Pasión en Córdoba

La música de la cofradía del Císter de Córdoba, un recorrido por autores de varias décadas

De Pedro Gámez Laserna a José de la Vega, la hermandad del Martes Santo tiene uno de los patrimonios más completos

Manto de Nuestra Señora Reina de los Ángeles en Córdoba Álvaro Carmona
Luis Miranda

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Ocho marchas de autores cordobeses o establecidos en la ciudad, algunos de entre los mejores de la historia de la música procesional, forman parte del joyero musical de la cofradía del Císter . Un camino por su historia recorre también la trayectoria de cuarenta años de vida de una hermandad que siempre ha cuidado los detalles.

1

La Virgen de los Ángeles sale de la plaza de Capuchinos en 2001 Rafael Carmona

«Ángeles del Císter» (Pedro Gámez Laserna, 1978)

Cuando Fray Ricardo de Córdoba estuvo frente al músico Pedro Gámez Laserna , que ya había escrito obras maestras como «Saeta cordobesa» y «Pasa la Virgen Macarena», no desperdició la oportunidad de pedirle una marcha para la Virgen de los Ángeles de la entonces joven cofradía del Císter.

Ni siquiera se había bendecido a la Dolorosa actual de Luis Álvarez Duarte , y Fray Ricardo ya tenía en la cabeza cómo sería su cofradía en la calle y se lo contó al gran autor para que hiciera la marcha.

«Ángeles del Císter», también titulada «Nuestra Señora de los Ángeles», se estrenó en 1978 en la iglesia de Santa Victoria, y es una obra en la que las maderas , sobre todo los clarinetes, conducen por melodías dulces y alegres sin perder la elegancia.

2

Nuestro Padre Jesús de la Sangre, en el Vía Crucis de las cofradías en 2003 Rafael Carmona

«Nuestro Padre Jesús de la Sangre en el Desprecio del Pueblo» (Casto Contreras, 1979)

Faltaban casi veinte años para que el Señor de la Sangre saliese a las calles un Martes Santo y ya tenía una marcha, obra del compositor Casto Contreras . Es del año 1979 y una de las joyas poco conocidas del patrimonio cordobés.

Es una marcha fúnebre, inserta en el estilo cordobés que habían consolidado autores como Enrique Báez en las décadas anteriores, en que los clarinetes conducen a través de melodías muy inspiradas con un contrapunto muy rico, y que se alterna con partes brillantes. Forma parte del repertorio de la cofradía del Martes Santo.

3

Manto de Nuestra Señora Reina de los Ángeles de Córdoba Álvaro Carmona

«Virgen de los Ángeles» (Jesús Cea, 1993)

¿No hay en el patrimonio musical de Córdoba marchas triunfantes con corneta s? No son comunes, pero la cofradía del Císter tiene una. La compuso Jesús Cea, en 1993, con el título de «Virgen de los Ángeles».

Su estilo es personal aunque recuerda al de autores como Pedro Morales en la forma en que los metales y las maderas conducen la melodía con un estilo muy brilante, que se confirma en el fuerte de bajos.

4

El Señor de la Sangre, en su paso de misterio, por la calle San Fernando Álvaro Carmona

«Cristo de la Sangre» (Jesús Cea, 1998)

La segunda marcha para el Señor de la Sangre llegó en el año en que se incorporaba al Martes Santo y también tiene corte fúnebre. Jesús Cea optó en esta ocasión por un estilo distinto, muy solemne , ya desde la respuesta de las maderas en el principio.

La marcha se hace después más movida en el fuerte de bajos, y termina con un trío en el que la música va tomando color para ir desde lo dulce hasta lo triunfante .

5

La Virgen de los Ángeles y San Juan, en su paso de palio Álvaro Carmona

«Ángeles, Reina (Música para un ángel)» (José de la Vega, 2007)

Con esta marcha comenzó José de la Vega (Córdoba, 1929-Madrid, 2010), su reconciliación con su ciudad natal. Se la encargaron unos cofrades de la hermandad que ahora custodian su archivo y es una de las marchas más completas de un músico que ahora es un autor de culto.

