Puig delega en un director general para no recibir al presidente de la Diputación de Alicante

Indignación de Sánchez por la «falta de respeto a la institución» y de interés por el diálogo

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, rehúsa la entrevista que le solicitó el presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, y le ha contestado por escrito delegando en un director general, lo que ha causado indignación del dirigente provincial por la «falta de respeto a la institución».

En respuesta a un escrito remitido por Sánchez al jefe del Consell, el gabinete de Puig se refiere únicamente al acuerdo plenario adjunto a esta comunicación sobre «el plan de gratuidad de los libros de texto», aprobado el 16 de septiembre pasado. «Le comunico que lo hemos trasladado a la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deportes, y a la Dirección General de Administración Local, para su conocimiento y a los efectos oportunos», indican al presidente de la Diputación.

Sin embargo, Sánchez había anunciado su intención de sentarse con Puig para tratar al menos otros cinco grandes asuntos: el proyecto de zona franca para el puerto de Alicante; el futuro de la Institución Ferial Alicantina (IFA); los presupuestos y los problemas del agua, aparte del citado plan de financiación de los manuales escolares. Ahora, al recibir la escueta contestación de que han puesto al corriente a un director general, en el entorno del presidente alicantino reinaba ayer el malestar por este trato, máxime cuando Puig se ha quejado en reiteradas ocasiones de no ser recibido por el presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy.

Como ejemplo, también recordaron ayer que todos los alcaldes de la provincia que solicitan audiencia en la Diputación son recibidos por el presidente, sin delegar en nadie más y sin tener en cuenta nunca el signo político de cada ayuntamiento.

Plantón en la investidura

La relación entre Puig y Sánchez arrancó con mal pie ya desde la investidura del alicantino, cuando el presidente autonómico le dio plantón. Por si quedaban dudas, el jefe del Consell acudió tan solo dos días después a Elche para una visita al alcalde, su compañero socialista Carlos González.

Posteriormente, en la Diputación de Alicante recriminaron a Puig su falta de diálogo y comunicación cuando anunció las ayudas económicas a las familias para la compra de los libros de texto sin antes haberles comunicado nada. Sobre todo, cuando la institución provincial tiene que aportar fondos para este programa.

El tercer episodio de estas tensiones se produjo cuando desde la Generalitat se excluyó al representante que la Diputación tenía tradicionalmente en el consejo de administración de la Autoridad Portuaria. Sánchez se hubiera quedado fuera –para situar en este órgano al concejal alicantino Natxo Bellido, de Compromís– pero a última hora el Ministerio de Fomento optó por reservarle un asiento como vocal en sustitución del subdelegado del Gobierno, Alberto Martínez, al igual que ocurrió en Castellón.

Ver los comentarios