Pregonero de la Semana Santa 2020

Andrés García Requejo: «Será un pregón muy gaditano en la composición y los detalles»

El encargado de anunciar la próxima Semana Santa de 2020 ya trabaja en las ideas que quiere transmitir a todo Cádiz durante su intervención en el Falla

El pregonero de la Semana Santa de Cádiz 2020, Andrés García Francis Jiménez

Ana Mendoza

Con humildad, sencillez y naturalidad, el gaditano Andrés García Requejo ha asumido la responsabilidad de pregonar la próxima Semana Santa de Cádiz . Hace poco menos de un mes se conocía su nombramiento para esta noble tarea de anunciar la Semana Mayor y desde entonces García Requejo ha empezado a trabajar, a pensar y escribir ese mensaje con el que quiere llegar a todos el 29 de marzo, Domingo de Pasión , cuando se sitúe sobre las tablas del Falla. Andrés, que también ha escrito letras de Carnaval, tiene una dilatada experiencia tras los atriles. En su trayectoria figuran, entre otros, el pregón de la Juventud Cofrade, el del 75 aniversario de su querida cofradía del Perdón, el de la Virgen de las Penas de la Palma, Dolores de Descendimiento, Caridad de las Penas o Salud de Sanidad . Pero además ha presentado numerosos carteles y revistas cofrades y ha participado en tertulias radiofónicas porque desde que era pequeño ha estado unido al sentimiento cofrade gracias a su padre que fue quien antes de inscribirlo en el Registro Civil le hizo hermano del Perdón. Andrés habla sobre cómo será su texto pero no desvela su mensaje. Comenta cómo se siente ante esta responsabilidad pero no expresa su opinión sobre la Madrugada ni sobre esa vinculación entre Semana Santa y Carnaval . Para esas preguntas nos emplaza al pregón. «En él están las respuestas». Habrá que esperar a que llegue el gran día.

–¿Cómo fueron sus primeras vivencias cofrades?

–Me crié en el seno de la cofradía del Perdón porque mi padre era muy activo en la hermandad. También es verdad que en aquellos tiempos se vivía de esa forma más activa y profunda que ahora que la vida y el sistema no nos los permiten porque los tiempos han cambiado. Mis experiencias son vivencias en Santa Cruz con los niños de mi edad que vivíamos la Curesma de forma intensa con la preparación de los cultos cofrades... Recuerdo que los viernes hacíamos convivencias con el padre Marcelino... todo eso lo tengo grabado en mi alma porque me constituyó como niño cofrade y hombre.

–Su nombre había sonado ya varios años para ser pregonero. ¿Era una designación que esperara?

–Hace quince años que di el pregón de la Virgen de las Penas y ese marcó un antes y un después. Había hecho algunas cosas con cierta repercusión pero ese es un pregón referente por haber vivido un momento mágico y especial. Entonces ahí ya se hablaba de que podría ser pregonero de la Semana Santa porque se decía que el pregón de las Penas era como un trampolín. Ahí ya me llegaban rumores... Después de eso fui dando algunos pregones más y sonaba el nombre en las quinielas y todos los años me anunciaba alguien que esas campanitas las oía. Pero hay un tiempo en el que tengo otras necesidades e inquietudes y el nacimiento de mis hijos que no me daban para dedicarme a esto y me permití un tiempo de ausencia, de actividad pregonera y entonces esos ecos se difuminaron. Por tanto sí es sorpresivo que ahora me hayan nombrado porque llevo unos años en el retiro, no del sentir cofrade, pero sí en la actividad más intensa.

–¿Y qué le ha dicho su familia?

–Mi familia tiene tanta o más ilusión que yo. Sobre todo mi padre que es el artífice absoluto de esta dedicación mía porque me introduce en la Iglesia y me cría en este seno, en este entorno. Es responsable de que mi literatura tomara esta vertiente y siempre ha tenido una ilusión especial en que yo fuese el pregonero de la Semana Santa primero porque es mi padre y segundo porque le gusta mi forma de pensar y yo tenía esa una asignatura pendiente con Cádiz y con él. Por tanto si cabe desglosar la ilusión general que tengo por el pregón en pequeñas ilusiones, tengo que decir que de todas la que prevalece es la que tengo yo porque mi padre sea correspondido con el pregón de la Semana Santa por parte de su hijo.

–¿Ya ha empezado el pregón?

–Hace poco hablaba con un amigo que me decía, Andrés yo hace años venía intercediendo, luchando porque tú fueses el pregonero de la Semana Santa porque quiere escucharte por tu forma peculiar de pregonar que es distinta, no entra en la línea de lo clásico. Pero me decía que ahora el momento mío lo veía complicado. Y yo digo el momento en el que uno es pregonero es el momento en el que el Espíritu Santo determina que la persona tenga que ser el pregonero. Tengo una fe absoluta en el Espíritu Santo y entiendo que intercede en estos casos porque la voz de pregonero tiene que tener ese puntito sacramental. Por tanto si yo tengo que dar el pregón ahora es porque así se ha determinado. Ahora sí es verdad que volviendo a la realidad con mis obligaciones con el trabajo y los niños tengo difícil encontrar el hueco para centrarme y componer porque tengo que buscar la ocasión, quitarme horas del sueño. Las ideas las tiene uno en cualquier hora del día y estoy en casa o en el trabajo y apunto todo.

–¿Qué estilo seguirá?

–Será prosa y verso. Tendente al verso en el mismo sentido que incluso la prosa se me va al verso. Además de eso soy de pregones cortos, oídos y hechos. Me gusta hacerlo corto porque es característica propia y porque entiendo que el límite de la concentración está en 45 o 50 minutos siempre que esté uno motivado. Por tanto uno largo y monótono o uno largo y con episodios atrayentes que mantenga al interlocutor en atención también tiene su límite de tiempo. Está claro que tiene que abarcar muchos campos sociales, el evangélico el principal... y tiene además que hablar de todas las cofradías de Cádiz en cierto modo o hacer mención y eso haría que sea más largo de los habituales que yo he hecho.

–¿Cuál sería su principal virtud a la hora de pregonar?

–Lo primero es que doy prioridad a la oratoria por encima de la obra escrita. Al darle esa prioridad el lenguaje tiene que ser más cercano y llano. Pero además con un matiz propio y característico gaditano. Cuando digo gaditano digo prosodia, que es la forma de decir las cosas, semántica, la forma de entender las cosas y yo tiendo a hacer un pregón identificativo gaditano no solo en la composición sino en los detalles mínimos y referencias a las cosas.

–Su hermandad estará muy presente...

–Mi cofradía estará tan presente y en la misma presencia que estará el pregonero y desde el principio hasta el final estará. Tampoco tendrá un papel especial aunque no puedo negar que tenga protagonismo en la Madrugá por las pasiones vividas y la cofradía del Perdón estará presente porque la cofradía del Perdón es Madrugá.

–Un deseo para de cara a ese momento

–Que Cádiz tuviese su pregón porque lo importante es el pregón, nunca el pregonero. Que la gente tuviera la satisfacción de un buen pregón. Que una vez haya pasado, haya podido presentar la antesala de la magnitud con la que se vive en Cádiz la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor.

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