Cultura

Laura Agustí, ilustradora: «Al convivir con un animal se aprende a desprenderse de lo material»

Publica 'Historia de un gato', en que muestra en dibujos y textos la historia de Oye, su siamés

La Feria del Libro de Córdoba concentró 26.787 visitas en una edición en que las ventas crecieron un 13%

Laura Agustín, con ejemplares de su libro 'Historia de un gato' Efe
Luis Miranda

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'Historia de un gato' habla de Oye, el siamés con el que la ilustradora Laura Agustí compartió su vida durante 17 años, pero es también es un relato sobre su propia autora y sobre estos animales en general.

Publicado por la editorial Lumen , combina ilustraciones y textos para hablar de sus recuerdos, de su relación con los gatos y de su comportamiento. Este lunes lo ha presentado en Córdoba.

Usted es ilustradora y generalmente la ilustración acompaña a un texto, o puede ser auxiliar. Aquí es tan protagonista como el mismo texto.

Exacto. En mi libro anterior, la ilustración tiene todo el peso y las palabras acompañaban un poquito. Aquí tiene el mismo peso la ilustración que el texto, y era un reto. Para mí es igual de importante. En lo que me manejo y me muevo bien es en el campo de la ilustración .

«Me encanta hacer las cosas así, con alma, muy personal. Creo que al final es un trabajo honesto, porque es muy mío y lo saco al exterior»

¿Qué busca con el blanco y negro, con la figura sin color?

El trabajo en negro es lo que define mi obra desde hace años. La verdad es que el reto, otra vez hablando de reto, ha sido introducir el color , porque para mí es mucho más fácil conseguir el volumen y gestos y la expresión y la luz con el uso del negro. En este libro quería meter el color de alguna manera y la manera que se me ocurrió fue utilizar otra técnica, que es el lápiz , y que el lápiz tuviera color, y que esos fondos de color cambiaran cuando va evolucionando la historia. Al principio del libro, cuando hablo de mi pueblo, el color de fondo es el tierra; cuando voy a la Universidad se convierte en un marrón. Pasa a un verde cuando cojo a Oye, mi gato; cuando es adulto, es azul. En el duelo es un azul oscuro , va cambiando.

Los naturalistas utilizaban el lápiz y el dibujo para tener un registro visual de lo que encontraban. Muchos de ellos lo siguen utilizando en lugar de la fotografía. ¿En qué medida lo ha tenido presente?

Una de mis ideas es que este libro fuera una especie de cuaderno de explorador . Era un diario, un contar toda mi vida y por eso aparecen notas a mano. Quería que quedase como ese tono cálido . Más personal todavía, como si estuvieras leyendo algo muy personal de alguien.

Que es lo que hace: dibuja la calle en que jugaba su hermana, por ejemplo.

Es que me encanta hacer las cosas así, con alma , muy personal. Creo que al final es un trabajo honesto, porque es muy mío y lo saco al exterior.

¿Cómo ha sido contar su relación con Oye, su gato, y hablar de lo que supuso su muerte?

Ha sido terapéutico, en parte. De hecho, el libro nace de cuando a él le detectan insuficiencia renal y de repente yo veo que puede haber un final próximo. Podía ser dos meses o dos años, que es lo que duró al final. Hasta ese momento no me planteaba que él iba a morir. Con las primeras mascotas creo que no se tiene muy presente la idea de que son muy efímeras en comparación con nosotros. Cuando le diagnosticaron la enfermedad tuve la necesidad de guardar todos nuestros recuerdos , de las cosas que eran especiales entre nosotros: fotos dibujos y textos. Cuando murió, fue una manera de superar el duelo, de superar la pérdida .

Páginas de 'Historia de un gato' ABC

¿Cómo es captar cada gesto de animales que tienen personalidad propia?

En realidad, en este libro hablo mucho del gato en general y para eso he tenido que hacer búsqueda de información y referentes. Por ejemplo, cuando dibujo el lenguaje del gato, con la cara, según cómo tiene las orejas y bigotes. Esas cosas son universales, pero hablo mucho del carácter de Oye, que era muy especial. El libro de hecho acabo hablando de mis gatas de ahora, que no tienen nada que ver. Mis amigos a Oye lo odiaban, porque los atacaba, y a mi familia. Sólo me quería a mí . Estas otras son como dos peluches y cada animal tiene un carácter. Generalizamos pero cada uno es un mundo.

«No tengo hijos humanos», dice en un momento de su obra. ¿Los animales tienen algo en común con ellos?

Me imagino que es mucho más intenso. Al mismo tiempo que hacía este libro mi hermana estaba embarazada de su hija y hemos parido las dos a la vez: yo literario y ella a Martina. No es lo mismo tener un animal que un hijo, ni de broma. Tener un animal te acompaña en tu vida, está presente en tus éxitos y fracasos , pero no quiere tanta dedicación. Hijos no voy a tener, pero gatos siempre va a haber.

Decía el periodista y escritor Antonio Burgos que Dios creó al gato para que el hombre aprenda a ser humilde. ¿Está de acuerdo?

Sí, desde luego, y tener mucha paciencia, también. Al convivir con un animal lo primero que se aprende a desprenderse de lo material . No es tan importante, porque te puede durar los días, por ejemplo con un perro pequeño. Los gatos no destrozan tanto, pero también, según lo que se les ponga en la cabeza. Y se aprende mucho a ser responsable , y muchísimas cosas, según el que toque.

¿Qué se aprende de los gatos?

Me encantaría aprender más a vivir relajadamente , porque viven sin preocupaciones ningunas. Tienen a alguien que les atiende y son como muy divinos, no tiene que hacer nada, ni siquiera dar la patita, como los perros.

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