Entrevista

Córdoba CF | Bernardo Cruz: «Aceptamos el papel de favoritos y no nos pesa, pero con el escudo no se gana»

El central cordobés, después de la salida de González, León y Oliver, asegura que «la justicia debería ser dura con los malos»

Bernardo Cruz posa para ABC, este jueves, junto a un escudo del Córdoba CF en El Arcángel Álvaro Carmona

Javier Gómez

Bernardo Cruz (Córdoba, 1993) ha vuelto a casa. Es un ejemplo por su profesionalidad, su carácter competitivo, su formación, su liderazgo y su cordobesismo. Regresó al Córdoba CF este verano como buque insignia de la recuperación de la identidad cordobesa en el vestuario junto a Javi Flores y los valores que deben regir de nuevo en una institución que ha estado al borde de la desaparición tras 66 años de vida.

De vuelta a casa, ¿cómo se siente?

La vuelta a casa siempre es bonita y especial. Guardo especial cariño de esas etapas en la cantera en campos de albero en las que he tenido entrenadores y formadores.

¿Quizás uno se forma en la cantera como persona y después de salir del Córdoba es cuando madura como profesional?

Formé mi carácter competitivo en la cantera del Córdoba en un 70 u 80 por ciento y después el restante 20 ó 30 por ciento lo terminé de hacer cuando salí de casa. Le doy una parte muy importante a mi etapa en el Racing de Santander y otro grueso importante al Sevilla Atlético porque reimpulsó mi carrera de nuevo.

En el Racing por pasarlo mal tras la lesión y la primera experiencia fuera de casa. En el Sevilla por estar en un club de otra dimensión, ¿no?

En Santander fueron todo problemas: seis meses de impagos, una lesión de pubalgia que me tuvo cuatro meses apartado del equipo, un descenso agónico en la última jornada, el fallecimiento de mi abuela aquí en Córdoba y con la distancia no pude estar. En definitiva, me terminé de hacer una persona de vestuario. Ahí supe que ante las dificultades me crezco, que doy un paso al frente y que puedo asumir y soportar esos momentos. Después en Sevilla fui a una cantera que es top a nivel europeo, con una metodología de trabajo que es muy buena y tuve la suerte de coincidir allí con grandes profesionales como Diego Martínez y Víctor Lafuente. Vi que tenía un margen de crecimiento que yo no había visto. Me inculcaron una semilla que me ayudó a llegar al fútbol profesional y mantenerme en él.

«Con 15 años quería irme, pero agradezco a mis padres que me aconsejaran terminar mi etapa académica»

Le doy un pequeño pasito para atrás en el tiempo. La Juventus vino a por usted siendo cadete y decidió quedarse aquí, pero jamás le oído hablar de ello públicamente. ¿Cómo fue todo y por qué decidió quedarse?

Para mí no es algo bonito de recordar o agradable. Lo comento muy poco porque fueron semanas duras. Un chaval con 15 años no está preparado para decidir su futuro. Claro que yo quería irme. Bueno, tenía la ilusión de vivir algo en un sitio tan grande. Eso te hace que el primer impulso sea de valentía, de ir. Siendo sincero tengo la suerte de tener un entorno familiar muy bueno y muy equilibrado, que creo que es lo que nos ha hecho a mi hermano y a mí vivir de esta profesión. Tener un entorno familiar estable y que te diga lo que a veces no quieres oír y que te haga tener la cabeza en tu sitio sin perder el norte es importante. En aquel momento fueron mis padres los que me orientaron y me aconsejaron cuál era la mejor opción. La prioridad era acabar una etapa formativa como persona y académica. Le estoy agradecido a mis padres que me aconsejaran no marcharme a Turín y terminar mi etapa formativa a nivel académico, porque entonces el fútbol era algo complementario, aunque ya estaba participando en selecciones y demás.

Después llegó al primer equipo y ascendió a Primera. ¿Comprendió su salida después de subir?

Siendo sincero que ninguno de los dos hermanos nos quedásemos me dolió. Creo que el que se tenía que haber quedado era Fran. Estaba más preparado para tener la representatividad del cordobesismo en Primera. La madurez futbolística de Fran era superior a la mía. Mi cesión la entendí porque era un chico joven que tenía que quemar la etapa en Segunda. Creo que Fran debería haber continuado como un central más en la plantilla de la casa, pero respeto mucho a las personas que toman las decisiones deportivas y echando la vista atrás todo es fácil.

