Una anciana, en silla de ruedas
Una anciana, en silla de ruedas - ARCHIVO
TRIBUNALES

Se enfrenta a casi 7 años de cárcel por vejar y robar a la anciana enferma que cuidaba

La cuidadora llegó a atar a la mujer, de 90 años, con sábanas y le suministró más orfidal del que le correspondía

CÓRDOBA Actualizado: Guardar
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Una cuidadora se enfrenta a penas que suman 6 años y 10 meses de prisión por vejar, robar y estafar a una anciana enferma de Alzheimer, de 90 años, a la que cuidaba en la capital cordobesa. Su marido, de acuerdo con ella para uno de los robos, también está acusado de un delito de robo a 10 meses de prisión.

Según consta en la calificación provisional de los hechos de la Fiscalía, la acusada, fue contratada por el guardador de la víctima, para que atendiese a ésta en su domicilio durante la noche, desde las 20.30 horas, hasta las 8.30 horas del día siguiente. Fue entonces, en fecha no determinada pero antes del 18 de marzo de 2015, con menosprecio de la integridad moral de la víctima, y para que no la molestase durant la noche, utilizó una sábana con la que la ataba en la cama, y le suministró dosis superiores de ofridal a las prescritas por el médico.

En concreto, la noche del 16 de marzo de 2015, la víctima se cayó de la cama y se pasó toda la noche tirada en el suelo, mojada tras haberse hecho sus necesidades encima, sin que la acusada, a sabiendas del estado en que se encontraba, la auxiliara hasta la mañana siguiente aprovechando la llegada de la cuidadora que la atendía durante el día.

Igualmente, la acusada, en las mismas fechas, con ánimo de enriquecimiento ilícito, se hizo con las llaves de la caja fuerte que se encontraba en el salón del domicilio de la víctima y sustrajo varias joyas, entre ellas, una alianza con una inscripción, que la vendió posteriormente en un establecimiento de Córdoba, todo valorado en 565 euros.

Del mismo modo, y con idéntico ánimo de lucro, la acusada, valiéndose del vehículo de confianza que había creado con la víctima y a sabiendas de que tenía mermada su capacidad intelectiva, le hizo creer que tenían que liquidar su cuenta, ya que su contrato había terminado, convenciendo a la víctima, que le firmó un cheque por valor de 8.000 euros, en concepto de servicios prestados, y no ab0nados, a sabienda de que era el guardador de la señora el encargado de pagarle.

En las mismas fechas, y como la acusada tenía acceso de noche a toda la documentación de la víctima, se hizo con la tarjeta de crédito de la anciana y se la entregó a su marido, quien con el mismo ánimo de apropiarse de lo ajeno que su esposa, acudió en distitnos días de febrero de 2015 a cajaeros con la tarjeta aunque no lo consiguió al desconocer las claves.

La víctima, de 90 años, padece una demencia degenerativa (Alzheimer) y no posee capacidad suficiente para administrar con éxito su persona y sus bienes.

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