Arte

Adoración de los Pastores, un clásico navideño en el barroco de Córdoba

Del Castillo, Palomino o la saga de los Ruiz de Sarabia abordaron este tema procedente del Nuevo Testamento

Los escasos y valiosos dibujos del pintor cordobés Julio Romero de Torres

Adoración de 1630 atribuida al taller de Zurbarán, conservada en el Bellas Artes de Córdoba procedente del Colegio de la Asunción ABC

Félix Ruiz Cardador

La pintura cordobesa alcanzó en el siglo XVII, durante el barroco, una edad dorada , con grandes maestros como Antonio del Castillo o el pintor y tratadista Acisclo Antonio Palomino . La temática religiosa era en esos años el centro del arte pictórico, y más si cabe en una ciudad tan eclesial y conventual como Córdoba, por lo que la Navidad caló en los artistas de la ciudad y sus mecenas; varios de ellos dejaron testimonio de los pasajes del Nuevo Testamento. Especialmente repetida fue en ese tiempo la Adoración de los Pastores , una estampa bíblica, bucólica y humilde, que también abordaron grandes maestros españoles como El Greco o Murillo.

Hoy muchos de esos testimonios del periodo nutren los fondos del Museo de Bellas Artes , a cuya colección fueron llegando tras las desamortizaciones del siglo XIX. Y tal es su interés que los principales historiadores del arte cordobés han abundado en este asunto durante décadas, en los que se analizan los variados estilos y se debate respecto a las atribuciones de las obras, que casi siempre son un tema abierto . Entre otros nombres, destacan varios especialistas del siglo XX ya fallecidos como Dionisio Ortiz, José Valverde Madrid o Francisco Zueras Torrens . Aunque el último trabajo al respecto, un amplio estudio publicado por la UCO, lo firmó hace dos años el historiador y director hasta el pasado mes de marzo del Museo de Bellas Artes José María Palencia. Lo hizo bajo el título ‘La Adoración a los Pastores en la pintura barroca cordobesa’.

Adoración del cordobés Acisclo Antonio Palomino que pertenece al Museo del Prado, aunque está depositada en el Consejo de Estado de Madrid ABC

Cuenta Palencia que el arte cordobés dispuso en esos inicios del siglo XVII de escasos referentes, dado que el principal pintor cordobés precedente, Pablo de Céspedes, murió en los albores de la centuria , al tiempo que sus seguidores, como Antonio Mohedano o Juan de Peñalosa se marchaban también de la ciudad. Ese hecho, según Palencia, dejó «libre el camino» para que otros artistas foráneos se estableciesen, como fue el caso de Agustín del Castillo, padre de Antonio del Castillo y fundador de una de esas grandes sagas que caracterizan al arte cordobés. Sin embargo, en el tema de las adoraciones cree el especialista que la principal influencia en las primeras décadas del siglo XVII vino de la mano de José de Ribera, pintor español establecido en Nápoles pero del que llegaron a Córdoba dos cuadros de esa temática que se conservan hoy en el Museo de Bellas Artes. La otra influencia, según el rastreo del historiador, llegó de Francisco de Zurbarán , el gran maestro extremeño. En concreto, a una Adoración de su taller que llegó a la ciudad y fechada en 1630. La obra estuvo en el Colegio de la Asunción , el actual Instituto Góngora de Las Tendillas, hasta que al comienzo del siglo XX se integró en el Bellas Artes. Según Palencia, influyó en las diferentes composiciones pastoriles que abordaron en los años siguientes los cordobeses.

Sagas familiares

La nómina de los que afrontaron esta temática es amplia y cualificada. Por ejemplo, los miembros de otra saga importante del periodo, los Ruiz de Sarabia . De ellos se conservan en el Museo de Bellas Artes tres Adoraciones, la primera de las cuales se atribuye al que se considera fundador de la saga, Andrés Ruiz de Sarabia , artista sevillano que se cree que se afincó en Córdoba junto a un hermano también dedicado a la pintura y llamado Melchor. Según Palencia, se trata de un cuadro muy influido en su composición por la pintura sevillana del momento y por pintores como Juan de Roelas o Juan del Castilla. El hijo de Andrés Ruiz también se dedicó al arte bajo el nombre de José de Sarabia al igual que su nieto, que llevaría el nombre de su abuelo. Ambos tienen atribuidas otras dos de las Adoraciones que se pueden ver en el Bellas Artes.

Una Adoración del taller de Antonio del Castillo, de una colección privada ABC

La lista de las Adoraciones cordobesas sigue luego con dos de los grandes maestros del barroco cordobés: Antonio del Castillo y Acisclo Antonio Palomino . Al primero de ellos se le atribuyen nada menos que doce cuadros de esta temática, entre los que se encuentran uno que se puede ver en en el pasillo del Salón de Plenos del Ayuntamiento, y que Palencia atribuye más a su padre Agustín; la que conserva el Museo del Prado y que ha estado depositada en el Museo de Málaga; o la del Museo de Bellas Artes de Asturias. También la que posee Cajasur y que se puede ver en la sala de exposiciones del Palacio de Viana o varias más que están en colecciones privadas, algunas de ellas dudosas en el sentido de que no se sabe si las ejecutó Antonio del Castillo o su discípulo Pedro Antonio Rodríguez. En cuanto a Palomino, muy influido por el gran maestro cordobés, abordó la temática en diversas ocasiones. El más valioso de estos cuadros se conserva en Madrid , en el Consejo de Estado, bajo cesión de los fondos del Museo del Prado.

Pintores menos conocidos

Por último, José María Palencia ha datado otras Adoraciones de pintores menos conocidos, seguidores en muchos casos de los modelos que había impuesto Antonio del Castillo. Se conservan en la ciudad por ejemplo obras de esta temática del pintor jiennense, aunque muy vinculado a Córdoba, Sebastián Martínez , de Manuel Francisco Arias o del cordobés Juan de Alfaro , discípulo de Diego Velázquez y miembro de los Vaca de Alfaro, otra célebre saga intelectual del Siglo de Oro cordobés.

Cuando el periodo barroco fue quedando atrás en el tiempo, los temas religiosos perdieron poco a poco el gran protagonismo precedente. Las estampas bíblicas no tuvieron la misma presencia , aunque con el paso de los siglos las abordasen otros pintores de la Edad de Plata, como el pintor valenciano afincado en Córdoba José Garnelo, que pintó una magnífica Adoración de los Reyes Magos. Incluso en la actualidad el Nuevo Testamento inspira a pintores cordobeses como Juan Cantabrana , que durante décadas le ha dedicado a este tema una serie que pronto llegará a su conclusión. La vida de Jesús, desde su nacimiento en un humilde pesebre hasta su muerte agónica en la cruz, sigue inspirando a algunos creadores igual que hacía en el lejano Siglo de Oro.

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