Apuntes al Margen

Miraflores, veinte años

La ciudad sigue sin tener un plan claro para el mejor solar salido del Plan Especial del Río

Rem Koolhaas, con camisa clara, durante uno de sus desplazamientos a Córdoba ABC
Rafael Ruiz

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En apenas unos días, se cumplirán 20 años del concurso de ideas creado por la Gerencia de Urbanismo que dirigían Pepe Mellado y Pedro García del Barrio, que terminó con la contratación de OMA, el despacho del arquitecto holandés Rem Koolhaas , para lo que empezó recibiendo el nombre de Centro de Congresos de Córdoba (CCC) y acabó con la marca horrorosa de Palacio del Sur. La enorme capacidad creativa que se desplegó -participaron auténticos fórmula uno de la arquitectura internacional como la fallecida Zaha Hadid - acabó en nada.

El Ayuntamiento acabó atragantándose con un proyecto que no podía financiar por sus propios medios y que hizo pivotar sobre negocios privados que las constructuras nunca vieron claro como contrato a riesgo y ventura. El proyecto alcanzó, tras una reforma relevante instada por el propio autor del proyecto, un presupuesto mareante de 150 millones de euros (desde los 82 millones iniciales) que lo hizo directamente imposible. Ni hubo gasolina pública, ni la privada (la adjudicataria fue Ferrovial) le vio la punta a aquello.

Si hubo una frase que hizo famoso al arquitecto holandés en sus conferencias en Córdoba fue «fuck the context» (en tradución libre, «al carajo el contexto»). En realidad, fue el ambiente económico el que se cargó la idea, demasiado lejos de la capacidad real de la ciudad . Como se recordará, al realizar la liquidación del proyecto, once años después, se habían alcanzado los diez millones de euros.

La generación de la península de Miraflores como suelo apto para usos dotacionales fue un hallazgo del plan especial del río. El terreno quedó habilitado para la ciudad gracias a la creación del nuevo puente, conocido por su color óxido, la demolición de un antiguo bloque de viviendas y la ocupación como zona verde de la mayor parte del terreno . El proyecto de Juan Cuenca tuvo que ser reformado para hacerle sitio al Palacio del Sur aunque la única actuación que acabó desarrollándose fue el Centro de Creación Contemporánea tras 30 millones de euros de inversión y una ejecución bastante lamentable que se demoró durante años.

El último paso es lo que en las filas del actual gobierno municipal se conocía como «el Wizink». Uno de los auditorios más potentes de España , que lleva ese nombre, se realizó en 2014 con la reforma del antiguo Palacio de los Deportes de Madrid que pasó a ser de gestión privada en cuanto fue transferido al Instituto Madrileño del Deporte. Desde entonces, es una de las entidades más activas en la organización de grandes espectáculos.

El Ayuntamiento de Córdoba recibió, ya en este mandato, la propuesta de una promotora de conciertos, Riff Producciones , para que la Gerencia de Urbanismo sacase a concurso la parcela de Miraflores de forma que se pudiese desarrollar un auditorio inspirado en el modelo madrileño. Casi desde la campaña electoral, cuando el proyecto aún no era público, en el equipo de José María Bellido se entendía como una apuesta razonable una vez comprobadas las credenciales económicas de las empresas. No se conoce aún la opinión de Urbanismo sobre la materia pero prisa no hay.

En el caso de que fuese posible, no estaría de más tener en cuenta que Koolhaas, con lo del contexto, se equivocaba . La parcela de Miraflores tiene un lugar preferente en la imagen urbana de Córdoba. Equivocarse ahí es meter la pata a lo grande. Y si han pasado veinte años, igual conviene pensarlo bien antes.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación