La Cuaresma en ABC

Manuel López Farfán, la formación en Córdoba de un compositor revolucionario de la música procesional

El autor de 'La Estrella Sublime', nacido hace 150 años, escribió para la ciudad su primera marcha, 'En mi amargura'

Su maestro fue Juan Antonio Gómez Navarro, maestro de capilla de la Catedral y uno de los músicos más importantes de su época

Un siglo y medio del nacimiento de Manuel López Farfán

Portada autógrafa de 'En mi amargura', la primera marcha de Farfán, luego retitulada 'El Cristo de la Exaltación' ABC
Luis Miranda

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No pasarán muchas horas de este Domingo de Ramos sin que avance un paso de palio y estallen las cornetas con una melodía que evoca a cera rizada y cofradía de barrio. 'La Estrella Sublime' hace décadas que no deja su puesto entre las marchas más interpretadas de la Semana Santa.

Su autor fue un sevillano, Manuel López Farfán , que en la década de 1920 revolucionó la composición de marchas procesionales con marchas totalmente nuevas por su carácter alegre y hasta heterodoxo, como 'Pasan los campanilleros' .

En 2022 se cumplen 150 años de su nacimiento y es el momento para recordar que gran parte de su formación como músico se produjo en Córdoba y que para la ciudad escribió su primera marcha.

Como explica José Manuel Castroviejo , uno de los investigadores que ha reconstruido la trayectoria vital y artística del compositor, el destino de Manuel López Farfán lo llevó a Córdoba en el año 1888, cuando tenía 16 años .

Dos antes había ingresado como voluntario en la formación musical del Batallón de Cazadores Cataluña número 1, que entonces tenía guarnición en Sevilla. En 1888 después el batallón se trasladó a Córdoba y en ese año tocó tras la Virgen de los Dolores en la procesión oficial del Santo Entierro.

El joven clarinetista Manuel López Farfán tenía inquietud por seguir creciendo como músico y para eso acudió al magisterio de Juan Antonio Gómez Navarro (1845-1923), un sacerdote que nació y murió en Lorca , pero que fue primer organista y maestro de capilla de la Catedral de Córdoba desde 1876 hasta 1916.

«No había formación reglada, sino unos exámenes a los que uno se presentaba por libre», recuerda José Manuel Castroviejo, que cree que le pudieron recomendar que acudiera a Gómez Navarro para mejorar su formación.

Durante años, Gómez Navarro fue el músico más importante de la ciudad. Como recuerdan Jesús Cabrera y Mateo Olaya en un artículo difundido en la página web Patrimonio Musical , consiguió que la capilla musical alcanzara un gran nivel de calidad, educó a varias generaciones de músicos y sucedió a Eduardo Lucena , tras su muerte, en la Cátedra de Composición y Armonía en la Escuela de Bellas Artes, de donde luego salió el primer conservatorio de Andalucía.

Aunque su contexto es cordobés y se dedicó a la madre de su maestro, 'En mi amargura' se escribió en Cienfuegos, Cuba, donde su autor estaba destinado

Escribió un recordado 'Miserere' , muy exitoso en su época, y el villancico 'El Ruiseñor' , entre otras muchas obras. Sus enseñanzas fueron buenas: Farfán pronto alcanzó la categoría de músico de primera.

En esta primera etapa de su trabajo en Córdoba, el compositor sevillano escribió piezas para banda y piano, valses, mazurcas, habaneras y pasodobles . No pasaba la Semana Santa de Córdoba por sus mejores años, pero conocería las marchas del momento.

Para la ciudad escribió la primera de sus veinte marchas fúnebres . La tituló 'En mi amargura ' y aunque, según Castroviejo, es de contexto cordobés, la firmó en Cienfuegos, Cuba , porque como militar estuvo destinado en la isla de 1895 a 1899. Así consta en la portada. «Era imposible que estuviese en Córdoba en el año 1896», insiste.

Un detalle

Era una marcha cordobesa porque la dedicó a la memoria de la madre de su maestro, Leonor Navarro González , que falleció el 12 de marzo de aquel año 1896. Para el investigador, puede que ni siquiera se estrenase, «porque la hizo como detalle». Incluso le faltan los matices , es decir, las anotaciones sobre la intensidad del sonido.

Diez años más tarde, en 1906, Farfán, de vuelta en Sevilla desde 1899, cambió el nombre de la composición y la dedicatoria. Sería, desde entonces 'El Cristo de la Exaltación' . Y puede, apunta José Manuel Castroviejo, que tampoco quedara contento de su primera marcha y por eso le dedicó otra a la misma imagen en 1907.

Era una composición muy propia de finales del siglo XIX , con contrastes y sabor entre fúnebre y dulce, en línea con las marchas que en esos años escribían en Córdoba su maestro o Eduardo Lucena.

Farfán volvió a Córdoba para dirigir el regimiento de infantería L a Reina número 2 , con sede en el cuartel de Lepanto, entre 1912 y 1915, y de esa época queda un pasodoble-himno militar.

Como muchas de las marchas de Farfán, 'En mi amargura' cayó en el olvido durante décadas hasta que la labor investigadora de principios del siglo XXI, con la aportación destacada de la web Patrimonio Musical y de la Banda Municipal de Sevilla , la sacó a la luz.

La formación la grabó en un disco e incluso sonó en Córdoba al menos un año: la banda de música Cristo del Confalón, de Écija, la interpretó tras María Santísima de la Caridad el Martes Santo de 2006.

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