Medio Ambiente
Cuatro de las siete zonas hidrológicas de la CHG en Córdoba entran en estado de emergencia por la sequía
Sólo dos áreas, en Montoro y la capital, se encuentran en estado de prealerta ante la falta de lluvias
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Las reservas de los embalses de Córdoba caen al 23%, un tercio menos de agua que en 2021
La falta de lluvias de los últimos meses ha llevado a los pantanos y embalses cordobeses a una situación crítica , como ocurre en casi toda Andalucía. De acuerdo con el último informe sobre la sequía de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir -que abarca toda la provincia excepto una parte de la zona norte, enmarcada en la Confederación del Guadiana-, cuatro de las siete zonas en que se divide el territorio están ya en un escenario de emergencia.
La peor situación la vive el sistema de regulación general , la mayor zona de la provincia (y también de toda Andalucía), dedicada casi en exclusiva a suministrar agua para los regadíos . Abarca todo el sur de la provincia, incluidas las comarcas de la Campiña Sur, Guadajoz y la Subbética, además del pantano de Iznájar , el más grande de la región; también está dentro casi todo el Valle del Guadalquvir.
El sistema de regulación general tiene a fecha 1 de febrero unos 1.400 hectómetros cúbicos almacenados (no sólo en Córdoba sino en toda su extensión, desde el norte de Jaén hasta la desembocadura del Guadalquivir), tan solo un 27 por ciento sobre el máximo de llenado de la serie histórica (por encima de los 5.000 hecómetros). La CHG no calcula estos porcentajes sobre la capacidad teórica, que siempre es más elevada que el valor temporal del acumulado, de modo que estos porcentajes son más elevados que los que emplean otras fuentes estadísticas.
También están en emergencia el sistema de Sierra Boyera , en el Valle del Guadiato, con 24,67% de llenado (unos 10 hectómetros ahora mismo); el del Guadalmellato en Sierra Morena , con 51 hectómetros y al 32 por ciento; y el del Bembézar-Retortillo en el Parque de Hornachuelos, al 28 por ciento de sus 399 hectómetros de llenado máximo histórico (unos 112 hectómetros ahora mismo).
Lo que no peligra por ahora es el abastecimiento de agua de la capital ya que esta zona hidrológica tiene una reserva cercana a la mitad de su capacidad máxima: 46 por ciento de los 146 hectómetros de pico histórico, o lo que es lo mismo, 67 hectómetros embalsados. Su situación es de prealerta, la misma que tiene el sistema Montoro-Puertollano en las sierras nororientales de la provincia (46% de su máximo de 105 hectómetros o 48 hectómetros).
La última región de la CHG en la provincia de Córdoba es el pequeño embalse de Martín Gonzalo , ya casi en la frontera con Jaén en el término municipal de Montoro. Se encuentra en situación de alerta con tan solo un 29 por ciento de su capacidad máxima almacenada, poco más de cinco hectómetros ahora mismo.
En la Confederación Hidrográfica del Guadiana , que abastece a parte del norte de Córdoba, ninguna de las zonas incluidas dentro de la provincia se encuentra en situación de emergencia o alerta.
Sin lluvias
En lo que llevamos de año hidrológico (que comenzó en el otoño, el día 1 de octubre), la situación de la cuenca en cuanto a precipitaciones es la peor de los últimos 25 años , según los datos de la CHG. De media, ha llovido un 42 por ciento menos de lo habitual; y si sólo se atiende al pasado mes de enero, las precipitaciones están un 85 por ciento por debajo.
Y es así en todos los pantanos y embalses, también en la provincia de Córdoba. En Iznájar , por ejemplo, se han recogido apenas 142 milímetros de lluvia en todo el otoño, y poco más de 10 en el pasado enero, siendo el que más recogió en ese tiempo. El embalse de Guadanuño ha sido el más beneficiado, con 246 litros acumulados en la temporada pero tan sólo 5,2 en el último mes.
El negro panorama ya se barruntaba a comienzos del otoño , cuando la CHG anunció medidas extraordinarias y colocó a toda la cuenca en estado de emergencia, independientemente de la situación de cada una de las zonas por separado.
Medidas
Entre las medidas que ya ha puesto en marcha la CHG destacan las restricciones al uso industrial , la reserva de 400 hecómetros cúbicos para el abastecimiento en el conjunto de los embalses, la reserva de otros 100 para situaciones de emergencia con el objetivo de evitar una pérdida permanente de cultivo para aquellos cultivos vulnerables y la intensificación de campañas de educación y concienciación del ahorro, entre otras.
Además, los desembalses que se produzcan serán solo y exclusivamente para el mantenimiento de los caudales ecológicos mientras se mantenga esta situación y ante la ausencia de precipitaciones. También se ha activado un incremento de la vigilancia y el control de la Comisaría de Aguas y del Servicio de Explotación para evitar detracciones de caudal para riegos.
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