Un niño regresa a la infancia con un trasplante de pulmón doble en el Hospital Reina Sofía de Córdoba

«Celebramos el trasplante como si fuera su segundo nacimiento: en realidad lo fue». Francisco Manuel Comino, el padre del niño de Málaga beneficiario de un trasplante de pulmón doble, nunca creyó que la medicina pudiera cambiarle la vida, o dársela de nuevo, a su hijo, que ahora tiene trece años, y que nació con fibrosis quística, una enfermedad sin cura y degenerativa. Pero una llamada del Hospital Reina Sofía de Córdoba fue providencial en julio de 2017: había un trasplante para el pequeño.

El niño José Manuel Comino, que estudia Segundo de la ESO, ha escuchado a su progenitor en la mañana de este miércoles en la sala de prensa Rafaela Belmonte del complejo sanitario cordobés y ha sonreído junto a su hermana, que como sus padres es portadora del mismo mal que a él le ha marcado su infancia porque, a diferencia de ellos, sí ha la desarrollado.

«Llevábamos dos años en lista de espera. Desde que nos llamaron para la intervención fue todo muy rápido y no hubo complicaciones: ahí lo tenéis», ha dicho Francisco Manuel en la rueda de prensa en la que las autoridades sanitarias de la Junta de Andalucía y los responsables del Reina Sofía han hecho balance de la actividad trasplantadora durante 2017.

El niño malagueño ha renacido: se acabaron los meses, o los años, en los que dependía de una bombona de oxígeno para respirar y en los que pasaba gran parte del día en una silla de ruedas y no tenía más remedio que faltar al colegio. «Ahora puede correr, ir a clases, hacer todo lo que hace un niño», ha comentado el padre.

Ésta es una historia feliz más de cuantas ha obrado el Hospital cordobés en el último año, en el que h a batido su récord de injertos con 229 intervenciones, un 32 por ciento más de los se contaron en 2016 (56 más). El centro ha practicado además 69 trasplantes de médula ósea y 192 de córnea.