Religión

La Iglesia se lanza a por las 'collaciones del siglo XXI' en Córdoba

Hace ocho siglos, catorce parroquias transformaron la ciudad islámica en cristiana. Templos sobre mezquitas que fundaron y administraron barrios. Hoy el modelo se repite hacia la Córdoba que se expande y con el mismo reto

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Obras de la nueva iglesia de San Juan Pablo II en la Huerta de Santa isabel (Poniente) junto a una promoción de VPO Valerio Merino
Francisco Poyato

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Tras más de cinco siglos de dominación islámica , el mundo cristiano se afanaba en reconquistar tierras y corazones. Córdoba , capital del califato omeya y ciudad icono del mundo en los albores de la baja Edad Media, era una pieza más que simbólica en ese puzle. La conquista de la ciudad por Fernando III en 1236 iniciaba el camino a la conversión de almas y de toda una argamasa social, económica y cultural fijada bajo el patrón de la ciudad islámica.

El rey santo incluyó entonces a Córdoba por su importancia bajo jurisdicción real y le otorgó a la misma ‘fuero de ciudad’ en 1241 , privilegio que se conserva en el Archivo Municipal, como recuerda hoy a ABC el historiador y director del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) Juan José Primo Jurado.

Aquella ciudad amurallada se partía en dos por un lienzo defensivo: la medina y la ajerquía, justo la zona por la que entró Fernando III aquel verano de 1236. El cetro real respeta aquella estructura de ciudad hasta el punto que la divide en ‘collaciones’, barrios que emulan al ámbito de una parroquia que le acaba dando nombre.

«Hay que partir de la mentalidad del siglo XIII. Lo espiritual y lo civil están unidos. La división religiosa coincide con la división civil, aunque aquellas collaciones tuvieran margen de gestión»

Cuando se habla de iglesias fernandinas en Córdoba es, realmente, este germen de templos y funciones, no de nuevos edificios construidos, puesto que se trata de antiguas mezquitas sacralizadas al culto católico a partir de las cuales se creará una nueva malla urbana y que luego se irán transformando.

«Hay que partir de la mentalidad del siglo XIII. Lo espiritual y lo civil están unidos. La división religiosa coincide con la división civil , aunque aquellas collaciones tuvieran margen de gestión. Pero fue una división racional: siete en la medina, y otras tantas en la ajerquía, más despoblada que el núcleo más antiguo de la ciudad», explica Jesús Daniel Alonso, vicario de la ciudad de Córdoba y delegado de Patrimonio de la diócesis.

Santa María , en torno a la catedral y antigua mezquita aljama, era la principal de todas. A ella se sumaban en la medina (ahora villa), Ominum Sanctorum (Todos los Santos), San Juan, Santo Domingo, San Salvador, San Miguel y San Nicolás de la Villa. En el lado más oriental, la ajerquía quedaba comprendida por Santa Marina , San Lorenzo, San Andrés, Santa María Magdalena ; San Pedro, Santiago y San Nicolás de la Ajerquía. Hay quien suma una décimo quinta, San Bartolomé, desgajada de la primera hacia el Alcázar Viejo. Otros expertos la descartan.

Mapa de la medina y la jerquía con las 14 collaciones primigenias

Ocho siglos después, muchos de los barrios del casco histórico de Córdoba siguen llevando los mismos nombres . Aquella red capilar, «donde la parroquia era el centro vital de la misma, por lo religioso, pero también por lo civil y hasta lo económico y administrativo», alega Alonso, se fue complementando con conventos y monasterios; se fue unificando (San Juan de Todos los Santos, hoy la Trinidad, por ejemplo), fue creando su propio urbanismo de plazas, calles, casas-palacios de abolengo y hasta casi bien entrado el siglo XX, apenas varió el mapa de templos que surgió sobre los pilares del arte califal.

Las paredes de aquellas mezquitas se fueron tabicando y obrando para crear capillas mayores y reconvertirlas en templos católicos. Se ‘limpiaron’ de casas anexas y se ensancharon sus recoletas callejas . Los gremios de oficios fueron surgiendo en torno a esas iglesias. O los pequeños comercios. Ahí nacieron las cofradías más antiguas de la ciudad. Los primeros dispensarios y la caridad . Los libros sacramentales de aquellos templos servían de censo al Concejo Municipal. De padrón recaudatorio . O de ‘gestoría’ de herencias y diezmos.

De la posguerra al siglo XXI

Ocho siglos después, la Iglesia emprende un camino parecido en busca de unos barrios que ya se configuran hacia el occidente de la ciudad tomándole algo de delantera. La secularización de la vida es el ‘leit motiv’ de esta nueva ‘reconquista’ que no tiene pilares antiguos en los que volver a fundar parroquias, si no que ha de fraguarlos sobre terrenos baldíos para levantarlas en otro enfoque arquitectónico acorde a unos tiempos. Un presente en los que la fe va por un lado, el poder civil va por otro, en medio sigue la economía y el alimento del alma se diversifica.

