SUCESOS

La marihuana que creció durante el estado de alarma en la provincia de Córdoba

La Guardia Civil ha desmantelado un 49 por ciento más de plantaciones de enero a octubre que en el año anterior

Detalle de la operación Sylvania en Córdoba Guardia Civil de Córdoba

P. García-Baquero

El confinamiento domiciliario durante el estado de alarma por la pandemia del Covid-19 ha sido aprovechado para cultivar «maría» como negocio rentable con escasa inversión y sencillo manejo en horticultura. Las plantaciones de marihuana han proliferado de marzo a otoño, de norte a sur, en la provincia de Córdoba, una tendencia que se venía apreciando de años anteriores, matizan los investigadores de la Benemérita. La Guardia Civil constata esta tendencia con cifras sobre la mesa. Si el pasado año 2019 fueron 51 las plantaciones desmanteladas por los agentes de la Guardia Civil en la provincia, hasta octubre de este año, la Benemérita ha logrado dar al traste con 76 plantaciones de marihuana (un 49% más); si sigue esta tendencia, el año nefasto 2020 podría acabar con el doble de operaciones contra el cultivo de cannabis que el ejercicio anterior. De enero a octubre del presente año, se han detenido ya en la demarcación de la Guardia Civil a 40 personas y se ha investigado a otras 17 por el cultivo y elaboración de marihuana. Los agentes han aprehendido unas 11.000 plantas de marihuana y otros 128 kilogramos de cogollos preparados ya para su venta.

En el mismo período de enero a octubre de 2019 la Benemérita aprehendió más de 6.500 plantas -la mitad que ahora-. Hay más datos que ponen de manifiesto el aumento del cultivo y tráfico de marihuana y su tendencia al alza, como el hecho de que se pasara de las 40 plantaciones desmanteladas en 2018 a las 51 en 2019, un 27,5 por ciento más en ese período.

Operación Elenai de la Guardia Civil Guardia Civil de Córdoba

El cultivo de marihuana afecta a numerosos municipios de la provincia, cuentan los investigadores de la Guardia Civil, que destacan entre otras comarcas afectadas las mancomunidades del Alto Guadalquivir, la del Guadajoz Campiña Este y la de la Vega del Guadalquivir. Otras tantas plantaciones de marihuana se hallaron en la mancomunidad del Valle del Guadiato y en la zona sur de la provincia.

Fuentes de la Guardia Civil han explicado a ABC que no se puede vincular directamente el confinamiento a la proliferación de este tipo plantaciones, aunque los datos están ahí, matizan que desde antes del Estado de Alarma, en los últimos años, ya se apreciaba una aumento considerable de esta tipología delictiva. En este sentido, fuentes de la Guardia Civil explican que los elementos esenciales de la proliferación de las plantaciones de marihuana, especialmente las de tipo indoor , son de un lado, la facilidad del montaje de una plantación, basta disponer de un lugar adecuado (nave, piso, etc) y realizar una mínima inversión en equipos (ventiladores, filtros, calefactores, etc).

A veces los mecanismos para esconder la plantación son dignos de film de Harry Potter. En pasado mes de mayo, en una casa de la Sierra de Córdoba, el cultivo se escondía tras una estantería aparentemente normal . Sin embargo, era la puerta de entrada a todo un cultivo «indoor» e intensivo de plantas de marihuana desmantelado por la Guardia Civil con cerca de 300 plantas en fase de crecimiento amén de 130 gramos de cogollos de marihuana dispuesta para el consumo y 3.600 euros en billetes fraccionados. Esta operación acabó con dos detenidos en el calabozo por cultivo de drogas y defraudación del fluido eléctrico.

La investigación alumbró cómo estas dos personas tenían una operativa propia de este tipo de plantaciones «indoor» en el interior de una vivienda mediante «especializadas técnicas de cultivo y sofisticadas instalaciones aumentaban exponencialmente el rendimiento del cultivo y producción de cannabis sativa de la que obtenía la marihuana», explica el Instituto Armado.

El segundo gran factor por el que han proliferado estos cultivos es la alta rentabilidad , puesto que en una instalación indoor pueden obtenerse varias cosechas al año, explica la Benemérita. Además, habitualmente las plantaciones van asociadas a una conexión ilegal a la electricidad ( defraudación de fluido eléctrico ) lo cual hace que disminuyan considerablemente los gastos. Por último, estas mismas fuentes admiten que la marihuana es una droga que tiene una fácil distribución en el «mercado», al tratarse de una droga relativamente barata.

Sin embargo, desde la Comandancia de la Guardia Civil de Córdoba advierten que el consumo de drogas y sustancias estupefacientes no solo constituye uno de los focos de preocupación de muchas familias cordobesas, sino que además se encuentra en el origen de gran parte de la actividad delictiva que registra la provincia. En Córdoba, hasta hace unos años, el consumo de cocaína y hachís centraba el problema, pero desde hace unos cinco años la Jefatura de la Comandancia de la Guardia Civil detectó un aumento considerable del consumo de marihuana.

Responsabilidad penal y daño social

Este tráfico de drogas presenta un problema añadido, advierten desde el Instituto armardo: que la producción, elaboración y distribución de la droga se efectúa en las propias localidades, es decir que la marihuana se cultiva y elabora para su venta dentro de la provincia. En muchos casos, las personas implicadas no son suficientemente conscientes de sus responsabilidades penales y del daño social que causan con esta actividad. «Es un hecho que los consumos de marihuana sirven como trampolín de salto a otras drogas, llámense hachís, pastillas o cocaína, y en los entornos de gente joven cuando se introduce el consumo de marihuana en los momentos de ocio se incrementa considerablemente tanto el gasto, como las posibilidades de delinquir», advierten desde la Guardia Civil.

Como consecuencia de todo ello, desde la Comandancia de Córdoba ha establecido unos planes específicos para investigar quiénes la cultivan , quiénes la preparan para su distribución y quiénes son los proveedores de esta droga. Entre las operaciones más importantes que se han llevado a cabo este año, están las realizadas en octubre pasado en Encinas Reales en las que se desmanteló una nave industrial dedicada al cultivo de marihuana y se detuvo a una persona como supuesto autor de un delito contra la salud pública. Fue el propio autor el que reconoció a los agentes que en el interior de la nave albergaba una plantación de cultivo de cáñamo y que era la encargada del mantenimiento y riego de las plantas. Ante ello, se procedió al registro de la nave, donde se localizaron más de 300 plantas de marihuana, algunas de ellas de más de dos metros de altura, así como 10 kilogramos de cogollos de marihuana que se encontraban en el interior de una cámara de secado y más de 350 maceteros y bolsas de los utilizados para la plantación, como base para la sustentación de la tierra en la que se encuentran las plantas.

Otra de las operaciones destacadas de los agentes de la Guardia Civil contra el cultivo de marihuana acabó en junio con la detención de 6 personas en Puente Genil. En total, los agentes se desmantelaron un cultivo con 800 plantas de marihuana , 66 gramos de cogollos de dicha planta, además de numerosas lámparas, focos, extractores, ventiladores y material fitosanitario. Las investigaciones se iniciaron a mediados del pasado mes de abril, en plena vigencia de las restricciones a la movilidad impuestas por el estado de alarma, tras interceptar la Guardia Civil en las inmediaciones de Puente Genil, un vehículo cargado con 130 plantas de marihuana y varios teléfonos móviles que fueron intervenidos. Las pesquisas de los agentes especializados en estupefacientes permitieron desmantelar cuatro plantaciones, en cinco viviendas en Puente Genil y en una localidad sevillana vecina.

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