JUICIO

Los exempleados de Laboratorios Pérez Giménez apuntan en juicio a una «contabilidad B»

Hoy concluye el juicio por la gestión de la farmacéutica entre los años 2009 y 2013

Cajas de medicamentos en las instalaciones de la firma ROLDÁN SERRANO

J. PINO

Las sesiones del juicio por la calificación del concurso de Laboratorios Pérez Giménez, que se celebran en el Juzgado de lo Mercantil número 1, concluyen hoy, tuvieron ayer la declaración de varios exempleados de la farmacéutica (a petición de los concursales) que prácticamente en su totalidad vinieron a coincidir en la existencia de practicas irregulares en la empresa, principalmente el manejo de dinero negro, recogido en una contabilidad B.

El primer día fue el turno de todos los afectados: administradores concursales y los diferentes gestores de los laboratorios, incluyendo a miembros de la familia Pérez Giménez, los representantes de Tecris y los últimos responsables de la farmacéutica antes de su disolución, Sergio Martínez y Encarnación Ibáñez. Los relacionados directamente con la gestión encausada negaron los hechos que se les imputan por los concursales y el fiscal. De las cuatro sesiones iniciales fijadas, finalmente serán tres.

Hay que recordar que por parte de los concursales y la Fiscalía de Córdoba se ha entendido que concurren causas de culpabilidad (como conluyó el informe de calificación en marzo de 2105 suscrito por el Ministerio Público en todos sus puntos) a repartir entre los diversos gestores, por lo que se les solicita que deben responder por cifras que rondan los 15 millones de euros (inicialmente eran 17,8 millones) en cuanto al presunto daño económico hecho.

Periodo de análisis

En ese informe, los entonces gestores de la farmacéutica establecían que la causa esencial de la insolvencia que se generó en Pérez Giménez y que luego se agravó fue «la mala gestión» de sus dirigentes. La farmacéutica se declaró en concurso de acreedores en noviembre de 2011 con un débito de unos 50 millones. Para los administradores, tras el periodo de análisis (de noviembre de 2009 a abril de 2013, cuando arrancó la liquidación), todos los exgestores fueron responsables de lo sucedido, pero, de acuerdo al documento de calificación, no en igual medida.

A su juicio, de forma «repetida en el tiempo» se dio una gestión que «causó un perjuicio a la empresa irreparable, aunque sí resarcible» por sus exresponsables. Denuncian que se obró con «un claro menosprecio a la sociedad, quedando postrada a modo de botín susceptible de saqueo por las ansias de lucro de intereses individuales».

Este miércoles declararán los testigos propuestos por las defensas de los afectados y uno de los afectados que no pudo declarar el lunes tras lo cual quedará el juicio pendiente de los informes escritos finales de las partes.

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