Patrimonio

El colegio de la Inmaculada de Córdoba acomete una ambiciosa intervención en sus bienes monumentales

Investiga si Miguel de Cervantes fue su alumno al poco de la fundación del centro por los jesuitas

La escalera imperial del centro de la plaza de La Compañía VALERIO MERINO

Rafael A. Aguilar

Giuseppe Palmieri es profesor de Ciencias Sociales en la Fundación Diocesana Santos Mártires y un enamorado del estudio del patrimonio. Desde hace unos meses compagina su ocupación docente con la coordinación de un ambicioso proyecto que ha puesto en marcha el colegio La Inmaculada , encuadrado en la citada fundación, y que tiene por finalidad recuperar, mantener y divulgar el valor artístico e histórico del edificio de la plaza de la Compañía en el que se encuentra la institución docente fundada por los jesuitas en el siglo XVI.

«El germen fue la Escuela Santa Catalina, que pusieron en marcha los jesuitas en Córdoba, ya en el año 1553. Estuvo impulsada por Ignacio de Loyola bajo el liderazgo en Andalucía de San Juan de Ávila y gracias al patrocinio de los Fernández de Córdoba ; la marquesa de Priego fue la que patrocinó esta escuela», informa Palmieri.

La majestuosa escalera , muy parecida a la del patio central del Palacio de la Merced (Diputación de Córdoba)  es, junto al Patio Barroco, la joya del inmueble en el que hay investigadores que aseguran que estudió el mismísimo Miguel de Cervantes , autor de ‘El Quijote’. Los responsables del colegio están ahora recabando información sobre este hecho histórico. La escalera del inmueble pertenece a la fase posterior a este hecho.

La historia hizo que, cuando los jesuitas tuvieron que salir de España, la institución quedara refundada como Reales Escuelas de Córdoba . La distinción de “Reales”, mención que perdura en la actualidad, y que fue otorgada directamente por el Rey Carlos IV, ofrece una idea de la importancia que esta institución ha tenido a lo largo de las diferentes etapas históricas.

«En Córdoba no hay ningún edificio dedicado a la enseñanza parecido a éste», indica Palmieri, natural de Matera, ciudad situada en el sur de Italia. El primer resultado de la iniciativa que coordina el investigador ha sido el estudio y escaneado láser en 3D de la escalera imperial, que pretende continuar en las próximas fases con nuevos estudios parciales del edificio y la recuperación de la historia de la institución.

Enrique Muñoz es el director del actual colegio diocesano y el impulsor del proyecto que dirige. «Este proyecto de recuperación histórica representa un gran estímulo, pero a la vez una enorme responsabilidad. No en vano, somos los herederos de una institución educativa que ha sido un verdadero referente para la historia de la educación en toda nuestra geografía ». El máximo responsable del centro añade que «por las aulas de nuestro colegio, regentado a lo largo de la historia, además de por la fundación jesuita, también por los hermanos Maristas y por los Padres Escolapios durante varias décadas, han pasado decenas de generaciones de alumnos, algunos de los cuales han acabado convirtiéndose en insignes personalidades ilustres de nuestra sociedad».

Centralización de datos

Uno de los objetivos del proyecto es centralizar toda la documentación sobre la institución, que ahora se encuentra dispersa en diversos archivos. «Por ahí hemos empezado: esto es solo el comienzo», declara el director a ABC. La realización de un modelo en 3D de los principales valores patrimoniales del centro es otro paso en el que trabaja la institución. «Con esta tecnología logramos contar con una documentación gráfica digital, muy útil para la investigación e indispensable para intervenir en la conservación del edificio e incluso en su recuperación ante un posible accidente» de graves consecuencias culturales, alega.

Un modelo digital se convierte en una herramienta insustituible si se quisiera realizar un modelo a escala reducida, continúa Palmieri, «para investigar algunos detalles en concreto o para que los invidentes puedan, gracias al tacto, apreciar las características arquitectónicas del monumento». Para la digitalización de los datos, el colegio ha contado con la empresa Alfa Geomática.

El Patio Barroco, hoy dedicado al esparcimiento de los alumnos VALERIO MERINO

Carlos Roldán es el técnico de la citada firma, y sostiene que «la tecnología usada permite capturar 360.000 puntos por segundo, generando un modelo 3D con precisión milimétrica». El archivo resultante contendrá «una gran cantidad de datos muy útiles para muchos posibles usos en el presente, pero también para preservar esta misma información para futuras aplicaciones que a lo mejor aún no somos capaces de imaginar».

El director de la institución educativa resume que «este proyecto refleja nuestra forma de entender la misión educativa y la utilidad social de los restos materiales e inmateriales de nuestro pasado, elementos vivos que encarnan los valores que hoy sustentan la base de nuestra identidad y que queremos reafirmar con nuestro trabajo y transmitir a las generaciones venideras».

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