El auge del tráfico ruso en El Altet se confirma con otra ruta a Moscú

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Alicante se muestra inmune a la guerra psicológica entre Rusia y Europa. A pesar de que el contexto socioeconómico hacía presagiar una caída de uno de los mercados en los que más esperanzas por parte del sector había depositadas en los últimos años, la Costa Blanca sigue exhibiendo su fortaleza como punto de recepción de turistas desde el gigante euroasiático.

Así lo confirma la inauguración en el aeropuerto de El Altet de una nueva ruta con Moscú a partir del próximo domingo 21 de diciembre. La compañía Transaero ofrecerá esta conexión dos días a la semana, jueves y domingo, y para ello empleará un Boeing 737 con capacidad para 128 pasajeros. Según recordó ayer Aena, esta nueva conexión viene a reforzar la oferta del Aeropuerto de Alicante-Elche con Moscú, destino con el que ya enlazan las compañías Vueling y Siberian Airlines.

Esta semana, el director de la infraestructura aeroportuaria destacaba en un almuerzo con la prensa que el mercado ruso es uno de los que mayores incrementos está experimentando durante este año 2014. Así sedesprende de la cifra de pasajeros acumulados desde enero hasta noviembre, donde se alcanzan los 161.765 pasajeros con Rusia, un 31,3% más que durante 2013. La terminal cerrará en los próximos días un ejercicio de récord con la llegada del viajero diez millones en este año.

Buen arranque en diciembre

También proporciona motivos para el optimismo el arranque del mes de diciembre en lo que a ocupación hotelera se refiere. Según aseguraba ayer Antonio Mayor, presidente de la Asociación Hotelera de Benidorm y Costa Blanca (Hosbec) en declaraciones a Efe, la recuperación del mercado británico ha animado las cifras hoteleras en esta primera quincena. Durante este periodo se ha vendido el 61% de las camas disponibles, lo que ha supuesto una mejora de 1,3 puntos con respecto a los niveles de 2013. .

El mal tiempo que está registrando Reino Unido en estos días ha propiciado que los británicos recuperen «las ganas de viajar», según Mayor, cosa que no ocurrió en verano por la climatología favorable de las islas.

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