RELIGIÓN

Fallece Antonio Navarro, el cura obrero que cohesionó el barrio de la Fuensanta de Córdoba

Se volcó en el asociacionismo y la doctrina social de la Iglesia durante décadas

Antonio Navarro, en el Pocito de la Fuensanta, en una imagen de 2006 Roldán Serrano
Luis Miranda

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Admitía para sí con orgullo la condición de cura obrero y la ejerció durante muchos años en un barrio que lo era: el de la Fuensanta . Antonio Navarro Sánchez, primer párroco del santuario cuando crecía el barrio en torno al lugar en que habita la patrona de Córdoba , ha fallecido en Córdoba a los 93 años de edad tras una larga trayectoria de servicio al pueblo cristiano.

Nació en Castro del Río en 1926 y tras su ordenación pasó primero por Monturque y luego fue, por oposición, párroco de Santiago , donde participó y animó la fundación de la hermandad de las Penas e incluso sugirió el nombre de su titular mariana, Nuestra Señora Madre de los Desamparados. «Me impresionaron las condiciones en que las que vivían algunas familias: era una siituación realmente lamentable de mucha, mucha carencia y necesidad », recordaba en una entrevista con ABC en 2006 sobre la miseria que vio en el histórico barrio, donde estuvo entre 1945 y 1973.

«Sólo hemos predicado el Evangelio. Que el socialismo y el Evangelio tienen puntos en común, como el interés por los pobres, ya es otra cosa»

Así que se puso del lado evangélico de los pobres. En 1973 llegó a la Fuensanta y lo prtimero que hizo fue pedir a los vecinos que expusieran las miserias del barrio. «A los curas de la Fuensanta nos han acusado desde diversos sectores de promover el socialismo , pero no es cierto: nosotros sólo hemos predicado el Evangelio. ¿Que el socialismo y el Evangelio tienen puntos en común, como ese interés por los pobres? Pues eso ya es otra cosa», contaba en la entrevista, antes de decir que los sacerdotes no se habían dedicado a hacer política.

Antonio Navarro, en 2009 Rafael Carmona

Antonio Navarro fue además delegado episcopal del Mundo Obrero y consiliario diocesano de las Hermandades Obreras de Acción Católica , además de vicario episcopal de la Periferia. Se preocupó también por difundir la devoción a la Virgen de la Fuensanta. Por un lado se quejaba de que no había cruzado fronteras: «Se podía haber convertido en Lourdes o Fátima y se quedó en lo que todo se queda en Córdoba, en una cosa pequeñita».

Pero también denunciaba que las cofradías se habían intentado «apropiar de la celebración,». «Si se hubieran metido en el santuario, la fiesta religiosa se hubiera convertido en algo muy parcial », afirmaba, tras posicionarse en contra de que la Virgen de la Fuensanta saliese todos los años, como ha terminado pasando. En 2006, con la nueva normativa, y con 80 años , tuvo que dejar de ser párroco, aunque siguió vinculado a su feligresía y más tarde publicó un libro sobre las Hermandades Obreras de Acción Católica.

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