Císcar se aparta y propone a César Sánchez como candidato a la Diputación de Alicante

El presidente del PP provincial de Alicante, José Císcar, dio ayer el paso que puede permitir a su partido mantener la presidencia de la Diputación. Su cabeza, de forma más o menos caprichosa, era el precio que exigía Ciudadanos para brindar su apoyo al PP en la votación de investidura prevista para el próximo viernes.

Císcar, centrado en las últimas semanas de manera exitosa en laminar los últimos vestigios del ripollismo en las candidaturas a diputados por parte del PP, se hizo ayer a un lado sabedor de que los diputados que podían coger su relevo como presidenciable son todos de su confianza.

Destacó en su comparecencia para explicar esta decisión que «por encima de las personas y los personalismos está el partido» que, según Císcar, «ha entrado en un proceso de cambio para renovar discursos, personas e ideas, porque hemos hecho cosas mal y tenemos que realizar cambios profundos».

La renuncia del presidente provincial no es solo a ser el candidato para liderar la corporación provincial sino a formar parte de ella, por lo que su escaño como diputado provincial lo asumirá Carlos Castillo, edil de Empleo y Fomento en la anterior corporación municipal de Alicante.

Como «sucesor» en esa carrera por la Presidencia de la Diputación alicantina, Císcar señaló al alcalde de Calpe, César Sánchez, cuestión en la que ha habido unanimidad por parte de los diputados que el PP tiene en la corporación y también de la dirección nacional del partido. Este relevo no ha gustado al presidente regional del PPCV, Alberto Fabra, quien había abogado por el exalcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón, como candidato a la presidencia –sin embargo, el de Torrevieja respalda sin fisuras la elección de Sánchez–. El hecho de que Ciudadanos viera con mejores ojos al alcalde de Calpe también ha pesado en la decisión final.

Císcar asistió a la comparecencia pública acompañado por Sánchez –y Dolón–, al que definió como una opción «joven» pero sin «nada que demostrar», pues su labor como alcalde de Calpe ofrece «todas las garantías». César Sánchez –que dejará su escaño en las Cortes– explicó que la aspiración es «un honor y un reto», y que tratará de dar lo mejor de sí especialmente «por los ciudadanos de los municipios más pequeños». Y recordó que la decisión de Císcar es una de las materializaciones del «amplio proceso de reflexión» que la formación política está instaurando «en todo el territorio nacional» y en todos los estratos del partido.

La postura de Ciudadanos, sin embargo, sigue siendo de resistencia. Si en principio su principal exigencia era la de mostrar un candidato de «regeneración», ahora que Císcar ha hecho ya ese movimiento exigen también que se retire el diputado Bernabé Cano, por estar imputado en una cuestión administrativa.

Imputados en el PSOE

La formación que lidera en la Comunidad Carolina Punset mantiene distintas varas de medir a la hora de establecer pactos –como ya quedó patente después del 24-M– y en la Diputación de Alicante aseguran que no votarán a favor de ningún grupo que tenga imputados.

El portavoz adjunto de Ciudadanos en las Cortes autonómicas, Emigdio Tormo, explicó en este sentido que «la renuncia de José Císcar es bienvenida, pero el PP aún tiene un imputado por prevaricación en su lista para esta institución». Tormo consideró que Císcar no podía ser el presidente de la Diputación porque «su gestión política como conseller y como vicepresidente del Consell no le avala para gestionar los 200 millones de euros que la corporación provincial tiene de presupuesto».

Y la segunda línea roja es que Ciudadanos no apoyará a ninguna lista en la que hayan imputados por corrupción. Tormo considera que «Cano, imputado por prevaricación y por desobediencia a sentencia firme» no permitiría ese apoyo de Ciudadanos al PP en la sesión del viernes. Así pues, habrá que esperar a ver si las negociaciones fructifican porque la imputación no es por una cuestión de corrupción, sino derivada de la gestión y en el ámbito meramente administrativo.

En cambio, quien sí está imputado por malversación es el exalcalde de Benidorm Agustín Navarro, diputado electo en las filas del PSOE. Un supuesto que, según el argumentario de Ciudadanos, debería impedir el apoyo a un eventual tripartito de izquierdas –la alternativa a dejar gobernar al PP en minoría–.

Lo que sí queda claro es que José Císcar se va a dedicar por entero en los próximos meses a la reconstrucción de partido y mantendrá su puesto de coordinador del grupo parlamentario. El objetivo de Císcar es, según ha conocido este diario, renovar el discurso del partido. Ese trabajo debe luego traducirse en ponencias para el congreso regional del PPCV –en abril de 2016– donde se elegirá a un candidato que sustituya a Alberto Fabra y en cuya terna (junto a Isabel Bonig y María José Catalá) no descarta estar él mismo.

Movimiento de la lista

Donde también afectará la marcha de Císcar será en Alicante. El hueco dejado por su renuncia al acta de concejal y la marcha del actual portavoz adjunto a Asunción Sánchez Zaplana en el Consistorio provocará dos movimientos. Por un lado, la incorporación de Israel Cortés, número 10 de la lista (el 9, José Ramón González, sustituyó a Miguel Valor). Por otro, la liberación de la media dedicación otorgada a Carlos Castillo.