Los jóvenes permanecen en el hogar familiar cada vez más tiempo
Los jóvenes permanecen en el hogar familiar cada vez más tiempo - EFE

Un tribunal ordena a un padre mantener a su hijo de 28 años y pagarle un curso de cine

En Italia se han producido cerca de ocho mil reclamaciones judiciales, incrementándose un 20% en los últimos diez años

Corresponsal en Roma Actualizado: Guardar
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¿Hasta qué edad los padres deben mantener a los hijos? ¿Hasta los 18, los 30, 40, durante toda la vida? La pregunta puede parecer absurda o banal. Pero cada día se la hacen miles de padres italianos, que viven historias sorprendentes, como la planteada en un tribunal de Modena.

El periódico de esa ciudad de 185.000 habitantes, «La Gazzetta di Modena», en la región de Emilia-Romagna, cuenta la historia de un padre con unas características muy precisas: «Escritor de discreto éxito, con publicaciones en algunas de las mayores editoriales italianas, divorciado, ha pedido al Tribunal civil de Modena que elimine o disminuya la pensión alimenticia para su hijo de 28 años».

Éste, después de haberse tomado con mucha calma sus estudios –acaba de obtener licenciatura de tres años en Letras- se ha inscrito en un curso de cinematografía experimental en Bolonia, exigiendo al padre que le pague alojamiento, viajes y gastos personales.

Según el padre, su hijo «no merece ulterior apoyo económico, al no haberse empeñado en buscar trabajo o bien proseguir los estudios en la universidad para completar la licenciatura de cinco años en Letras». El padre se dirige al juez con una pregunta que es casi una imploración: ¿Hasta cuándo debo mantenerlo?

Pero el Tribunal de Modena ha sentenciado que los cursos de cinematografía, previstos en diversas facultades de Letras, «están en línea con las aspiraciones personales del hijo». Teniendo en cuenta que los gastos universitarios estaban ya previstos en la sentencia de divorcio, el padre debe continuar a mantener al hijo. Según los jueces, al no trabajar no puede mantener, y al mismo tiempo no se le puede impedir seguir sus aspiraciones. Paralelamente, la madre ha pedido al exmarido que aumente la pensión alimenticia para el hijo, adecuándola al nuevo camino que ha emprendido en sus estudios.

Ocho mil casos al año

Quizás al escritor de «discreto éxito» le pueda servir de consuelo saber que en Italia, porque a muchos padres les ha ido mucho peor. El Tribunal Supremo confirmó en el 2011 la obligación de un padre de mantener a su hija de 25 años que vivía todavía con la madre y tenía un empleo a tiempo indeterminado. ¿Qué explicación había para este caso? La ocupación de la hija no respetaba sus aspiraciones: Trabajaba como una simple dependienta, pero era licenciada en Economía.

El de Modena no es un caso aislado. En Italia hay ocho mil reclamaciones judiciales de hijos hacia sus padres. En los últimos 10 años se ha producido un incremento del 20 por 100. Por ello, la asociación de abogados matrimonialistas promueve desde hace tiempo una campaña para que el Tribunal supremo establezca un límite de edad.

El caso pone de relieve una característica común en muchos jóvenes italianos: El permanecer en casa de los padres hasta avanzada edad. Es tan frecuente que se ha generalizado el calificativo con el que son conocidos: «Bamboccioni» (niños grandullones). Italia es el país europeo en el que más tarde salen los hijos del hogar: Alrededor del 65 por 100 de los italianos, entre los 18 y 34 años, vive con sus padres, según el Istat (Instituto oficial de estadística italiano), un porcentaje muy superior al de Francia y Gran Bretaña ( 34 %) y al de Alemania (42 %).

Crisis económica

Sin duda, la crisis económica ha hecho aumentar el número de «bamboccioni»: Muchos se ven forzados a esta situación, pues el desempleo de los jóvenes llega al 40 por 100 en Italia. Pero hay también un factor cultural: la familia italiana es una institución en la que la «Mamma» juega un papel fundamental y los hijos, en general, siguen ligados para siempre a las faldas de la madre. A veces, si es de forma exagerada, se les llama despectivamente «mammone» (niño de mamá).

Desgraciadamente, con la crisis económica, son ahora muchos los países que ven cómo los jóvenes tienen muchas dificultades para encontrar trabajo y salir de la casa paterna. Incluso, algunos que habían alcanzado su autonomía fuera del hogar familiar, se ven obligados a retornar al perder el empleo. «Bamboccioni» y «mammone» son hoy, más que nunca, un signo de nuestro tiempo.

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