El central cordobés, en la grada del estadio Álvaro Carmona

Le digo los nombres de tres personas que han pasado por el club: Carlos González, Jesús León y Luis Oliver. ¿Qué le viene a la cabeza?

Me vienen tantas cosas a la cabeza... Es una sensación de agonía, de inestabilidad, de incertidumbre. Éramos un juguete roto. Creo que tenemos mucha suerte con que haya entrado este grupo inversor y esta infraestructura deportiva a este club.

¿Se sufre más desde fuera viendo lo que está pasando en tu equipo o la distancia le da lejanía para dejarlo a un lado?

Al revés. Cuando menos sabes de un problema es peor porque más incertidumbre tienes. La sensación es de impotencia cuando pasó todo aquello. De no poder ayudar cuando la gente te necesita. Al final, sólo puedes intentar que la masa social tuviera más voz. Lo que me parece de auténtica vergüenza es ver El Arcángel rodeado con 20 coches de la Guardia Civil. Me parece una imagen denigrante para esta entidad y para la gente que se ha dejado la vida en este trabajo. La gente de oficinas que pasaría momentos que no querrán volver a recordar y me parece que eso tiene que tener algún final. Se tiene que hacer justicia por haber hecho pasar tanto a jugadores, empleados y aficionados. Con los malos, la justicia también debería ser dura. Por lo menos, justa. Que se haga justicia en la vida. A mí, el primero.

«Éramos un juguete roto; me dio vergüenza y fue denigrante ver el estadio rodeado de 20 coches de la Guardia Civil»

Todo ha cambiado aparentemente con la llegada de Infintiy.

Sí, sí. Totalmente. Es gente preparada, humilde y trabajadora. Son cercanos en el día a día y conviven con nosotros como uno más. Eso es raro y difícil de encontrarlo en un club profesional. Porque el Córdoba es un club profesional aunque esté en Segunda B. Tenemos una infraestructura que ya querrían tenerla muchos equipos de Segunda. Tenemos que ser conscientes de lo que tenemos entre manos para aprovecharlo con naturalidad, ni con más ni con menos presión. Hay que tomar conciencia de dónde estamos, de los medios que tenemos y de todo. Nosotros con ellos estamos encantados, vamos de la mano y así todo es más fácil.

El año pasado regresó Javi Flores. Este verano ha vuelto usted. Ojalá en el futuro vuelva su hermano y otros cordobeses, ¿es bueno recuperar identidad en el vestuario?

Ojalá. Es bueno recuperar sentimiento, arraigo, de saber lo que se vive en la ciudad, de haber pasado y haber quemado etapas duras. Fran ha quemado tres o cuatro años aquí en Tercera. Del pasado no se puede vivir. Quedarnos anclados en el pasado y en el ascenso en Las Palmas es un error. Tenemos que afrontar el futuro como viene. Para gente que venimos de quemar etapas que cuestan, el hecho de mirar al pasado tiene que ser gasolina, darnos impulso y motivarnos. Si ahora tengo todos estos recursos y antes tenía menos, ahora es cuando tengo que coger una velocidad de crucero buena. A nivel de cordobesistas, cuanto más seamos, mejor. También digo que hay gente en el vestuario que no son cordobesistas desde pequeños y están dando una identidad al vestuario y tienen un compromiso con el proyecto genial.

«En el gol de Willy había 20 tíos abrazados y los que más gritaban eran del banquillo, me pone la piel de gallina»

Hágame un balance de este inicio de temporada tanto a nivel colectivo como individual después de dos victorias y de haber lucido ya el brazalete de capitán.

Es un balance positivo. Hemos sumado todos los puntos. La primera victoria contra el Lorca aquí en casa nos costó un poquito. Tuvimos esa sensación de no haber cerrado el partido, porque generar ocasiones de gol es positivo pero en un despiste te pueden empatar. También hay que tener en cuenta que la mayoría de los compañeros llevaban siete meses sin competir y eso es una barbaridad. En la pretemporada, las sensaciones, la forma de competir y las emociones antes, durante y después de un partido son totalmente diferentes a la competición. Haber pasado todo ese tiempo sin competir, volver con una plantilla con muchas incorporaciones y, pese a ello, el equipo dio la cara como la dio me pareció muy positivo. En Yecla se vio la identidad de un vestuario. Ahí salieron a jugar un grupo de amigos, humilde, honrado, trabajador y que se tiró al barro de cabeza, que era lo que tocaba. Eso es lo que espero de este vestuario. En el gol de Willy estamos allí abrazados veinte y los que más gritaban eran los del banquillo. Eso me pone la piel de gallina.

