POLÍTICA

Elecciones andaluzas | La batalla de Córdoba capital

El PP, que en 2015 sacó el 32% de los votos después del 49% de cuatro años antes, lucha por neutralizar el efecto de Ambrosio como alcaldesa

Dos ciudadanos miran las listas en el colegio electoral del IES Medina Azahara ROLDÁN SERRANO

Rafael A. Aguilar

¿Resistirá el PP en Córdoba capital como la fuerza más votada en las elecciones autonómicas de este 2 de diciembre? Ésa es una de las preguntas importantes de la jornada electoral de este domingo. Al partido que lidera en la provincia Adolfo Molina le ha ido tradicionalmente bien dentro del término municipal en este tipo de convocatorias a las urnas, de tal manera que ha encadenado varias autonómicas como la fuerza más respaldada por los vecinos. En 2008 , por ejemplo, sacó el 47 por ciento de los votos y en 2012 el 49 por ciento, casi la mitad de los votos capitalinos justo cuando el poder «popular» estaba en su fase álgida, con José Antonio Nieto como alcalde con mayoría absoluta. Esos buenos resultados compensaron en parte el balance menos favorable para ellos en el resto de la provincia.

Nieto, después de su paso por la Secretaría de Estado de Seguridad , es ahora el cabeza de lista de la candidatura del PP , y va seguido de un peso pesado en el partido a nivel nacional, la senadora Beatriz Jurado . Ambos son conscientes de que el riesgo de que su formación salga mal parada de la cita con las urnas es serio: las encuestas le dan como poco un escaño menos, de tal manera que se quedarían con tres por la circunscripción.

Un tablero abierto

La tendencia a la baja, con todo, ya quedó patente en las autonómicas de 2015, en las que Nieto y los suyos sumaron el 32 por ciento de los sufragios en la capital después de haber rozado la mayoría en 2012. Ahora, el escenario es aún más hostil: al brío de Ciudadanos , al que los sondeos le dan el escaño que pierde el PP, se une la amenaza de Vox y la incógnita de si la unión de Podemos e Izquierda Unida en Adelante Andalucía va a ser beneficisa para sus dos componentes.

El partido naranja logró un diputado hace cuatro años con el 11 por ciento de los votos: era la primera vez que se presentaba a unas autonómicas. Podemos e Izquierda Unida, que entonces iban por separado, sumaron casi el 25 por ciento de los sufragios: el 16 por ciento para la formación de Pablo Iglesias y el resto para la de Alberto Garzón .

Habrá que ver también cómo influye en los resultados autonómicos que la alcaldesa de Córdoba sea socialista, un hecho que nunca ha sucedido en unos comicios regionales. Los socialistas, liderados en su lista por Juan Pablo Durán , tratan de rentabilizar la magra gestión de Isabel Ambrosio en el Consistorio y sumarla a la causa autonómica para elevar el 28 por ciento de los votos que obtuvieron en 2015. El PSOE no es el único que pone la gestión municipal al servicio de las urnas que deciden la composición del Parlamento de Andalucía : el PP esgrime la trayectoria de José Antonio Nieto como alcalde como una de sus bazas.

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