Kenichiro Yoshida, director financiero de Sony, durante la presentación de los resultados
Kenichiro Yoshida, director financiero de Sony, durante la presentación de los resultados - AFP PHOTO / KAZUHIRO NOGI

Los Xperia de Sony obligan a la compañía a resideñar su estrategia tras la caída de sus ventas

La empresa con sede en Tokio ha cerrado el primer trimestre de su ejercicio fiscal con un beneficio neto de 516,6 millones de euros gracias a la división de imagen y juegos, que han facturado un 3,5% y 12,1% más, respectivamente. Sin embargo, las ventas de la división de móviles cayeron un 16,3%

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A Sony parece que las cuentas le empiezan ya a cuadrar. El grupo multinacional nipón ha cerrado el primer trimestre de su ejercicio fiscal con un beneficio neto de 70.520 millones de yenes (516,6 millones de euros), con lo que casi triplica los 25.690 millones de yenes (118,2 millones de euros) que registró en el mismo periodo del ejercicio anterior, según ha informado la compañía.

Estos resultados son la señal de que el complejo plan de reestructuración impulsado por el presidente Kazuo Hirai comienza a dar sus frutos.

Sony está inmerso desde 2013 en un nuevo plan estratégico con el que pretende empezar a levantar cabeza tras haber cerrado en rojo seis de los últimos siete ejercicios. Esto incluye su costosa salida del negocio de los ordenadores personales.

«Estamos viendo el resultado de las reformas estructurales que hemos venido llevando a cabo hasta ahora. Entre tanto estamos lanzando nuevos productos, como por ejemplo cámaras que responden perfectamente al espíritu y al estilo de Sony. Sin embargo, es cierto que aún queda mucho que hacer», ha explicado en una rueda de prensa en Tokio el vicepresidente del grupo, Kenichiro Yoshida.

Y es que la división de imagen facturó un 3,5% más, mientras los ingresos del negocio de juegos subieron un 12,1%.

La división de componentes ha brillado nuevamente, al incrementar el saldo operativo en un 163,8 por ciento hasta los 30.300 millones de yenes (222 millones de euros) y facturar 237.900 millones de yenes (1.745 millones de euros), un 35,1 por ciento más.

En esta rama, los sensores de imagen volvieron a ser la clave del éxito. Estos semiconductores, empleados en cámaras digitales, teléfonos inteligentes o tabletas, vienen experimentando una sólida demanda y la empresa anunció un desembolso de capital de 210.000 millones de yenes (1.540 millones de euros) para este departamento en este curso.

Todo lo contrario le ha sucedido en el campo de los «smartphones». Las ventas de la división de móviles cayeron un 16,3% y la unidad de ocio doméstico se redujo en un 13,8%, lo que refleja un descenso en la venta de televisores LCD, que la compañía atribuye a las modificaciones en los tipos de cambios internacionales. Malos datos y más teniendo en cuenta los rumores que cirulan desde hace tiempo en torno a un posible cierre de estas dos divisiones tan emblemáticas.

¿El futuro?

Las ventas de películas también cayeron, con un descenso del 11,9%. No obstante, los ingresos del negocio de música aumentaron un 8,5%.

Pese a los buenos resultados, Sony, que ha cerrado en rojo seis de los últimos siete ejercicios, no revisó su pronóstico publicado el pasado abril de cara al actual curso fiscal, que en Japón concluye el 31 de marzo de 2016.

La compañía espera un beneficio neto de 140.000 millones de yenes (1.029 millones de euros), a diferencia de los 126.000 millones (926 millones de euros) que perdió el año anterior, y ganancias operativas por valor de unos 320.000 millones de yenes (2.352 millones de euros).

Esto último supondría multiplicar casi por cinco (un 367,15 por ciento más) la cifra del pasado ejercicio.

Sony prevé que su facturación retroceda además un 3,8 por ciento hasta los 7,9 billones de yenes (58.103 millones de euros) porque, como ya indicó en su momento, espera un año plano o de ligeros retrocesos en la mayoría de sus líneas de negocio, exceptuando sus divisiones de cine y de componentes.

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