El otro ejemplar de burro que queda en el Belén viviente de Lucena
El otro ejemplar de burro que queda en el Belén viviente de Lucena - EFE
LUCENA

El Ayuntamiento de Lucena pospone la retirada de los animales del Belén

El acusado de provocar la muerte de un burrito niega que se montase en el animal fallecido ni que le diese patadas

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El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Lucena (PSOE-IU) no ha convocado la reunión prevista ayer para adoptar una decisión definitiva sobre la retirada de todos los animales ubicados en el portal de Belén. El asunto fue estudiado el jueves en una reunión convocada por el alcalde, Juan Pérez, tras la repercusión informativa de la noticia. La reunión acabó sin cerrarse un acuerdo. Aunque no hay una decisión definitiva, fuentes cercanas al equipo de gobierno indicaron que existe un clima favorable a la retirada de los animales que aún permanecen en el Belén. Ayer, el concejal de Servicios Sociales, Carlos Villa, (IU-CA) anunció que «sería partidario» de evacuar a los animales.

La Asociación para la Defensa del Borrico (ADEBO), los colectivos ecologistas locales Apma y Mejorana y la asociación nacional Pacma, junto a Podemos Animalista Lucena, han organizado una concentración para mañana, a las 12.00 horas, en repulsa por la muerte del rucho -presuntamente ocasionada por un episodio de maltrato-, por «la negligencia cometida por el Ayuntamiento de Lucena» y para exigir la retirada de los animales de todo el recinto.

Denuncias

Por otro lado, el Círculo Podemos Animalista Lucena ha anunciado la presentación de una denuncia contra el individuo detenido por estos hechos, y una segunda, contra el Ayuntamiento lucentino, ante la Delegación Provincial de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, «por infracciones graves con causa de muerte», conforme a lo establecido en el artículo 32 del Decreto 65/2012, de 13 de marzo, por el que se regulan las condiciones de sanidad y zootécnicas de los animales.

Según esta formación, «las “figuras vivas” de animales del Belén han sido instaladas sin el cumplimiento de los requisitos mínimos que garanticen los condicionados sanitarios y el bienestar animal».

Versión del acusado

Evaristo Jiménez, detenido el miércoles como presunto autor de un delito de maltrato animal y en libertad con cargos, tras el fallecimiento de uno de los borriquillos del portal de Belén, declaró a TVE que subió a uno de los burros, aunque dicho animal no es la cría de apenas cuatro meses que posteriormente falleció sino una burra adulta -que aún sigue en el establo-.

«La gente comenta por ahí que soy un asesino, que he matado al burro, y yo en realidad no me he acercado al burro pequeño, aunque es verdad que me subí en el grande. Soy ganadero, vivo de la ganadería y soy incapaz de hacer daño a un animal» aseguró.

El acusado negó que le diera patadas al animal que falleció días después y cree que el fallecimiento se pudo deber a que dejaran de amamantarlo y la otra burra del portal -en la que sí se montó- «cuando intentó mamar le pegó patadas».

Así lo ha manifestado el afectado, en declaraciones a Canal Sur Televisión, recogidas por Europa Press, al tiempo que ha confesado que se siente «mal, porque no he matado a ningún burro ni lo he tocado», según ha destacado el hombre.

Niega el maltrato

De su relato se deduce que se subió en la burra grande, de unos «cinco o seis años», y se hizo una foto, según él, «apoyándome en la pierna izquierda, por supuesto, porque soy ganadero y sé que si me subo se parte, porque soy corpulento».

Así, detalla que la cría tenía unos «cuatro meses» y en ella, según insiste, no se ha montado ni la ha tocado.

En su opinión, «el burro pequeño ha muerto porque lo han destetado con cuatro meses, se lo han apartado de su madre y no amamantaba», a lo que añade que «hace bastante frío y la burra que no es la madre, cuando intenta mamar le pega patadas», según detalla el afectado, quien recalca que «en la burra grande» no deja caer su peso, de hecho, subraya, «está viva y en el portal».

Mientras, desde la defensa del hombre, representada por el letrado Carlos García, señalan que «del informe se presupone que al no poder amamantar al burro pequeño el otro burro lo que hizo fue apartarlo dándole coces».

Además, precisa que el animal «murió a los cuatro días», de modo que «si hubiera sido por causa de aplastamiento lo más normal es que hubiera muerto al día siguiente o hubiera tenido algún derrame o hemorragia interna que hiciera ver que había un aplastamiento», al tiempo que señala que «el cuidador de los animales se hubiera dado cuenta que a partir de ese momento que hubo una negligencia por parte del público se hubiera levantado acto».

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