Durante la vigésima centuria después de Cristo, la Iglesia ha seguido el impulso del urbanismo y la expansión de la vieja ciudad intramuros. Lo hizo con las primeras parroquias extramuros de los ensanches que vieron nacer a Gran Capitán, la Merced o las Ollerías de toreros y piconeros.

Los gremios de oficios fueron surgiendo en torno a esas iglesias. O los pequeños comercios. Ahí nacieron las cofradías más antiguas de la ciudad

Después fue el turno de la posguerra y los asentamientos industriales que empezaban a conformarse al oeste, como Electromecánicas . Y luego vino el desarrollismo de los años 60 en confluencia con la emigración del campo a la ciudad para cultivar los barrios populosos que conformaron el cinturón expansivo de aquella Córdoba: desde Ciudad Jardín a Cañero, desde Fátima a Huerta de la Reina , desde el Parque Cruz Conde a la Fuensanta y el crecimiento del Campo de la Verdad hacia Fray Albino y el Sector Sur.

Allí nacieron otras nuevas collaciones bajo el signo del Concilio Vaticano II y los designios del obispo Fray Albino en una arquitectura exenta de ornamento: San Pelagio, la Inmaculada, Parque Figueroa, Cañero, Las Margaritas... Barrio y templo llegaban casi de la mano, y si no, acompasaban los pasos. Viviendas para un flujo migratorio importante, de corte humilde, donde la religiosidad seguía muy presente en los hábitos y usos diarios. En los años ochenta, al albur del Plan General, ocurrió lo mismo: Zoco, Guadalquivir, Fátima ...

Iglesia de San Lorenzo, una de las primeras collaciones de Córdoba con origen en una mezquita Valerio Merino

Y ha sido hasta nuestros días, en los que el Obispado de Córdoba busca las ‘collaciones del siglo XXI’ entre un mar de grúas altas y esbeltos edificios de confortables viviendas. Detrás de los ciclos económicos y promotores que se dibujaron en el Plan General de 2001, y que están llevando a las nuevas generaciones o los nuevos cordobeses hacia la línea del sol decreciente.

Más poder adquisitivo, otras inquietudes y preferencias sociales, más desapego a la creencia... Misma tarea para los párrocos en un lenguaje tecnológico que ya no enseña en los capiteles ni las vidrieras, sino en las pantallas.

Huerta de Santa Isabel -sin perder el acento sagrado-, es hoy uno de los nuevos asentamientos residenciales que se están conformando en Poniente con miles de nuevas viviendas. Allí, el Obispado está terminando su penúltima iglesia de barrio: San Juan Pablo II .

El Obispado va detrás de los ciclos económicos y promotores que se dibujaron en el Plan General de 2001, y que están llevando a las nuevas generaciones o los nuevos cordobeses hacia la línea del sol decreciente

Un proyecto sobre una parcela de 2.100 metros cuadrados que suma al templo la promoción de viviendas sociales, más baratas, por parte de Vimpyca. Su apertura se prevé para el próximo otoño. Casi cuando uno de los dos sectores del nuevo engranaje está colmatado y ya se dan los primeros pasos para el otro sector. En total, unas tres mil viviendas o familias.

Consciente de que los feligreses no harán el camino de vuelta hacia aquellas primigenias, puesto que también el corazón de la ciudad se va desnutriendo de habitantes, la Iglesia los busca, allá donde los ladrillos no paran de acumularse. Ya ha solicitado a la Gerencia de Urbanismo la concesión de otro suelo bajo la Arruzafa , en el plan parcial O-1 ‘Ciudad-Jardín de Poniente’ (Turruñuelos) para otro templo en una parcela de casi 2.500 metros cuadrados.

Primera piedra en 2099 de la iglesia de Nuestra Señora de la Consolación

Desde que nació el nuevo milenio han sido seis las nuevas iglesias que han continuado la misión eclesiástica (siete con esta última). Beato Cristóbal de Santa Catalina se bendijo en 2018 , en la ampliación del Zoco, junto al hospital Quirón Salud y como auxiliar (menos tamaño) de Beato Álvaro de Córdoba (bendecida en 2003) en el original Zoco.

Floreció El Tablero y llegó Nuestra Señora de la Esperanza en ese mismo año de Beato Álvaro , ocupando la franja de zonas verdes central de otro nuevo barrio. A Arroyo del Moro, otra zona expansiva, le tocaría Santa Rafael María, ungida en 2009 bajo la misma fábrica de nuevo templo moderno. Y no sería la última en un área pujante de nuevas familias, puesto que dos años después sería el turno de Nuestra Señora de Consolación . La historia, se repite.

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