PUERTA GIRATORIA
Mis favoritos
No solicito solo el derecho a una pensión digna para vosotros, debería estar garantizada
Sois mis favoritos. Pasados los setenta años os empiezo a querer incondicionalmente con una admiración sobrevenida solo al veros, solo al escucharos, al sentiros cerca. La ancianidad me conquista sin pretenderlo, representa la transformación de la tiranía de la juventud en el regalo incomparable de la vida, triunfante sobre mil sinsabores. Sois la supervivencia victoriosa de la que aprendo y en la que confío. Observar vuestra permanencia forjada en dolores y luchas me remite siempre a la mano tersa por el jabón barato de los mayores que me han guiado hasta aquí y que ahora levantan la voz para pedir lo justo. Les debemos el reconocimiento por la construcción de un país. Trabajaron para sus padres y después para sus hijos, emparedaros en el oficio de vivir sin más impulso que ser mejores, resistir y mirar al cielo limpio de sus consciencias.
Tienen más de setenta años y sus pensiones no hacen justicia a la aportación que ellos hicieron con su trabajo. Alumbraron las primeras generaciones de universitarios aún sin haber pisado la escuela. No se paga así a los artífices de un cambio social alentado desde el Estado, pero fundado en su esfuerzo y en el cambio de mentalidad inducida por la huída del doloroso pasado de privaciones, de negaciones que aceptaron con nobleza y el punto exacto de rebeldía para no repetir su historia. Sabían soñar, tanto o más que los jóvenes de ahora, y encontraron en la donación a los suyos la reconciliación necesaria. Tú serás lo que yo no he sido. Sin amargor, dándose.
Sois mis favoritos cuando levantáis la voz. El tiempo dirá si vuestra lucha es legítima, sin sombra de electoralismo; pido no nos defraudéis en ese camino que los jóvenes y activos cordobeses, tan empeñados en prosperar y poseer, no somos capaces de recorrer. Espero para vosotros el reconocimiento de todos a través de pensiones de acuerdo con vuestras necesidades, viviréis más cada vez y esa es la mejor réplica que podéis dar al mangoneo político, hasta ahora ausente de vuestra capacidad de organizaros en oposición a un régimen que se acorta donde no debe y se expande por donde la bronca baldía justifica sueldos y pensiones vitalicias. Huid del manejo político, os pido, y no os dejéis convertir en mercancía electoral por omisión, como hasta ahora, al menos obligadlos a entenderos como ciudadanos activos, capaces de recorrer el camino de chicos de veinte años que optan por estar ante la play esperando que la paga o el subsidio los visite.
No solicito solo el derecho a una pensión digna para vosotros, debería estar garantizada vuestra tranquilidad y en paz la conciencia de quienes la hacen posible, os ruego además vuestra permanencia como modelo y ejemplo para todos. No os quedéis en casa, ya vendrá el descanso. Vivid para vosotros y nosotros. Desechar la conveniencia del reposo y la quietud. Para eso, todos, tenemos la vida eterna.
