La fórmula que decíamos este domingo que tenía el Sky para preparar el Tour ha fallado de forma estrepitosa, menos con su líder, Chris Froome, que es el único de su equipo que aguantó con los mejores, con el grupo de cabeza hasta la meta de Bagnères. De realizar una exhibición camino de Ax 3 Domaines, con Froome y Porte al mando de la general, pasaron, en un día, a tener que salvar los muebles, sin más, y poder mantener el amarillo. Y gracias.
En el ciclismo siempre se ha dicho que con que el líder esté bien, todo lo demás sobra. Tampoco eso es cierto del todo. Un amarillo se puede apañar no sólo con ayudas interesadas. También cuenta, como sucedió este domingo, que haya otras formaciones a las que les convenga anular escapadas y eso le favorece a un líder, que puede sacar provecho del trabajo de otros.
Ha perdido Froome a Richie Porte, que está ya fuera de la lucha por el Tour. No estará en el podio. Los planes del Sky se derrumbaron de una forma espectacular. No es normal que un equipo que tiene un posible ganador del Tour se quede sin corredores a su lado a los 24 kilómetros de la salida.
Con un puerto nada más comenzar la etapa, sin haberse tenido que mover, explotaron, todos, salvo Froome. Movistar les azuzó durante muchos kilómetros. La etapa demostró que Froome está muy fuerte. Tuvo que salir a los cuatro ataques que le lanzó Nairo Quintana, que le probó. Como el keniano, con pasaporte inglés, salía a todo, tampoco le forzaron al máximo.
Ya se veía que no fallaba, que estaba entero. El aviso de lo que le sucedió a Porte les animó. Pero Froome, afortunadamente para el Sky, no es Porte, que llevaba una temporada espectacular y ha ido a fallar donde menos se esperaba.
Contador estuvo en todo momento con el grupo de cabeza y los ataques que lanzó Movistar no tuvieron contestación por parte de nadie, ni de él, ni de los holandeses, ni tampoco de Purito Rodríguez. Si no atacaron es porque no pudieron.
Los treinta kilómetros de descenso que quedaban desde el último puerto hasta la meta no invitaban a muchas aventuras. Lo que quedó demostrado es que a Froome no bastará con que le ataque un solo equipo, un corredor.