Estrenada por la banda del Maestro Tejera en Capuchinos, la marcha tiene un rico programa en que se exponen varios temas, uno de ellos de la Virgen y otro de San Juan , y luego se superponen.

José de la Vega realizó una obra ajena a toda etiqueta que desemboca en un trío lleno de dulzura y originalidad , y que en sus más de siete minutos muestra toda la inspiración y técnica de su autor.

6

La Virgen de los Ángeles de gloria, durante su procesión Valerio Merino

«Gloria Cisterciense» (José de la Vega, 2008)

Cuando se escribió «Gloria Cisterciense» , la Virgen de los Ángeles en sus miterios Gozosos ya había salido a la calle y estaba a punto de institucionalizarse su procesión anual en mayo. La nueva marcha de José de la Vega para la cofradía es una obra de gloria de carácter muy triunfante .

Comienza de una forma muy brillante a cargo de las cornetas , que no dejan de tener protagonismo en ningún momento de la primera parte, ni siquiera cuando reciben el acompañamiento de las maderas y demás metales. El fuerte de bajos , en forma de llamadas entre los metales graves y las cornetas, es testigo.

La pieza se ha consolidado en la procesión de la imagen letífica y termina con un trío en que las cornetas dan algo de respiro y se resuelve con dulzura y clasicismo .

7

Cristo de la Conversión, que abre el segundo tramo de la cofradía del Císter Álvaro Carmona

«La Sangre y la Gloria» (Alfonso Lozano, 2009)

Es, con mucha diferencia, la marcha más popular de cuantas integran el patrimonio de la hermandad del Císter. Con ella se consagró el compositor cordobés Alfonso Lozano y ha sonado en toda Andalucía desde su estreno.

Su carácter solemne desde el principio la hace apropiada para cofradías alegres y serias. En su primera parte la melodía avanza a través de un tema de carácter fúnebre que capta la atención por su sentido del ritmo.

Luego llega a un trío que es un continuo crecimiento en el tono y en la brillantez, con un final en que se incorporan las cornetas, aunque el compositor no deja de recuperar motivos para dar unidad a una partitura que ya se ha hecho clásica. Se puede cantar con letra de Alfonso Muñoz , ex hermano mayor de la cofradía.

8

La Virgen de los Ángeles, en la iglesia del monasterio del Císter Roldán Serrano

«El Císter» (Rafael Wals, 2018)

La más reciente de la marchas de la cofradía del Císter es también la que más mira a los orígenes de la hermandad . La escribió el cordobés Rafael Wals Dantas y se estrenó en 2018 con el título de «El Císter».

A la cofradía todo el mundo la seguía conociendo así aunque ya residiera en Capuchinos , y él se inspiró en esos orígenes para un comienzo que quería que fuese algo monacal y sereno , con un tambor muy marcado.

El oído más atento no dejará de percibir alguna pequeña cita a otras marchas de la cofradía , pero la composición avanza luego en modo algo más brillante, con la presencia de las cornetas. El trío, eno modo menor, es también de mucha melancolía, a base de frases largas y solemnidad, aunque con un final algo más triunfal.

9

El Señor de la Sangre, en su Vía Crucis en Capuchinos Valerio Merino

«Las Cinco Llagas de Nuestro Señor Jesucristo» (José de la Vega, 2008)

El patrimonio musical de la cofradía del Císter se completa con una obra que no es una marcha, sino un conjunto de obras de capilla . Las escribió José de la Vega y es una colección de cinco piezas para instrumentos de viento .

Cada una de ellas está inspirada por una de las llagas , y dedicada a cofrades con los que mantuvo amistad. Son piezas próximas a la música contemporánea, en la que el ruido describe la forma en que se fijan los clavos y hasta la forma en que la lanza atraviesa el costado . Se interpretan en el Vía Crucis del Señor.

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