se hace programa electoral.
El PNV acaba de sacarle al Gobierno el cuartel de Loyola , un centro militar en uso en San Sebastián. El Ayuntamiento de la ciudad quería utilizar sus grandes instalaciones para hacer viviendas pero resulta que el departamento de Margarita Robles aseguraba hasta hace cuatro días que lo necesitaba de forma estratégica para esa minucia conocida como defensa nacional . Loyola es la sede de un regimiento operativo, funcional, para el que habrá que construir unas nuevas instalaciones que financiará ya pueden ustedes imaginar quién.
En menos que canta un grajo, este nuestro Gobierno (con el PNV no hay gobiernos distintos, señora) ha decidido que tampoco es para tanto lo de la defensa nacional esa. Y que a los cientos de soldados de Infantería se les manda a otra parte. Ese culito peneuvista, que no pase hambre . El Ayuntamiento de San Sebastián ha recibido una cesión del cuartel y una promesa de que antes de que acabe 2021 el espacio estará «enajenado», al parecer, por medio de un «do ut des» urbanístico. Lo que se dice un chollo .
Córdoba lleva veintitantos años intentando que el Gobierno le entregue las Caballerizas Reales a un precio justo. Un edificio monumental, recuerden, que lleva casi treinta años sin usos militares, que necesita millones en rehabilitaciones y que el Ministerio de Defensa no quiere para nada porque de nada le sirve . La próxima vez que reparen en ello recuerden que el PNV tiene seis diputados —repito, seis— los mismos que mandamos desde la provincia de Córdoba. Y que Andalucía envía a 61 parlamentarios electos al Congreso de los Diputados (¡cuatro de ellos, ministros!) a sacarse lustre a las gónadas, a tocárselas a manos llenas, ante los desiguales resultados de sus gestiones. Conviene pedirse antes un diputado del PNV por Navidad que una Roomba. Visto lo visto.
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