El Córdoba está demostrando capacidad de adaptarse al rival, a las condiciones y al campo.

El mensaje que estábamos recibiendo durante toda la semana del míster y del cuerpo técnico, te da esa concienciación. La palabra que más nos repetían era humildad, humildad y humildad. Eso debe ser una seña de identidad. Con el escudo no se gana en ningún lado. Las casualidades no existen. También fue por el mensaje.

Me habla de 20 jugadores abrazados tras un gol, pero casi prefiero la celebración de esa acción que salva el balón en la línea justo después de marcar el 1-3.

Son momentos pasionales de la competición. Sacar ese balón en ese momento en un campo tan estrecho, que teníamos la sensación de que en cualquier momento estaban en tu área, me salió de dentro pegar ese grito de euforia por salvarlo. Después recibir el abrazo de los compañeros demuestra que nos refuerza como grupo y nos hace sentir esa unión de intocables o de fortaleza como grupo.

Bernardo Cruz, en el césped de El Arcángel Álvaro Carmona

La pandemia desgraciadamente lo ha cambiado todo, pero ¿cómo ve esa disparidad de criterios de aforo? ¿Qué le parece que aquí haya sólo 800 (ahora baja a 400 con el nivel 3 de alerta), en Santander cinco mil y en Yecla sea a puerta cerrada? ¿No le parece injusto o poco lógico?

Debería haber un patrón y seguir esa proporción. Creo que tendría que haber un porcentaje. Lo que me parece totalmente ilógico es lo que nos pasó en Córdoba con el Lorca. El lunes previo había tres mil personas en un evento cultural en la plaza de toros. Y aquí, en un evento deportivo, sólo 800 en un estadio con capacidad mucho más amplia que en la plaza. Eso no tiene sentido en la misma ciudad y en la misma semana. Que haya diferentes medidas en las Comunidades Autónomas se puede llegar a entender por la evolución en cada momento de la pandemia en cada región, pero lo que no tiene ningún sentido es que haya medidas diferentes en la misma ciudad. Eso te disgusta.

El formato de competición. ¿Cree que les perjudica o les beneficia?

Es un formato exprés y tiene menos margen de error, pero ni nos perjudica ni nos beneficia. El equipo lo ha asumido muy bien, se está adaptando al sistema de competición y nos hace afrontar los partidos siendo conscientes de que cada encuentro es vital. No es un tópico del fútbol. Es la realidad. Pensar en el futuro es peder el tiempo. Más allá del domingo no pensamos. Y en formatos así, mucho más. Que tengamos una plantilla tan competitiva entre nosotros, nos va a hacer adaptarnos bien a este formato porque no hay mayor orgullo que entren y salgan jugadores y el rendimiento del equipo no se note. Hay mucho nivel competitivo.

«No hay mayor orgullo que entren y salgan jugadores y el rendimiento no se note»

Decían varios exentrenadores del Córdoba en ABC que veían una plantilla muy competitiva, con jugadores de superior categoría y que lo lógico es que se cumpla el objetivo. ¿Coincide con esa visión?

Aceptar el papel de favoritos cuando no los van a poner no nos pesa, pero siendo conscientes de que con el escudo no se gana en ningún lado. En un partido hay que tenerle muchísimo respeto al rival al que te enfrentas.

El Córdoba quería ser como el Mallorca, que subió de Segunda B a Primera en dos años. No sé si el espejo sería mejor el Granada: tocó fondo deportivo en Tercera, salió casi de la desaparición y poco a poco ha crecido. ¿No ve más similitudes?

Lo del Granada es un proyecto que ha tenido continuidad. Diego Martínez está haciendo un papel fundamental. No debemos compararnos con nadie porque somos una entidad totalmente diferente, aunque no es malo tener un espejo. Hay que ponerse manos a la obra porque tenemos un proyecto muy bonito por delante.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación