Alejandro Valverde ha lamentado en la línea de meta de Castelldefels otra jornada de infortunio tanto para él como para su equipo, el Movistar, especialmente por la caía de Pablo Lastras que ha obligado a retirarse al corredor madrileño.
«Todo iba bien hasta la caída de Lastras, que ha sido una gran pena», ha explicado Valverde, quien ha ido relatando los percances que ha ido sufriendo en la etapa.
El primero cuando se ha tenido que coger «la bicicleta de Guti (José Iván Gutiérrez)» después de «coger una gran bache que le dejó en mal estado la suya». «Ha sido en el peor momento y he tenido que ir 30 kilómetros con el ella sufriendo mucho porque me estaba muy grande», ha explicado.
Posteriormente, a Valverde le «ha dado en el brazo» un espectador «al inicio del puerto» y lo «ha pasado bastante mal» para recuperar posiciones en el pelotón.
Además de la caída de Lastras, en la que el madrileño se ha dañado una clavícula, también se ha caído otro corredor del Movistar. Ha sido Beñat Intxausti, que no ha podido disputar la victoria de etapa junto a sus nueve compañeros de la escapada que llegó por delante a la meta después de caerse en los últimos a poco la llegada.
A pesar de todos esos percances, Valverde se encuentra ilusionado con las tres etapas en los Pirineos que se avecinan y de cara a las cuales «parece que si» tiene «fuerzas» para disputarle el liderato al italiano Vincenzo Nibali.
«Son las tres muy duras y me gustan las tres. La de mañana, la de pasado mañana y la del lunes. Pero tienen que responder las fuerzas. Ahora a descansar y a recuperar», ha dicho
