Los beneficios económicos del nuevo tanatorio de San Rafael

El nuevo tanatorio que levantará Cecosam será un buen negocio. Mejor de lo que dicen las grandes cifras de su plan de viabilidad. Anualidad por anualidad, la empresa municipal pretende g anar casi 1,1 millones cada dos años de beneficio después de impuestos con las nuevas instalaciones que pretende levantar en San Rafael tras una inversión de 1,7 millones. Los cuadros macro dicen que el resultado de toda la inversión hasta 2029 será de 2,1 millones. Pero eso no puede ser cierto. La previsión es que la empresa pública tenga una aportación extra de unos 560.000 euros al año, descontado el Impuesto de Sociedades , desde el momento en que las instalaciones empiecen a producir dinero a base de bien.

Eso ocurrirá a partir del año 2023 cuando se espera un beneficio anual solamente con el uso del tanatorio que asciende a 570.000 euros. La previsión es que el tanatorio de San Rafael dé dinero desde el primer momento aunque los últimos cuatro años será un proceso de transición hasta la plena autonomía del proyecto.

Para hacerse una idea, Cecosam tiene un beneficio anual de unos 300.000 euros limpios y escasos. En contra de lo que se cree, la empresa funeraria municipal da dinero. Y lo hace porque Intervención advirtió hace varios años que había que compesar el trabajo que realiza de mantenimiento de un servicio básico de prestación obligatoria, como es la gestión de los cementerios. Es decir, la empresa pública recibe recursos del presupuesto municipal para las actividades que son claramente deficitarias. El tanatorio sería, según sus previsiones, un supositorio hipervitaminado y mineralizado.

Básicamente, la empresa entiende que llegará a los 1.800 servicios anuales. Eso supone que controlará un sesenta por ciento del mercado, como ya se conocía desde hace meses. El planteamiento es que usen las instalaciones las funerarias «que están vetadas» en Tanatorios de Córdoba . El uso de la palabra «veto» es clave en este asunto. Tdeco es una empresa privada formada por varias funerarias asociadas. Lo que se le afea desde el Consistorio es que no deje usar sus instalaciones a terceros. Que es como si Coca Cola exigiese utilizar los camiones y las plantas de Pepsi Cola allí donde no tiene implantación. El argumento es que eso permitirá a otras empresas del sector —independientes o que trabajan para compañías de seguros— acceder a mejores servicios y no a los que han de usar de forma normalizada: los del tanatorio de la Fuensanta.