El legado de Manolete une la Córdoba y Barcelona taurinas

Manolete desde Barcelona. El destino ha querido que un día después del 1-O, Fernando del Arco, bibliófilo, director de la revista «Caireles» y uno de los escritores y aficionados más reconocidos de la región catalana junto a Paco March, crítico taurino de La Vanguardia, colaborador «6 Toros 6» y presidente de la Federación de Entidades Taurinas en Barcelona, vinieran ayer desde la Ciudad Condal hasta Córdoba para hablar de mundo del toro y del califa cordobés en una coyuntura suigeneris.

Sendos protagonistas formaron parte ayer de la primera conferencia prevista por el ciclo «Manolete 100 años vivo», promovido por el Ayuntamiento y con la colaboración de la Tertulia Taurina El Castoreño para este octubre que se van a celebrar el Real Círculo de la Amistad. Una cita que contó con la presencia de medio centenar de asistentes y donde el escritor Fernando González Viñas, comisario de la iniciativa, ejerció de moderador.

En la sesión, March, que en su perfil de la red social Twitter se autodefine como « rojo, catalán, esplaista y culé», realizó una disertación sobre el contexto en el que Manolete rivalizaba con Arrruza en una Barcelona donde surgió «la aparición de un héroe popular en España, pero también en esta ciudad», municipio con plaza de primer nivel donde donde más éxitos cosechó, como explicó. El crítico taurino, que habló de la situación política y social de los años cuarenta y también del momento actual, argumentó que «a mi ciudad la han despojado del toreo» y que el sector taurino «no ha sido capaz de plantar cara» a los políticos y movimientos que así lo han conseguido. En esas, agradeció su presencia en dicho foro para así rendir un «humilde tributo a Manolete» que fue muy aplaudido por los presentes.

Fernando del Arco, que cuenta con la biblioteca taurina particular más amplía de cuantas se conocen con más de doce mil ejemplares, de ellos, 350 títulos del torero cordobés, refirió que «Manolete fue mito en vida». El bibliófilo, que llegó a ver torear en más de treinta ocasiones al diestro de Santa Marina en la Monumental de Barcelona, dijo que «vi a Manolete hacer el paseíllo con un empaque y señorío que ya no se ven» y que quedó impregnado por su torería «desde la primera vez que lo vi saltar al ruedo».